Cap 48. Abrazando tu ausencia

1.5K 87 103
                                    


A Vic, Luz y Mariló, que los quiero un huevo y parte del otro.

Cap 48. Abrazando tu ausencia.

Desde esos días de verano,
Vivo en el reino de la soledad
Nunca vas a saber cómo me siento
Nadie va a adivinar cómo te recuerdo
Si pienso en ti
Siento que esta vida no es justa,
Si pienso en ti y esa mirada tuya

La claridad del alba cortaba la oscuridad imperante de aquella habitación. Eileen suspiró levemente mientras contemplaba con ojos inflamados cómo esa luz destructiva y demoledora se hacía paso, poco a poco, invadiendo persianas y cortinas.

La mañana la estaba saludando, encontrándola aún despierta, el dios travieso morfeo, la había ignorado aquella noche. La había dejado al desasosiego, a la ansiedad, a la sensación de abandono que la invadía.

Se volteó, despacio, para contemplar el rostro tranquilo de Neville durmiendo a su lado, su respiración acompasada, su aroma impregnando el colchón que de ahora en adelante compartirían.

Estaba feliz, estaba dónde más deseaba en el mundo estar, con él, pero su felicidad no era completa.

No había nada que pudiera hacerla cambiar de parecer, había tomado una decisión, habían recorrido un largo camino hasta llegar allí, había sufrido, había llorado, había madurado... y a pesar de resumirlo de aquella forma tan simple pudiera parecer que era una desgracia, era terriblemente feliz. Ella ya se lo gritó cuándo comenzaron a salir aquella noche en la sala común de gryffindor, le daba igual luchar contra viento y marea si con ello estaban juntos.

Era una convicción que le había acompañado todo este tiempo... pero una cosa era decirlo y otra hacerlo. Era más duro de lo que había sospechado, jamás pensó que sus acciones iban acarrearle tanto desamparo.

Pero no se arrepentía de nada en absoluto. Tenía lo que tanto había soñado, el comienzo de una carrera deportiva dentro del mundo del quidditch y el hombre de su vida durmiendo a su lado.

Aunque de todas formas, no podía evitar sentir aquella tristeza que la invadía, que impedía sentirse de una forma plena.

A pesar de que su historia pareciera sacada de un cuento, una novela que narrara un intenso romance, el final no era de cuento de hadas precisamente. Neville se lo había advertido muchas veces durante el comienzo de su relación, que las cosas se pondrían complicadas para ambos y ahora aquel temor era su presente.

Estaban juntos, pero habían inmolado mucho por el camino y se sentía triste al sopesar todo lo que había sacrificado Neville. Su precio a abonar había sido superior, había pagado con su vida hasta ahora, con su vocación, con su profesión.

Tragó saliva con dificultad, dejándole un regusto amargo en la garganta, de la que era incapaz de desprenderse.

Ella empezaba su carrera, en cambio él, la terminaba.

Espero que nunca te arrepientas de ello, me esforzaré día a día para que eso nunca ocurra. Que nunca me eches en cara lo que tuviste que sacrificar para estar conmigo. Haré que merezca la pena.

Aunque ella había pagado también un precio, Elle también sentía que le habían arrebatado algo muy preciado, alguien que siempre había dado por hecho que estaría con ella, pasara lo que pasara, como una gran roca inamovible.

Recordó con todo el dolor de su corazón, su mirada de profunda decepción, la espalda encorvada de su padre al entrar en la casa que había sido hasta ahora su hogar y ahora sentía como extraño.

Cuando pensaba en él, sentía una batalla de sentimientos contradictorios luchando en su interior.

Aún sentía ira, desilusión, desengaño, rabia... cuándo recordaba todo lo que había hecho su padre la invadía un sentimiento de amargura e irritación que la hacía temblar.

No te acerques tanto a ellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora