Me miré en el espejo luego de que me arreglaran el cabello, Tesha sonríe ampliamente al verme, parecía muy impresionada.
-No entiendo porqué quisiste cambiar esto en primer lugar. Eres hermosa al natural.
Yo sonreí apenada mientras acomodaba mi cabello ahora castaño.
-Gracias... -murmuré.
Ella y yo pagamos y salimos de la peluquería finalmente, luego de haber estado unas cuantas horas allí.
-Bien, ahora necesito tu ayuda -comenta Tesha.
-¿Con qué? -pregunté ahora yo confundida.
-Quiero... cambiar mi ropa, y sinceramente muchas veces me gustaba mucho tu estilo. Bueno, solo algunos outfits.
Asentí comprendiendo y sonriendo ampliamente porque es real que me encanta ir a comprar.
-Bien, vamos -la jalé del brazo para llevarla a una de mis tiendas de ropa favoritas.
Le hice probarse muchos atuendos que a ella le gustaban y sinceramente le quedaban como anillo al dedo, muy hermosa. Fácilmente nos habíamos quedado allí más tiempo que en la peluquería pero se sintió como unos cuantos segundos.
-Listo, está todo -dice ella satisfecha con la cantidad de atuendos que se iba a llevar.
Teníamos como ocho bolsas llenas de ropa para Tesha al igual que otras más bolsas con zapatos de todo tipo. Creo que eso de cambiar su ropa era muy en serio. Como sea, ambas estábamos felices con esto, salimos del centro comercial y volvimos al auto, dejamos todo en la parte trasera y nos subimos.
-Solo espera a que mi hermano te vea -dice Tesha arrancándo el auto-. Te juro que siempre dijo que las castañas, de ojos verdes y con pecas son su tipo de chica. Su debilidad.
Eso me hizo sonrojar pero sonreír aún más, recordando la vez que él mismo me lo había dicho en ni casa.
-Es como si... fueran almas gemelas -bromea con un poco de verdad en su tono de voz.
-Ay aha. No es cierto -negué riendo nerviosa y sonrojándome más.
Tesha ríe por mi reacción pero presta atención al camino, nos quedamos en silencio por poco tiempo cuando yo decidí preguntar.
-¿Y... cómo te va con Zack?
-Bien, es muy lindo y no me presiona para tener... relaciones -comenta apenada por lo dicho al último.
-Me alegro, y sí... Zack, quitando lo playboy, fue muy bueno con las mujeres, y no dudes que será tierno y te cuidará si decides hacerlo con él, yo hubiera deseado que mi primera vez fuera con alguien como él.
Ella primero se sonroja y luego me mira con lástima pero asiente dándome la razón y comprendiendo que yo tenía razón, Zack es un chico muy bueno.
-Gracias... me sacas el miedo.
-Eso es bueno -comenté.
Llegamos hasta su casa nuevamente y bajamos las cosas del auto. Me dolía un poco el brazo derecho por llevar una bolsa de zapatos pero no lo hacía notar. No quería que Tesha llevara todo el peso. Ambas entramos a la casa y vimos que los chicos en la sala, viendo un partido.
-Llegamos -anuncia Tesha para llamar su atención.
Ellos no dejan de mirar hacia la pantalla y maldecir o emocionarse.
-Aha... -responden sin más y sin tomarnos importancia ya que pareciera que su partido lo era más.
Tesha se ríe leve y me mira de forma maliciosa, entrecerré los ojos queriendo saber qué era lo que tramaba, pero lo descubrí antes de siquiera preguntar.
-¡Oh por Dios, Zaira, tu brazo!
Al instante Zack salta del sofá, literalmente, apoyando su mano por el respaldo y pasando de un salto al otro lado. Su rostro reflejaba preocupación pura hasta que me mira, entonces cambia a una de asombro y pareciera hipnotizado.
-Wou... -dicen ambos chicos mirándome.
No pude evitarlo y me sonrojé, me sentía nerviosa y apenada, más por la mirada de Hunter.
-Te queda bien, mejor que el rubio -comenta Zack pero mira a Tesha y se levanta para ir a ayudarla.
Hunter también se acerca, con cada paso que daba me ponía más y más nerviosa, mi respiración se cortaba y mi corazón se aceleraba.
-Estás... -coloca su mano en mi mejilla y la acaricia levemente, su tacto es reconfortante y tierno-... hermosa.
Agaché la mirada un momento hasta que sentí su mano sobre la mía, agarra las bolsas que traía yo y carga con estas.
-No deberías de llevar la bolsa con el brazo así.
-Soy muy capaz de hacerlo -respondí.
-Lo sé. Pero no cuando tu brazo está lastimado de hace poco.
Bufé. Tenía razón pero aún así no quería sentirme inválida... aunque tampoco quería aprovecharme de Hunter, es muy amable de su parte pero no quiero usarlo... al menos no demasiado.
-Gracias -dije suspirando. Él me sonríe en respuesta.
-Bueno, ahora... ¿Por qué tantas bolsas? ¿Robaron la tienda, o qué? -pregunta Hunter de manera burlesca.
Su comentario nos hizo reír a los tres mientras subíamos las escaleras para ir hacia la habitación de Tesha.
-Tesha quería cambiar un poco lo que tenía en su armario y la ayudé a elegir -respondí, pero esto hizo detener a Hunter a mitad de camino.
-Zack, dame esas bolsas ahora, las voy a quemar. Mi hermanita no usará esto.
-¡Hey! -le reclama Tesha.
-¿Insinúas que me visto mal? -me hice de la desanimada y ofendida.
-Claro que no, princesa. Te vistes demasiado bien y de tal forma que todas las miradas quedan en ti. Tú no tenías problemas con eso pero no permitiré que los hombres se acerquen a mi hermanita con las mismas intenciones con que yo me acerco a ti.
Me guiña un ojo sonriendo y haciéndome sonrojar de nuevo. Me crucé de brazos y aparté la mirada rodando los ojos para aparentar irritación. Pero... tiene lógica y razón.
-¡Pero no elegí ese tipo de ropa! -exclamé-. Así que devuelve esas bolsas y listo.
Él rueda los ojos y bufa pero termina asintiendo finalmente. Dejamos las bolsas en la habitación de Tesha y ambas miramos a los chicos.
-¿Y qué pidieron para comer? -pregunté.
-Hamburguesas -respondieron Zack y Hunter.
Tesha y yo chillamos y salimos corrimos para encontrar la comida. Al hacerlo, fuimos a la sala y nos tiramos en los sofás para comer mientras veíamos el partido que los chicos estaban viendo.
A los segundos llegan ellos y se sientan a nuestros lados. Pero Hunter me robó una papa.
-¡Hey! -se la quise quitar pero la come rápidamente-. Malo, eso era mío.
-Tú lo dijiste "era".
Lo fulminé y le saqué la lengua pero sentí que mordió un poco la punta de esta. Chillé y él ríe mientras yo lo fulminaba.
-Me dolió -reclamé.
-Lo siento, lo siento -él levanta ambas manos a modo de paz.
Suspiré, seguí comiendo mientras sonreía ampliamente, ambos volvimos a prestarle atención al partido en la pantalla, Hunter volvió a robarme papitas pero no me molestaba en realidad, me causaba gracia el ver como trataba de ser disimulado.
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LA POPULARIDAD NO LO ES TODO
Romance¿Recuerdan el cliché más popular? Aquella típica historia donde la nerd se enamora del chico más guapo y deseado del instituto. ¿Qué pasaría si todo eso ocurre, pero desde otra perspectiva? Desde el punto de vista de, nada más y nada menos, que la...