(Primer capítulo el 14/02/2021. Historia concluida)
La vida de Zoe Leblanc, una chica de 19 años que vive en Los Angeles,cambia drásticamente al ser vendida a su ex novio Adrien Miller al cual lleva mucho tiempo sin ver. Ella luchará por volver con...
Hola chicas, aquí tenemos el segundo extra de está historia. Les quería decir que ya decidí cuantos extras va a tener está historia y serán tres. Lo que significa que solo falta uno. El motivo por el que públique este extra es como agradecimiento por las 50K de vistas, los casi 3k de votos y por haber llegado a los 500 comentarios. Seguramente muchas no lo sepán pero yo había públicado una historia antes de está, definitivamente no era buena así que la borre. Esa historia llegó a las 1k de vistas y para mi era el cielo. Pensé que está llegaría como mucho a las 2K vistas, así que ya se imaginaran mi sorpresa cuando fuimos 5k, luego 10, 20, 30, 40 y que ahora seamos 50. No tengo palabras para agradecerles.
La fecha de públicación de mi tercer y último extra será el 14 de Febrero, en el aniversario de la novela. Ya se que de que se tratará y siento que les gustará. Quiero decirles que todo apunta a que este libro si tendrá una segunda parte, aún puede cambiar todo pero no creo que lo haga sinceramente. Pero como ya les dije, primero públicare mi segunda historia y después ya iría el segundo libro de VAME el cuál escribiría mientras mi segunda historia se va publicando.
Sin más que decir los adoro, me encanta contestar sus preguntas de la novela (claro sin spoilers) y todos los mensajes que me mandan. Muchas gracias y disfruten el extra.
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Toda mi vida he crecido viendo a mi familia como lo más sagrado que tengo en el mundo. Mi mamá siempre se caracterizó por ser una madre amorosa, mi padre quizá un poco menos cariñoso pero eso no quita que siempre tenía tiempo para nosotros. Todo iba perfecto en mi vida, tenía todo lo que siempre había querido y más.
Un día todo eso desapareció. Estábamos en mi casa viendo películas mis padres, yo y mi pequeño hermano. Un viernes normal en mi casa. Mamá se levantó para traer más palomitas, las criadas no estaban en la casa porque mamá insistía en darles la noche del viernes para que disfrutaran de sus vidas, ella podría hacerse cargo de la casa con facilidad una noche.
Los guardias de papá nunca entraban a la casa, siempre se mantenían en el jardín o afuera. Para ser sincero en ese momento no entendía la necesidad de tenerlos. Nunca nos habían atacado. Ahora me gustaría que esa noche hubiéramos tenido más guardias, una muralla, una fortaleza, un escudo gigante que nos protegiera de todo el exterior.
Todo pasó muy rápido, muchos hombre invadieron nuestra sala, yo tenía 15, mi hermano tenía 13. La primera reacción de mi padre fue ocultarnos a los tres detrás suyo. Veía como su vista se alternaba entre los hombres que nos apuntaban y la puerta, como si esperara que algo milagroso pasará y nos salvará de aquella situación. Nada pasó.
