Bostecé al momento de despertar, me estiré para desperezarme y, aún adormilada, miré a todos lados en busca de Hunter. Lo encontré afuera en el balcón, sin remera, porque la tenía yo, y hablando por teléfono. No escuchaba lo que decía porque la puerta estaba cerrada, me levanté perezosamente y fui hasta él.
Al abrir la puerta y escuchar, me di cuenta de que estaba hablando en otro idioma. ¿Húngaro, quizás?
Pude notar que estaba tenso con solo ver su espalda y podría jurar que tenía el ceño fruncido. Diría que también por su tono de voz pero no sabría decir si así es el tono inconscientemente cuando habla en húngaro o es porque está molesto.
Él estaba apoyado contra el barandal del balcón, mirando hacia el paisaje. Apoyé mis manos delicadamente en su espalda sobresaltándolo un poco y haciendo que me observe por encima de su hombro.
Sí, tenía el ceño fruncido, pero al verme lo suavizó, dijo algo más a la persona en el teléfono y cortó la llamada.
-¿Todo bien? -pregunté-. Parecías... molesto.
-No, tranquila, todo... bien -sonríe un poco- ¿Quieres ir a desayunar a algún café? Yo invito.
Su intento por cambiar de tema tan rápido me deja confundida y con la espina de que algo sí pasaba, pero no quería insistir. Sonreí y asentí como respuesta.
-¡Bien! Voy a bañarme -avisé, nitando que su expresión cambia.
-¿Y... si mejor nos bañamos juntos? Tú sabes, para ahorrar agua -comenta tomándome por la cintura y atrayéndome a él.
Rodé los ojos divertida mientras apoyaba mis manos en su pecho para mantener un poco de distancia y reía leve.
-Tal vez... -me acerqué a su rostro-. Si logras entrar.
Dicho esto salí corriendo hacia el baño. Estaba por cerrarle la puerta en el rostro cuando pone el pie y la abre con una sonrisa.
-Creo que... tendré unas buenas mañanas -comenta entrando y cerrando la puerta mientras que yo retrocedo.
Bufé fingiendo molestia pero no pude evitar sonreír ante la idea, levanté los hombros con desinterés.
-Bien.
Fui hasta la bañera para encenderla y empezar a llenarla de agua, me había inclinado un poco siendo consciente de que la remera se levantaba y mostraba un poco más de lo debido de mi parte trasera. Pronto sentí las manos de Hunter en mis caderas.
-Creo que te haré ponerte mis remeras más a menudo... -dice en mi oído, me enderecé y él acarició mi figura-. Pero ahora molestan.
Sus manos agarran el borde de la remera y me la quita rápido, sus manos rápidas fueron hasta mis senos y los apretó haciéndome jadear. Sonreí y me di vuelta entra los brazos de Hunter, notando que ya estaba desnudo. Lo sujeté por el cuello y lo atraje hasta mí para besarlo, retrocedimos y nos metimos en la bañera, acomodándonos cerca.
Definitivamente, una de mis mejores mañanas y mejores baños.
***
***
Al llegar al café, Hunter y yo nos sentamos en una de las mesas y esperamos a que alguien se nos acerque para atendernos. Yo agarré una de las cartas para decidir.
-Hola, ¿qué van a ordenar? -escuché.
¡Oh shit! Levanté la mirada para encontrarme con el pelirrojo. Me olvidaba que él trabajaba aquí. Por suerte no me reconoce, creo... Nop, está sospechando.
-Bueno, yo quiero un capuchino y sándwich caliente -comenta Hunter.
-Está bien, ¿y usted, señorita?
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LA POPULARIDAD NO LO ES TODO
Romantik¿Recuerdan el cliché más popular? Aquella típica historia donde la nerd se enamora del chico más guapo y deseado del instituto. ¿Qué pasaría si todo eso ocurre, pero desde otra perspectiva? Desde el punto de vista de, nada más y nada menos, que la...