Cap 7. La promesa al profesor.

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Eileen Snape pegó con cierta timidez en la puerta del despacho. Era aún muy temprano y aún no habían bajado siquiera al comedor a desayunar, cuando había recibido una nota del jefe de su casa, citándola inmediatamente a su despacho sin demora. La voz amable y suave del profesor Longbottom sonó tras la puerta, indicándola que podía pasar.

-¿Me ha llamado profesor?- dijo con ciertas reticencias desde el quicio de la puerta. Casi siempre que la citaba en su despacho, era para regañarla por alguna trastada que hubiera hecho compinchada con James. Afortunadamente sus riñas no duraban mucho... aunque aún no le había dado tiempo para hacer nada malo.

Neville levantó su rostro de su mesa.

-Sí, pasa. Siéntate- dijo indicándole con la mano una silla delante de su escritorio.- No te quedes en la puerta.

Eileen tomó asiento, tomando aire con fuerza y mirándose los pies con atención. Tímidamente subió la mirada y observó a su profesor de herbología concentrado, hurgando en unos papeles que tenía desordenados sobre la mesa. Por fin encontró el que buscaba y se lo tendió.

-Quería entregarle yo mismo su horario de clases y hablar muy seriamente con usted...

Si la llamaba de "usted" chungo... estaba enfadado con ella.

-¿Qué he hecho ahora?- preguntó Eileen con resignación. Sabía que se aproximaba una bronca por el horizonte.

-Por ahora nada... No sabe lo que me ha costado este año que la señora Graham la aceptase en su clase de Transformaciones. Sé de sobra que Pociones, DCAO y Herbología se le dan estupendamente, pero este año se tendrá que esforzar el doble en transformaciones y en Encantamientos, no quiero que vuelvan a quejarse de ti. El año pasado me la dieron usted y Potter...- Eileen puso cara de cordero degollado. Una táctica que le venía siempre muy bien con el profesor. Pareció relajarse un poco.- Sé que tienes todo lo que necesitas ahí dentro.- Neville señaló la cabeza de su alumna-no eres torpe, ni tonta. Sólo una vaga. Tendrás que esforzarse más...

Ya la volvía a tutear, ya se le estaba pasando el enfado...

Eileen resopló, Transformaciones era una asignatura que definitivamente no se le daba nada bien. Además la profesora Graham le parecía una verdadera gilipollas. Y Encantamientos le parecía un verdadero pestiño. Eileen sujetaba su horario con una ceja levantada.

-Ya sabes que necesitas esa asignatura para ser Auror.-prosiguió él.- Y te exigen al menos cinco EXTASIS para entrar en esa carrera.

Eileen bajó la mirada... ¿Auror? ¿Era eso lo que realmente quería hacer con su vida? En realidad ella no se lo había planteado nunca seriamente, su padre lo había hecho por ella. Desde siempre le había inculcado que ese era el mejor camino a tomar, ser una importante Auror del ministerio... Ella había aceptado esas pautas sin plantearse siquiera sus deseos. Al principio le parecía muy lejano el día de dejar Hogwarts y enfrentarse al mundo. Pero ese día cada vez estaba más cerca y ella debía plantearse muchas cosas. Pero siempre había querido contentar a su padre... en todo.

Sintió la mano cálida del profesor sobre su mano. Elle levantó la vista del suelo y se enfrentó a la mirada escrutadora del jefe de su casa.

-¿Eileen te ocurre algo? ¿No estás contenta?

-En realidad...-dudó un momento- no sé si quiero ser Auror...

Longbottom torció el gesto. Eileen siempre había sido de sus alumnas la que más claro lo había tenido siempre, era buena chica y una buena estudiante... cuando quería. Desde muy pequeña siempre había afirmado que quería ser Auror... Siempre lo había tenido tan claro, que esas dudas lo dejaban descolocado totalmente.

No te acerques tanto a ellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora