-Nos vemos, preciosa -sonríe el chico luego de haberse arreglado la apariencia y se va del armario del conserje.
Sonreí como despedida pero me dediqué a arreglarme también y salir al terminar.
-Parece que no te diviertes como antes -me di vuelta encontrándome con Hunter.
-¿Por qué lo dices? -cuestioné fingiendo ignorancia.
Aunque tenía razón de cierto modo, ya no me atraía tanto la idea de tener sexo como antes. Él sonríe de lado y se acerca para seguido tomarme por la cintura y apegarme a su cuerpo.
-Porque cuando soy yo el que te folla a ti, tus gemidos son reales y deliciosos -murmura con arrogancia pero haciendo que yo rodara los ojos.
-¿Y crees que los de ahora no lo fueron?
-Absolutamente.
Empecé a reír sin poder evitarlo pero al darme cuenta cubrí mi boca con una mano y ahogué la risa con esta.
-¿Por qué no ríes más? Espera... ¿Otros te dijeron que tu risa no es linda? -inquiere él enarcando una ceja.
Rodé los ojos antes de negar con la cabeza suspirando.
-Esa fui yo. Como sea tengo que irme.
Intenté apartarme pero se aferra a mí y en lugar de conseguir alejarnos, él acerca su rostro a mi oreja hasta que sus labios rozan contra esta.
-¿No prefieres mejor... hacer lo indebido? -lame mi oreja haciéndome estremecer.
Sonreí agarrándolo por el cuello de su camisa y adentrándonos al armario del conserje de nuevo. Vi la oportunidad y la aproveché al máximo.
***
***
-¿En serio no harás nada? A este paso Michelle va a ganar -comenta Paula un poco desesperada y decepcionada.
-Tiene razón. Ya no eres como antes. ¿Qué te pasó, Zaira? -pregunta Mika.
Suspiré y me puse pensativa para saber lo que había ocurrido conmigo en este tiempo.
Pasa, resulta y acontece que un chico que vino de Hungría, de ojos grises y cabello negro, me hizo pensar en cómo me veo mejor y que no debería de complacer a todo el mundo con tonterías.
-No lo sé -respondí corta-. Pero... creo que ya no me importa solamente.
Ellas chillan horrorizadas, se miran entre ambas y luego a mí de nuevo, asustadas.
-¡No, no! Solo espera a que tu mamá se entere -menciona Mika.
De inmediato sentí mi cuerpo totalmente tenso y ahora la asustada era yo.
-¿L..Le piensan d..decir? -pregunté nerviosa.
-¡Claro que sí! Cualquier cosa para que vuelvas a como eras antes -responde Paula.
-No, esperen... saben que me darán problemas.
-¿Y?
Ante la respuesta de ambas chicas que se supone que son mis mejores amigas, fruncí el ceño.
-¿Qué clase de amigas son ustedes? -cuestioné finalmente.
-Las que ven lo que es mejor para ti.
-¿La popularidad y ser una prostituta es lo mejor? ¿Entonces por que no lo hacen ustedes mismas? -me crucé de brazos.
-Mira, una cosa es que tú seas la prostituta. Nos haces subir la popularidad a nosotras, otra cosa es que nosotras lo seamos -responde Paula como si fuera lo más obvio y lo más normal del mundo.
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LA POPULARIDAD NO LO ES TODO
Romance¿Recuerdan el cliché más popular? Aquella típica historia donde la nerd se enamora del chico más guapo y deseado del instituto. ¿Qué pasaría si todo eso ocurre, pero desde otra perspectiva? Desde el punto de vista de, nada más y nada menos, que la...