Capítulo 45 Descubrimientos y decisiones

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—¿Ya están aquí?

Arreglé una vez más la falda con volantes del vestido boho azul que usaba y sujeté el cuaderno que tenía entre mis manos con fuerza, no era la primera vez que los veía, sin embargo, esta vez sería como mis parientes en lugar de amigos de la familia.

Supe que tenía un tío, una tía y un primo, añadiendo que ya los conocía no pude evitarlo y quise verlos de inmediato. Ellos, del mismo modo, al conocer la situación decidieron viajar hasta aquí para encontrarnos.

Mi madre tenía un hermano, un par de años menor que ella siendo un joven adulto cuando sucedió el ahora llamado "día del hechizo", despertó junto a su esposa siete años antes que yo al encontrarse fuera del palacio principal y en el tiempo hasta que despertara tuvieron un hijo.

El joven duque de Carey, ese chico era quien yo conocía como David Carey y teníamos la misma edad por alguna curiosa coincidencia.

—Lya, ¿estás lista? —preguntó mamá sacándome de mis pensamientos sobre ellos para enfocarme en encontrarlos directamente, pensaba sentarme, pero al observar a todos de pie no quise ser la única con ese privilegio, además, me sentía más cómoda de esa manera prefiriendo caminar en un círculo imaginario repasando lo que iba a decir.

Escuché los pasos apresurados acercarse y tocar dos veces la puerta. Cuando mi madre la abrió logré ver con claridad a la persona frente a mí.

Me quedé en silencio al verlo, para luego formar una sonrisa y proseguir con risas por la divertida imagen que teníamos enfrente.

—El joven duque de Carey se presenta formalmente a la princesa heredera de Taurel­­ —mencionó con elegantes palabras David al mismo tiempo que inclinaba hacia adelante su torso.

Usaba un traje gris y una camisa negra que se dejaba ver ya que traía su chaqueta colgada en el antebrazo, solía lucir ropa más informal y sin duda verlo vestido de esa manera fue una sorpresa divertida, correspondí a su saludo con un asentimiento de cabeza.

—Su presencia nos otorga un gran placer, joven duque —respondí y rió por la formal que sonaba entonces lo cambié por un —Hola, David —más familiar, y él saludó a mis padres y a mis hermanos entrando en el contexto.

Avanzó cerrando la puerta tras de él —El duque y la duquesa llegarán en unas horas, me enviaron primero a relajar un poco el ambiente.

Agradecí internamente su gesto al no presionarme entonces aprovecharía un poco el tiempo con David para realizar algunas preguntas.

—¡Vaya! Hace años no usaba un traje así, aunque este es bastante cómodo —bromeó con su aura chispeante —Para ustedes es igual ¿verdad? —preguntó dirigiéndose al médico en la sala y a Vasko.

Ellos solo lo observaron riendo en silencio a la vez que asentían, pero Vasko añadió —Luego de un tiempo llegas a extrañar este uniforme —sin duda la chaqueta azul con detalles grises en la manga y cuello resaltaban su cargo dándole un aire elegante y práctico.

El asunto de mi gran descubrimiento apresurado de ser princesa resultó implícito en la conversación, no tuvo que mencionarlo porque ya era muy obvio tan solo se mostró dispuesto a contarme lo que quisiera saber.

—Entonces, ¿Qué es lo primero que quieres saber? —preguntó volteando a verme.

Salimos al patio trasero, con mis botines cremas avanzaba dando pasos lentamente empezando a dar vueltas alrededor. Realmente algunas de mis dudas principales ya habían sido resueltas, pero por lo que estaba realmente más emocionada era saber cómo era Taurel desde el interior.

—¿Has viajado a Taurel con frecuencia?

—Viví allí toda mi infancia y voy dos veces por año desde que despertaste —fue su respuesta y comencé preguntarle sobre cómo era estar allí —Conservamos ciertas costumbres, pero no quiero que imagines a Taurel como un lugar de la Edad Media...

El Destino De La SeñoritaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora