Capítulo 8

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Recostada en mi cama, aburrida, sin hacer nada... solo mirando el techo mientras pensaba en lo que podría hacer para que Hunter dejara ese tema sobre las lentillas o lo de ser doctora, esto seguía así aún luego de haber pasado unos días.

Ugh, tuve que haberme quedado callada...

Me levanté suspirando y me acerqué a mi tocador, me senté en la silla frente a este y me miré en el espejo con verdadera atención. No era la primera vez que me analizaba y tratarme de convencerme a mí misma de detener todo esto.

Me quité las lentillas, agarré mi desmaquillante y comencé a quitarme todo el exceso que aún tenía. Me quité mis extensiones y luego me cambié a la ropa que me hacía sentir cómoda. Unos shorts y una camisa de tiras no tan corta ni con tanto escote.

Me miré en el espejo de nuevo.

Lo único que faltaba era mi color de cabello natural pero... en ese aspecto sí no podría hacer nada por mí misma.

Agarré mi celular y abrí la galería, entré en mis álbumes ocultos donde encontré mis fotos antiguas con mi cabello natural. Me lo quedé viendo bastante hasta que me salta una notificación y me hace reaccionar.

Hunter...

Hunter:
Hey, hay que seguir con el proyecto, pero no quiero :) ¿Prefieres ir a tomar algo primero y después hacerlo o quieres sexo?

Su forma tan directa de hablar me encantaba, pero ahora mismo no estaba necesitada.

Zaira:
Prefiero tomar algo y luego el proyecto, aunque gracias por tu última oferta.

Hunter:
Uy ¿Qué es ese modo de hablar? Pareces un bot.

Zaira:
Jaja lo siento.

Hunter:
Cada vez tengo más curiosidad por ti, "bot", pero bueno, nos vemos en media hora, en este café...

Me manda la ubicación en lo que yo rodé los ojos con diversión por su forma de llamarme. No le respondí más. Decidí cambiarme rápidamente, alcancé a ponerme igual las extensiones y luego salí justo a tiempo de casa.


Decidí no molestar a Louis e ir caminando ya que de igual forma me quedaba bastante cerca aquel café. Llegué al lugar y me fui a sentar y esperar en una de las mesas. Un camarero vino a tomar mi pedido. Era bastante guapo, pelirrojo, de ojos negros, divino.


-¿Y... no puedo pedirte a ti mejor? -pregunté mordiendo mi labio inferior.

Él sonríe de forma coqueta. Abrió la boca para responder pero Hunter se le adelanta.

-Wou, no puedo creer que ya me estés cambiando tan rápido.

Hunter se sienta frente a mí con una gran sonrisa en los labios. Solté una leve risa por su comentario.


-Eso lo hago cada día, ¿te sorprende? -cuestioné enarcando una ceja.

-No, pero se supone vienes conmigo, no con él -se encogió de hombros.


-Mira, que si se te antoja nos vamos a pasar un buen rato los tres, ¿no les parece? -propuse mirando al pelirrojo para luego mirarlo de arriba a abajo.

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