El desfile empezaba a las 10am, pero tenía algunas cosas importantes que hacer empezando la tarde anterior. Habia olvidado por completo que mamá me pedía realizar este tipo de informes durante estas fechas.
1. Idea un plan de distribución factible con el presupuesto para la mejora de dos hospitales y la reconstrucción de un puente de 30m de largo.
2. Detalla las preparaciones para un evento en donde se reúnan representantes de importantes naciones.
3. Establecer una lista de...
La lista seguía así sin terminar, recibía este tipo de tareas cada seis meses, todos los años antes de iniciar las clases en la escuela para ver si mis clases extra estaban dando frutos. Tras pasar por tantos diría que ya estaba acostumbrada, pero lo extraño que me parecía no disminuía porque realmente eran preguntas las cuales no tendrían relevancia en mi futuro.
¿Por qué realizaría un evento para reunir a diferentes presidentes siendo doctora o ingeniera? No tenía sentido, pero aún así lo hacía sin quejas y este año la lista parecía haberse triplicado.
La recibí por la tarde y desde ese momento pasé largas horas sentada en mi escritorio con nada más que un lapicero, muchas hojas y una taza de té que fue llenándose cada vez que la terminaba ya sea por mi madre o mi hermana, di gracias a los cielos cuando acabé porque no planeaba volver a ver esos documentos en toda una vida tanto que olvidé porque lo había hecho y me quedé dormida en la silla usando mis brazos como almohada sobre la mesa.
Sin llegar a la fase de sueño más profunda sentí cuando mi hermano me llevó hasta mi cama y mi hermana me cubría con una manta.
No tuve el largo sueño que esperaba.
—Lya, despierta —escuché que me llamaban.
—Déjenme dormir —pedía revolviéndome entre las mantas.
—Me pediste ayer que te despertara para ir juntos —trató de convencerme.
—Solo un rato más —dije sin analizar mucho lo que dijo y cuando me di cuenta ya estaba rodando en dirección al suelo con almohadas —¡Vivian! —exclamé levantando mi torso para encontrar a mi tranquila hermana que acababa de tirarme de la cama.
—Terminaste el papeleo y dormiste un poco, si todavía quieres podríamos ir a ese desfile —reconocí a mi padre apoyado en el marco de la puerta observándome tirada en el suelo.
—A penas son las 10:30am, además también habrá un festival, eso no sabías —habló Vivian extendiéndome sus manos para ayudarme a estar de pie
Recordé el desfile y tomé sus manos levantándome de golpe haciendo que todos los músculos de mi cuerpo dolieran por no estirarme antes, sacudí un poco mi cabeza antes de mirarlos.
—¿Aún tenemos tiempo? —pregunté recomponiéndome y ambos asintieron —Entonces alístense, bajaré en un segundo —agregué poniéndome de pie y sacando ropa de mi armario.
—Lya —me llamó papá sosteniendo la pila de hojas sobre la mesa.
—¿Sí?
—Buen trabajo —felicitó sonriendo y le devolví la sonrisa antes de que se fuera cerrando la puerta.
Observé mis grandes ojeras de panda a través del espejo, luego de lavarme el rostro continuaban allí aunque ya no me sentía cansada. No tardamos mucho y en unos minutos ya estaba, junto a mis hermanos porque mis padres tenían cosas que hacer en casa, en la plaza central donde estaba terminando el desfile.
Por lo poco que alcancé a ver había sido bastante llamativo, el confeti quedó esparcido en el suelo y los trajes de las personas que participaron tenían muchos colores y detalles simbólicos del otoño.
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El Destino De La Señorita
Fantasía¿Logrará vencer el destino que le espera? Justo antes de su cumpleaños, un día de primavera. Al iniciar la preparatoria se espera que exista amor, amistad y anécdotas en la rutina. Para Lya un hechizo que no sabe que posee podrá cambiar sus planes y...