Abrí los ojos por la molesta resaca que comenzaba a hacer aparición. Me quejé sujetándome la cabeza mientras me removía en la cama, pensando que era la mía. La luz del sol que me daba al rostro lo empeoraba todo, quería golpearme la cabeza hasta que me dejara de doler.
Abrí los ojos finalmente y noté enseguida que... esta no era mi habitación. Me senté de golpe abriendo los ojos de par en par, estaba desnuda en una cama de un motel y no tengo ni idea de lo que ha pasado. Por favor que el chico sea lindo por lo menos.
Miré a mi lado cuando el chico se removió junto a mí, no estaba preocupada hasta ver de quién se trataba. Casi grité al verlo, me levanté de un salto queriendo tirarme por la ventana por lo estúpida que soy.
Marcos. ¡El imbécil de Marcos era el que estaba aquí! Miré mi cuerpo y el suyo, ambos desnudos.
¡Por Dios! ¡Me acosté con el bastardo de mi ex! ¡¿Seré imbécil?! ¡Ni siquiera sé si usamos protección!
Repentinamente sentí mis ojos picar y un nudo apareció en mi garganta, me vestí en tiempo récord para irme de allí lo antes posible de aquí. Me pasé la muñeca por las mejillas quitando bruscamente aquellas lágrimas mientras miraba mi celular.
Tenía demasiadas llamadas perdidas y mensajes de Hunter, Zack y Tesha.
Le mandé un mensaje a Tesha para que no se preocupara. Pasé por una farmacia para comprar las pastillas necesarias por si acaso, me las tomé en seguida y llamé a Louis.
-¿Podrías buscarme...? Estoy en la farmacia de la quinta avenida, junto a la biblioteca...
-Enseguida, señorita.
Colgué luego de murmurar un casi inaudible "gracias" y solté un sollozo. Quería golpearme a mí misma. ¿Cómo es posible que me haya acostado con la persona que más daño me ha hecho? ¡Soy estúpida!
Cubrí mi rostro con ambas manos y esperé a que Louis llegara, no tardó mucho en hacerlo y cuando lo tuve en frente me subí al auto de inmediato.
-¿Estás bien? -pregunta mientras arranca y me mira por el retrovisor.
-Soy una idiota... -murmuré negando con la cabeza.
Mi voz llorosa al igual que mis ojos aguados le hicieron saber que no estaba bien, pero a la vez él me conocía... sabía que en estos momentos no quería hablar de nada. Se lo agradecí internamente, pero en ese momento mi celular empezó a sonar otra vez.
Era una llamada de Hunter...
Cerré los ojos con fuerza dejando derramar otra lágrima. Apagué el celular, lo lancé al otro lado del auto y abracé mis piernas. Ahora solo quería llegar a casa y encerrarme.
***
***
Mi celular no había parado de recibir llamadas y mensajes, pero los ignoraba por completo. Los recuerdos de anoche poco a poco fueron siendo claros, hasta cuando llegamos al motel con Marcos.
¡Agh! ¡Justamente eso es lo que quiero olvidar para siempre!
Además de que volvió a actuar como un maldito idiota de nuevo. Me dolió cuando entró en mí, ni siquiera esperó a que estuviera lista, también me decía cosas que para nada exitarían a alguien, solo eran insultos...
Apreté los puños y cerré los ojos con fuerza resoplando, pero en ese momento llaman a la puerta, era Camila.
-Señorita, sus amigos están afuera, la están buscando -avisa- ¿Los dejamos pasar?
Me di la vuelta y me cubrí hasta la cabeza aguantando los sollozos.
-Diles que no estoy -respondí, ella suspira y se va sin decir más.
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LA POPULARIDAD NO LO ES TODO
Romance¿Recuerdan el cliché más popular? Aquella típica historia donde la nerd se enamora del chico más guapo y deseado del instituto. ¿Qué pasaría si todo eso ocurre, pero desde otra perspectiva? Desde el punto de vista de, nada más y nada menos, que la...