Capítulo 45

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-¡Wau! Que emoción, hay tantas cosas para ir -Tesha y yo bajamos corriendo emocionadas por subirnos a los juegos.

-Tambirn hay mucha gente así que no se pierdan -habla Zack.

-Sí, sí. Vamos a ese -apunté a una montaña rusa.

-¡Huh! Después a ese -Tesha apunta a un toro mecánico.

Nosotras salimos corriendo hacia la montaña rusa y los chicos solo nos siguieron caminando y riéndose por nuestra emoción y actitudes de niñas pequeñas a las que deben de cuidar. Formamos fila sonriendo, hasta que dos chicos se colocan a nuestros lado interrumpiendo nuestras sonrisas y diversión.

-Hola hermosas, ¿las acompañamos? Esta montaña rusa puede ser algo aterradora -comenta uno de ellos colocando su brazo sobre mis hombros y atrayéndome a su lado.

-Oye, suélta...

Hunter golpea el brazo de aquel idiota y coloca el suyo en mis hombros. Zack aparta al otro de Tesha, ambas nos miramos y sonreímos abrazando a nuestros hombres sobreprotectores.

-Para acompañarlas estamos nosotras -responde Zack con una sonrisa de suficiencia.

-Largo.

Sonreí al ver como el aura dominante de Hunter consigue intimidad a ambos chicos quienes intentaron decir algo pero la voz no les salía y terminaron huyendo, casi corriendo de nosotros. Tesha y yo golpeamos nuestros puños sin la necesidad de mirar y nos reímos, pero noté que la fila avanzó hasta nuestro turno. Corrí a sentarme en uno de los vagones, Hunter se sentó junto a mí y Tesha en frente con Zack.

Me agarré del metal frente a nosotros y esperamos hasta que los vagones se movieron. Sonreí emocionada como una niña pequeña. Hunter se ríe por mi expresión pero él me miraba con ternura. Le estaba por reclamar el que se estuviera riendo de mí cuando comenzamos a ir muy rápido de arriba a abjo, en círculos y dentro de cuevas muy oscuras y con muñecos animatronicos.

Un muñeco que simulaba un ave pasó frente a nosotros haciendo que todos gritaran por la sorpresa. Bueno, yo también. Cuando salimos de la cueva fue una bajada muy empinada en donde volvimos a gritar, finalmente, terminamos en el comienzo nuevamente y el juego se detuvo. Todos nos bajamos sonriendo satisfechos ya que fue muy buen juego.

-Ahora al toro -habla Tesha.

-¡Yo primero! -dije rápido.

-¡No, yo!

Ambas salimos corriendo, compitiendo como niñas hasta que ella llega primero a la fila, ganándome.

-Llegué antes, soy primera -se ríe de forma burlona y yo me crucé de brazos e hice un puchero.

-Hunter~... tu hermana me está molestando -hablé quejosa haciendo reír a ambos chicos.

-Tesha, deja la inmadurez -le reprocha Hunter haciendo bufar a Tesha.

-¡Ja! -la apunté con mi dedo.

-Tú también, princesa.

-¡Ja! -me remeda Tesha y yo le saqué la lengua.

Esperamos impacientes nuestro turno hasta que fue el momento de Tesha quien se subió y aguantó un buen de tiempo pero luego terminó cayéndose y por fin fue mi turno. Habían varios chicos que habían silbado y piropeado a Tesha y que ahora hacían lo mismo conmigo. Subí al lomo del toro y me sujeté con fuerza.

-Mierda. Quiero ser ese toro -dice alguien.

El toro comenzó a moverse lentamente al comienzo pero repentinamente se vuelve más rápido y difícil. Conseguí mantenerme arriba ganándome silbidos y halagos de los demás. Vi la expresión sombría de Hunter que me hizo reír. El toro se inclinaba bastante de adelante atrás y luego temblaba mucho.

Volví la mirada hacia Hunter quien me miraba sonriendo con un brillo de lujuria en sus ojos al ver mis movimientos y yo sonreí, le guiñé un ojo riendo cómplice. Me mantuve más tiempo hasta que el toro fue más violento y terminé cayendo, me levanté y fui hacia Hunter quien se acerca a mi oreja.

-Que buena vaquera... me dieron ganas de que me montes igual -menciona haciéndome sonrojar y erizar.

-Bueno... puede que en la noche -respondí contra sus labios.

Él los mira con deseo pero decidí tentarlo y me alejé. Hunter bufa y ríe a la vez mientras me sigue para acercarnos a Tesha y Zack.

-¿A dónde vamos ahora? -pregunta Tesha.

Miramos a todos lados pero esta vez le dejamos la decisión a los chicos. Iba a disfrutar este momento tanto como fuera posible. Estar lejos de Oliver es un privilegio.

***

***

Suspiré aliviada luego de haber tomado una ducha relajante. Salí de allí para secarme con mi toalla, el cabello incluido. Estando lo suficientemente seca, enrolle mi toalla por mi cuerpo y salí del baño. Me detuve en la puerta cuando vi a Hunter sentado en mi cama; él, al verme, sonríe de lado y pasa su mirada por mi cuerpo entero.

-Me alegra haber venido ahora -comenta.

-¿Cómo entraste? -pregunté confundida.

-Olvidaste cerrar con llave esta vez.

Abrí los ojos de par en par. Menuda suerte que haya entrado Hunter y no otro. Sí, los amigos de Oliver siguen aquí. Mi padre y Marina aún no regresan y es cuando me pregunto: ¿Por qué me invitan si ni siquiera van a estar aquí?

-¿Y... qué haces aquí? -volví a sonreír, cruzándome de brazos y apoyándome en el marco de la puerta.

Hunter observa mi cuerpo sin pudor, mira como mis brazos hacían resaltar mi busto y algunas pocas gotas de agua resbalan por mi piel. Lo vi tragar grueso y con dificultad.

-Vine a reclamar lo que dijiste en la feria, princesa.

Reí entre dientes y me acerqué a él con pasos firmes y seguros.

-¿Ah sí? -me coloqué frente a Hunter-. Que yo recuerde no dije nada, tú lo hiciste. ¿Me recuerdas que era?

Su sonrisa se hizo más grande. Sus manos se acercaron a mí y me tomaron por la cintura.

-Quiero que me montes como a ese toro, princesa.

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