Capítulo 47

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-Al parecer a alguien le dieron como cajón que no cierra anoche -ríe Tesha al igual que Zack.

Los fulminé con ma mirada antes de rodar los ojos e ignorarlos. Fui a la cocina y me serví un vaso con agua a la par que me tomaba la pastilla que había traído sabiendo que Hunter y yo no íbamos a aguantar semanas enteras sin sexo. Regresé donde la pareja para sentarme a lado de Tesha.

-¿Y el bello durmiente? -pregunta Zack burlesco haciéndonos reír a ambas.

-Pues durmiendo -respondí siguiéndole la broma.

Y era lógico, pues luego de todo lo que hucimos ayer quedó exhausto al igual que yo, pero él sí sigue durmiendo.

-¿No lo despertarás? -cuestiona ahora Tesha.

-Uh-huh -negué sonriendo-. Prefiero que siga durmiendo, como anoche no durmió nada... -murmuré lo último mientras tomaba agua y apartaba la mirada.

Zack y Tesha rien de nuevo por haberme entendido. Aunque Tesha se sonroja de la vergüenza ya que seguía sin estar muy acostumbrada a hablar de estos temas como si nada.

-Dios ustedes sí que no pierden el tiempo -habla Zack apoyando su brazo sobre los hombros de Tesha quien se recuesta por él.

-Exacto, son peores que los conejos -bromea ella.

Me sonrojé un poco pero me reí, y es que tenían razón. Hunter y yo no podíamos soportar no tener sexo, es que realmente me había vuelto adicta a él.

-No tengo nada que argumentar en contra de eso -me encogí de hombros aceptándolo-. Pero ustedes no tienen nada que decir, si termino siendo yo la que distrae a Hunter mientras ustedes también lo hacen.

Tesha chilla avergonzada mientras Zack se encoge de hombros, también aceptando lo que dije. Terminé de tomar del agua en mi vaso y me levanté.

-Me iré al baño. ¿Les parece bien que vayamos al centro comercial después y de noche a algún antro?

-¡Claro! Me gusta la idea -responde Tesha.

-Sí, estoy de acuerdo.

Asentí sonriendo. Yo me alejé y fui hasta el pasillo, estaba tranquila hasta que vi a Oliver saliendo de su habitación, él me ve y sonnríe ampliamente; me apresuré a acercarme a mi puerta y cuando estaba a un lado él ya estaba junto a mí agarrándome la muñeca y acorralándome por la pared.

-Suéltame -demandé forcejeando.

-¿Tu perro guardián no está contigo...?

-Oliver, suéltame ahora -repetí.

-Anoche no podía dormir... -me ignora-...tus gemidos me pusieron mal... -se acerca a mi rostro aunque yo aparté la mirada-. Daban ganas de ser yo quien los provocara...

-Créeme que lo único que provocas en mí es repulsión -lo encaré con una mueca de asco pero él me toma por las mejillas con su mano libre y se acerca a mis labios.

-Eso es porque aún no te he tocado...

-Y jamás lo harás, no quiero que lo hagas nunca -le di un manotazo para que me soltara el rostro.

-Eso es lo que dices ahora... -ve mis labios con anhelo-. Pero créeme... solo es cuestión de tenerte una vez y ni tú ni yo querremos dejarlo.

Se acercó que mí aprisionado aún más mi cuerpo por la pared; aparté la mirada de nuevo, cerrando los ojos con fuerza como si si no lo veo no me hará nada. Sentí sus labios rozando mi cuello haciéndome asustar un poco. Pero encontré una oportunidad y levanté bruscamente mi rodilla dándole un gran golpe en la entrepierna, él me suelta adolorido y cae al suelo, apoyé mi pie en su hombro y lo empujé.

-Aléjate de mí -hablé entre dientes antes de pasar por su lado y entrar a mi habitación.

Me apoyé contra la puerta cerrada al estar dentro y suspiré profundo para calmarme un poco. Un movimiento frente a mí me hizo alertar, era Hunter que recién se levantaba. Bostezo y miró a todos lados antes de encontrarse conmigo, pero seguramente notó algo en mi rostro que lo extrañó porque se levantó y me miró preocupado.

-¿Todo en orden? -pregunta.

Rápidamente me recompuso y sonreí, asentí un par de veces mientras me enderezaba y caminé hacia él.

-Absolutamente -respondí abrazándolo y apoyando mi mejilla en su pecho.

Necesitaba con desesperación sentirme segura, lo que recién sucedió con Oliver me asustó un poco. Sus palabras me daban asco y miedo a la vez, pero sabía que si estaba con Hunter todo estaría bien. Él parece extrañado pero me abraza de vuelta y besa mi cabeza. Seguramente él sabía que algo ocurrió pero decidió no presionarme para decírselo, era irónico. El que desde que me conoció me hizo decirle todo sobre mi mala vida, ahora me deja tranquila para calmarme.

Luego de un par de minutos abrazados, por fin sentí que me había calmado. Levanté la mirada hasta encontrarme con sus ojos hermosos e hice un puchero fingido.

-Eres cruel, me costó levantarme -comenté.

Hunter ríe a carcajadas y yo lo aprecié mientras lo hacía. No hay un solo momento en el que Hunter Baker se viera mal, es perfecto...

-Pero valió la pena -responde antes de besarme intensamente en los labios.

Yo sonreí y resoplé mientras correspondía al beso hasta que nos separamos por la falta de aire.

-Pensamos ir al centro comercial y de noche al antro, así que te recomiendo prepararte -avisé alejándome de él para acercarme a mi maleta y buscar mi ropa para darme una ducha.

-Bien, aunque puedes venir conmigo y nos duchamos juntos en la otra habitación... ¿qué te parece? -menciona guiñándome un ojo.

-Por más tentador que suene esa idea, aún me duelen un poco las caderas y si seguimos no voy a poder ir con ustedes así que... tendrás que aguantar -dije riendo.

Él hace un puchero que me pareció un poco muy tierno pero sonríe aceptándolo y besa mi frente para luego despedirse e irse a su habitación.

¡¿Cómo alguien que es súper sexy y caliente puede ser tierno?! Preguntas existenciales sin respuesta alguna.

Suspiré sonriendo, me acerqué a la puerta para cerrarla con llave y así asegurarme de que Oliver no entrara. Luego fui al baño para ya darme esa ducha que me hace falta.

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