Capítulo 14

1K 69 5
                                    

-Oye -me puse de lado para ver frente a frente a Hunter- ¿En serio fui mejor que Michelle?

Él me mira incrédulo por mi pregunta pero luego sonríe con amplitud.

-¿Bromeas? Claro que lo fuiste. Como dije... ella, siendo una mortal, se metió con el Olimpo.

Mi estómago se contrajo con esa sonrisa y mi corazón fue más rápido. Me levanté de golpe dándole la espalda.

-¿Qué pasa? -pregunta confundido por mi reacción.

-N..Nada, nada, tranquilo -dije nerviosa.

-¿Segura? -insiste en saber, asentí en respuesta.

-Aha -aseguré. Él me mira y suspira profundo, sin creerme, era obvio.

-Oye, ya que estás aquí... ¿Terminamos la penúltima parte del proyecto? Nos falta tan poco. Y dejamos lo último para otro día -propuse para cambiar de tema.

-Claro.

Ambos nos levantamos y nos vestimos. Salimos de la habitación y fuimos a la mía, ambos nos dimos una rápida ducha que la tomamos por separado porque si lo hacíamos juntos... no íbamos a salir de allí. Le presté una toalla a Hunter y cuando terminó salió vestido de nuevo pero con el cabello mojado y revuelto, se veía tan sexy... Jadeé al verlo y él me guiña un ojo arrogante.

-¿Te gusta lo que ves?

-Sí, bueno... creo que no está mal -respondí.

-¿No está mal? -se llena la mano al pecho, dramatizando-. Me ofendes, creo que voy a hacer un recuento ¡Michelle ha ganado!

Me reí levemente tratando de detener eso mientre Hunter se tiraba sobre la cama aún haciéndose el ofendido. Me senté en mi silla frente a mi escritorio y encendí la computadora.

-Ya, deja de jugar y ayúdame con esto -pedí.

-Bien, bien, ya terminé.

Hunter vuelve a levantarse y se acerca a mí. Sí nos faltaba muy poco y por eso terminamos rápidamente, le dimos una pasada rápida para verificar que todo estuviera bien y luego suspirámos y sonreímos aliviados de que así era.

-Okey, está todo -comenté comenzando a estirarme.

Hunter se levanta de la silla a mi lado y se estira también, me mira por un momento antes de hablar.

-Oye...

-¿Si? -pregunté volteando a verlo.

-¿Puedo verte sin lentillas...? -pregunta directamente haciéndome sobresaltar y paralizar.

-Y..Ya te dije que yo no...

-No puedes mentirme, la vez que me quedé dormido, cuando me despertaste vi claramente tus ojos -se me acerca y me toma por la cintura acorralándome antes de que pueda escapar-. Por favor... quiero apreciarlos mejor.

-No creo que sea una buena idea... -murmuré apartando la mirada pero me toma por la barbilla para hacerme verlo de nuevo.

-Por favor...

Yo lo miré a los ojos, vi la insistencia y emoción en su mirada, suspiré resignada y terminé asintiendo derrotada. Él me suelta y yo fui al frente del espejo.

-Quizás quieras no ver esta parte, da un poco de impresión -comenté.

-A mí no me importa en realidad pero si es lo que quieres, lo haré.

Él se da vuelta, dándome la espalda. Resoplé y comencé a quitarme las lentillas, estaba temblando un poco porque nunca le mostré esto a nadie que me estuviera esperando por ver esto. Guardé las lentillas y cerré los ojos.

-¿Ya, Zaira? -pregunta Hunter.

-Hm... sí -respondí suspirando.

Escuché a Hunter acercándose a mí pero yo aún no me animaba a abrir los ojos, quería hacerlo pero me sentía nerviosa. Sentí sus manos repentinsmente acariciando mi cintura y sus besos en mi cuello incitandome a abrir los ojos.

-Vamos... abre los ojos, princesa... -susurra en mi oído.

Resoplé y los abrí encontrándome con la mirada de Hunter por el reflejo. Él mira mis ojos como si estuviera hipnotizado completamente.

-Wou... -murmura asombrado.

Me da la vuelta con delicadeza para quedar frente a frente conmigo y así poder acunar mi rostro entre sus manos para admirar mis ojos mucho mejor-. Son... hermosos... Definitivamente los de una diosa.

Cerré los ojos y aparté la mirada sin aceptar que él estuviera diciendo eso sobre algo natural mío.

-No es cierto. No te creo -dije.

-Claro que es cierto... -me hace volver a verlo-. Si te soy sincero... las de ojos verdes, así como los tuyos, son las que más me vuelven loco. Tú lo haces sin ellos, ahora imagínate cómo me tienes ahora.

Yo no dije nada, solo me sonrojé y traté de volver a apartar la mirada para no verlo porque me estaba poniendo nerviosa.

-¿Puedo saber... por qué rechazas esos ojos tan hermosos que tienes? -cuestiona tomándome por la barbilla.

Me mordí la lengua dudando, pero sentí sus caricias en mi cintura que consiguieron tranquilizarme y fue como si me hiciera depositar toda mi confianza en él.

-Mis ojos son iguales a los de mi padre, y yo lo odio... por eso no me gustan, odio todo lo que tenga que ver con él -tensé la mandíbula.

-Pues... para mí, tus ojos serán únicos siempre, aunque se parezcan a los de otra persona, a ti te quedan perfectamente bien, combinan contigo.

-Aunque quisiera dejarlos así mi madre...

-Ya te lo dije. No cuentes con ese tipo de opiniones que ella tenga, porque está más que equivocada, tus pecas, lunares, tus ojos... son perfectos. No deberías de ocultarlos.

Nos quedamos mirándonos por mucho tiempo, sin darme cuenta de que nos estábamos acercando poco a poco hasta que podía sentir su aliento chocar contra mis labios. La sangre se me subió a la cabeza, el corazón me latía muy fuerte y estaba muy nerviosa, como si fuera a ser mi primer beso. Él rozó nuestros labios y luego me besó.

No fue un beso sexual, intenso, con lengua, ni nada como ya estaba acostumbrada... fue un beso lento, tierno, dulce... cálido... uno que jamás me lo habían dado en toda mi vida.

Subí mis manos por sus brazos hasta enrollarlos alrededor de su cuello, una de sus manos me sujeta por la cintura y la otra se apoya por el tocador para sostenernos. Me sentía como una niña que da su primer beso: inexperta.

Pero su celular comenzó a sonar, obligándonos a separarnos, fue ahí cuando reaccioné y todos mis miedos volvieron. Me separé de golpe y me alejé de él cuanto pude. Hunter me mira de una forma que no pude entender, ¿decepcionado? ¿Confundido? Su celular seguía sonando así que lo agarró y respondió con brusquedad.

-¿Qué? -aparté la mirada suspirando agitada y pensando en todo esto-. Hermanita, ahora mismo estoy ocupado...

Silencio, Hunter se sostiene el puente de la nariz con dos dedos mientras cierra los ojos y resopla cansado.

-¿Es en serio? ¿Ahora? bien. Estaré ahí en cinco -responde y cuelga.

Nos quedamos en un silencio sepulcral y un poco incómodo, entonces mi vista se topó con la cajita donde estaban mis lentillas. Caminé hacia Hunter para aparentar y que no me las quitara, cuando estuve cerca agarré la cajita y corrí al baño para encerrarme.

Pegué mi oreja a la puerta y lo escuché resoplar y maldecir para luego salir de la habitación. Suspiré pesadamente y me quedé quieta un momento antes de alejarme de la puerta y acercarme al espejo. Miré mis ojos, las palabras de Hunter tomaron lugar en mi mente. Resoplé y aún así decidí ponerme las lentillas y salir del baño, me quedé en mi habitación sin tener nada más que hacer.

LA POPULARIDAD NO LO ES TODO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora