Capítulo 36

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En la mira

El vuelo de regreso a la mansión de Alemania fue cansado, no deje de pensar en el hombre que había intentado secuestrarme la noche anterior. En que planeta era normal haber dicho eso? Como podía ahora ser parte de mi vida cotidiana situaciones así? Todo cambio tan abruptamente que aún me cuesta a veces llevarle el ritmo a las situaciones.

Debo admitir que si tuve miedo, mucho miedo. Una cosa es haber sido vendida a alguien que conocía y a alguien por quien siento algo, pero ser vendida a un completo desconocido. No me imaginaba lo que hubiera pasado de no ser por Aidan.

Agnes y Alexander nos reciben a ambos con los brazos abiertos y yo no dudo en aceptar el abrazo. Simplemente lo necesito en estos momentos. Prometo que he intentado que los recuerdos simplemente se esfumen, pero no desaparecen, cada vez que cierro los ojos vuelvo a verme a mi perdida en una espesa niebla. Intento correr, huir, pero nada resulta. Siempre término de la misma manera, siendo atrapada por ese hombre.

El gruñido de Yaroslav me trae de vuelta a la realidad, después de disculparme subo a mi habitación seguida del jaguar. Adrien no tarda en tocar mi puerta, parece preocupado y se perfectamente que es por mi actitud.

-Zo... - tuve que interrumpirlo.

-Se lo que dirás, pero prefiero no hablar de eso por ahora – el asintió para no presionarme. Un pequeño silencio se instaló entre nosotros hasta que su mirada se dirigió al felino que estaba acostado plácidamente en mi cama.

-Quizá deberíamos llevarlo a un veterinario, o bueno pedir que alguien traiga un veterinario -estuve de acuerdo con esa idea. Necesitaba saber que darle de comer a Yaroslav, así como cantidades, no sé si necesita algunos nutrientes o alguna cama especial. Hay muchas cosas que hacer, y prefiero mantenerme ocupada para ahuyentar los recuerdos y el miedo.

Ese hombre está vivo y libre en alguna parte del mundo

Mi subconsciente se negaba a dejar pasar el acontecimiento.

Decidí que un baño era lo mejor para mí. Ya una vez estando bajo el chorro de agua caliente mi mente comenzó a divagar entre los acontecimientos anteriores. Un nombre vino a mi mente. Riley. Se que ella sigue siendo una sospechosa por lo que paso en la oficina de Adrien, pero simplemente había algo que me sonaba ilógico.

Tener un plan tan inteligente, sin ninguna falla, pero usar tecnología que solo tu familia usa. No lo sé, simplemente me suena ilógico. Aparte, en el caso de que aún sintiera algo por Adrien, porque poner en riesgo a aquel que ama? Y si ya no siente nada por él, porque hacer todo esto? Entienden lo que digo? Ilógico. Mi mente solo tiene dos opciones, o no es ella o hay algo que estoy ignorando. 

Comencé a pensar en todas las reacciones que ha tenido Riley últimamente, pero lo único que venía a mi mente era como su cara se iluminaba cuando Aidan estaba cerca. Se puede actuar tan bien?

Bueno hay mafias que entrenan muy bien a todo aquel que es participe de ellas. Riley es la hija de los jefes, quizá está muy bien entrenada, lo suficiente para que su actuación sea perfecta y justamente comience a generar dudas en nosotros. Porque una genial actuación combinada con el afecto que le tiene Adrien por haber crecido junto a ella es la cuartada perfecta.

Después de un rato decidí salir de la bañera, pasé a mi vestidor y parece que salí justo a tiempo, ya que unos segundos después Adrien toco la puerta. Le di permiso de entrar y seguido de él paso un hombre robusto de unos 37 años? Más o menos quien supongo se trataba del veterinario.

-Buenas tardes, señorita – pronunció en un perfecto inglés, me alegraba que Adrien no necesitará servir de traductor en esta ocasión.

-Buenas tardes doctor – extendí mi mano a modo de saludo, al cuál el correspondió. Su atención duro muy poco en mi persona ya que Yaroslav se hizo presente con un gruñido. El señor rápidamente lo volteó a ver para quedar fascinado con el felino. Me daba la impresión de que era de ese tipo de personas que le apasionaba de sobremanera su trabajo y ver y ayudar a un majestuoso animal como lo es el jaguar aquí presente era como sacarse la lotería para él.

Vendida a mi exDonde viven las historias. Descúbrelo ahora