No te acerques tanto a ella

Cap 46. Snape vs Snape

No me Abandones
No dejes que me aleje de ti
No me Traiciones
Ahora me siento Arrepentido
No me Abandones
No dejes que yo vuelva a Caer

Estaba amaneciendo cuándo llegó a su despacho en Hogwarts a través de la red Flu. Acababa de salir del hospital y aún le dolía horrores la cabeza. Logan había insistido en dejarla allí un día más en observación, pero ella había pedido el alta voluntaria a pesar del disgusto del medimago. Estaban muy cerca de terminar el curso y no podía permitirse perder un día de clases, además aún no controlaba muy bien su labor como Jefa de la casa Gryffindor, que había sumado tareas a su ya dilatada lista.

El dolor de cabeza era un tanto molesto, nada que no pudiera aliviar tomando pociones para el dolor, pero por lo demás, se sentía bien.

Al menos físicamente.

Se sentó en la mesa de su despacho y miró por la ventana, las primeras luces del alba estaban devorando la oscuridad y era un espectáculo precioso.

No recordaba cuándo fue la última vez que contempló un amanecer...

Entonces pudo verse en el reflejo del cristal y apenas si pudo reconocerse. ¿Cuándo comenzó a fruncir el ceño continuamente? ¿Desde cuándo tenía aquel aspecto de continua amargura?

No supo decirlo, hubo un momento en su vida que dejó de ser aquella joven risueña para convertirse en aquella adulta tan triste y no se había dado cuenta del proceso.

La tarde anterior mantuvo una conversación profunda con alguien inesperado. Logan y ella habían hablado sin tapujos. Jamás nadie le había hablado así, con tanta sinceridad y eso la había hecho abrir sus ojos.

Quizás ella se había convertido en una adulta seria y estricta... Eso no tiene nada de malo en realidad, pero lo que no le gustaba, es que había dado un giro a convertirse en mala persona.

Nadie es perfecto y hay veces que andar en el sendero de la vida hace que tomes caminos tenebrosos, pero si de repente te das cuenta, lo ideal es salir de la oscuridad e intentar emendar tus errores.

No podía hacer nada para remediar lo que había hecho: Había expuesto a una alumna a la que debía proteger. La había lanzado sin remordimientos a las garras de la prensa y eso no iba a perdonárselo nunca.

Tan sólo era una niña y ella una mujer hecha y derecha, ella tendría que haber mostrado más entereza. Sí, ella le había arrebatado lo que más deseaba en el mundo... ¿Pero acaso le había pertenecido alguna vez? No, Longbottom siempre la vio como una compañera de trabajo y nada más.

Había sido una mala persona y una mala profesora.

A ella le gustaba lo que hacía, cuándo decidió meterse en la enseñanza mágica lo hizo siguiendo su verdadera vocación. ¿Cuándo había comenzado a usar su poder para machacar a sus alumnos? ¿Cuántas veces había machacado a Eileen Snape sin ella merecerlo?

Eileen Snape... su odio hacia ella era fruto de unos celos por una relación que envidiaba. Nunca había congeniado con la muchacha, eso también era verdad. Las relaciones entre personas son como los polos de un imán, con algunas es muy fácil relacionarse y otras producen rechazo. Eileen Snape y ella estaban cargadas de fuerzas distintas, era evidente la antipatía que se profesaban, pero ella era su profesora y debía tratarla como a cualquier otro alumno. Esa clase de cosas no debía influir en su juicio, debía tratarlos a todos por igual.

Y ese rechazo creció al saber la relación amorosa que mantenía con el profesor de Herbología.

Se había enamorado perdidamente de Neville Longbottom desde el primer año que la contrataron como profesora en Hogwarts. Ella había llegado siendo una novata ilusionada, con un montón de ganas de trabajar, pero muy desorientada. Él llevaba ya unos años en la enseñanza y siempre estuvo dispuesto a echarle una mano... Había atesorado esos sentimientos en silencio hasta que ese año decidió hacer algo. Ella estaba completamente segura que Longbottom estaba hecho para ella, que juntos podrían llegar a ser muy felices.