Hola a todos, no es mi intención echaros el rollo antes del cap, me conformo con hacerlo al final, para que me podáis ignorar impunemente... sólo es para hacer unas advertencias. Este capítulo contiene escenas subidas de tono o mejor dicho, sexo explícito, palabras soeces y ultra violencia. Leer bajo vuestra responsabilidad. Ahora sí:
Cap 28.Del infierno al suelo.
Aquí me ves quemando margaritas a tus pies
con la lengua ardiendo
y mi alma a la sombra de un ciprés.Neville Longbottom sintió como ese malestar de cabeza que llevaba acechante durante toda aquella tediosa tarde en la biblioteca, se revelaba en todo su esplendor, explotando en sus sienes en un dolor punzante. Huyó de la biblioteca con todas sus pertenencias bajo un brazo tras despedirse de Hermione e ignorar esa oscura mirada que le taladraba desde lo lejos, dudó un momento acudir a la enfermería a pedirle alguna poción para el dolor de cabeza a Pomfrey. Se pasó la mano por el rostro, pensativo. Tampoco era algo que no pudiera soportar, y no quería perder más tiempo: la idea de ir a ver a Eileen a la sala común era más urgente que cualquier sensación de dolor en su cuerpo.
Además, posiblemente ella tuviera alguna poción para el dolor de cabeza, era un pequeño almacén de brebajes andante.
No pudo evitar sonreír al recordar a su dama gamberra. Se moría de ganas por verla, aunque fuera por un momento fugaz para cumplir su misión como recadero. Lamentaba tanto haberse perdido su cita con ella en los invernaderos...
¿Qué habría estado haciendo durante todo el día? Eso le hizo sonreír aún más, tomando rumbo hacia la torre Gryffindor. Viniendo de su Eileen, seguro que nada bueno. La noche anterior amenazó con hacer una pintada perenne de las suyas en la puerta del despacho de la profesora Graham, donde con una sola palabra quería resumir, según ella, la dudosa reputación de la mujer. Naturalmente él le había advertido muy serio y con dureza, que como se le ocurriera grabar la palabra "puta" en la puerta de la profesora de transformaciones, no volvería a pisar el campo de quidditch mientras estuviera en Hogwarts...
Menudas ideas las de su Eileen... a veces le daba miedo ese carácter explosivo, increíble, tan insólito, tan imprevisible, tan directo... Era incapaz de saber en qué pensaba o por dónde podría salir de pronto, casi sin venir a cuento.
Era justamente lo que más le hacía enloquecer de ella, lo que contrastaba con el suyo, tan obvio, tan tranquilo... tan apacible cómo le decía ella.
Caminó con decisión hasta la torre Gryffindor, impaciente por verla, por ver sus ojos color miel y su sonrisa. Sólo su poderoso recuerdo imprimía en él un hormigueo que le recorría cada tramo de piel, que le hacía estremecerse y llenarse de cierta excitación. Cada día le costaba más trabajo contenerse con ella y guardar las formas. Tenía que tener autocontrol y no pasarse con ella, después de todo él era un adulto, el responsable, el profesor y no un adolescente hormonado, incapaz de contener sus impulsos... aunque cada vez le costara más trabajo contenerse con ella. Solo el aroma de su cabello despertaba en él sus más oscuros deseos, haciendo la proximidad de la chica casi insoportable... Por Merlín que necesitaba con urgencia una ducha helada...estaba seguro que si se tiraba al lago, lo evaporaría con el calor de su cuerpo.
Pero Eileen... era mucha Eileen. Ese descaro del que hacía gala, su cabello largo azabache, su rostro, su sonrisa... su dulce y grácil cuerpo. Todo aquello que le hacía perder la cordura...cuando se cruzaba de brazos alzando una ceja con sarcasmo, nunca hubiera imaginado que ese gesto que siempre había repudiado en otras personas, sobretodo en su padre, lo iba a amar en ella...
Elle era única. Era su dama gamberra... era su amor.
No quería pecar de cursi, ni de ingenuo, vale que lo suyo con ella acababa prácticamente de comenzar, que era una adolescente volátil, indecisa y quizás cambiase de opinión con respecto a él y se cansase rápidamente de su relación... pero lo único de lo que podía estar seguro era de una cosa: La amaría siempre. Ella, en esos pocos días que había compartido con él, le había hecho el hombre más feliz sobre la tierra, sin necesidad de nada más que de su presencia... Ella había llenado todo ese vacío que imperaba en su vida, ella había impregnado su vida de alegría, de emoción... por primera vez en mucho tiempo se notaba más animado... vivo.
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No te acerques tanto a ella
Hayran KurguSecuela del fanfic "No te acerques tanto a mí" (Sevmione) Severus Snape vive una vida feliz y plena junto a su esposa Hermione y su única hija Eileen. Hermione está sumergida en una importante investigación de medimagia y él se gana la vida escribie...