El Destino De La Señorita

Especial: Historia de amor del pasado

¿Recuerdan que iba a contar la historia de como se conocieron mis abuelos?

Bueno, estando tan cerca de llamarlos para preguntarles sobre el brazalete que guardaba otro secreto relacionado con el reciente acontecimiento creo que es buen momento para hacerlo.

Ellos eran jóvenes representantes de sus casas, en sus familias no era común que para el matrimonio primara el amor y terminaron casándose por motivos económicos y sociales, no eran del todo adinerados aunque tenían un ingreso considerablemente superior al promedio.

Mi abuela continúa realizando comentarios en broma sobre el asunto y es así como pude escuchar su inesperada historia de amor que se guardábamos con algo de egoísmo Vivian, Vasko yo, esperando que podamos tener un poco de su suerte como ellos, tal vez en diferentes circunstancias.

Mi abuela, una mujer encantadora, bondadosa y gentil era la más perfecta compañera, la habían educado para siempre parecer la más bella y delicada flor en la sociedad aunque esas eran solo apariencias en las que era muy buena.

Mi abuelo, en su época, un joven atractivo, educado, algo tímido, pero bastante fuerte también había recibido la educación de siempre proteger a su esposa sin que se le permitiera hacer algo más que las rutinarias actividades femeninas a lo que me refiero, bordar, organizar fiestas y administrar nada más que el hogar, aunque eso era sólo lo que personas cercanas a él pensaron que lograron inculcarle.

Ambos tenían diferentes ideas a los demás de lo que a matrimonio se refiere, pero no podían ir en contra y a pesar de que al conocerse se atrajeron por el encanto de ella y el atractivo de él los primeros meses fueron bastante serios y aburridos llevando una común vida de casados al creer ella que él era un marido que subestimaba la habilidad de las mujeres y él que ella era una común dama de sociedad.

Pasaron 6 meses desde su matrimonio cuando las cosas comenzaron a tornarse distintas. Mi abuelo tuvo que realizar un viaje de negocios fuera de su residencia y el territorio que poseían dejando sola a mi abuela. Fue en ese momento donde ella pudo sentirse con más libertad de hacer lo que le gustaba y dejar las apariencias, de cómo una dama debe ser, practicando lo que más amaba, el tiro con arco.

Las habilidades físicas según cuentan ellos se veían mal en una señora que debía ser delicada y por eso lo escondía decidiendo no practicarlo en los momentos que se encontraba acompañada de su esposo, pero en esa oportunidad al encontrarse sola le prepararon lo necesario y cada mañana practicaba con total libertad guardando el secreto entre sus doncellas más cercanas.

También algo en lo que era buena eran los negocios y las estrategias de mercado, aprendió leyendo los libros de su padre a escondidas llegando a ser incluso mejor que mi abuelo, por eso cuando surgió un problema inesperado en su residencia, el cual era administrada por un encargado de aparente confianza en ausencia de mi abuelo, pidió los informes de gastos y ventas realizadas, el cual aunque intentaron evitarlo, al final decidieron brindárselo. Ella notó el claro desbalance de ambos al realizar un gran número de gastos sin fundamento o por sobre lo que deberían y una venta en la que se recibió mucho más dinero que desapareció en el aire.

Al día siguiente, cuando terminó de leer las veces necesarias y organizar cada venta y gasto irracional con su total elegancia y calma mandó a llamar a los encargados que no esperaban que ella fuera tan capaz de comprender el informe por lo que se veían muy relajados y sin ninguna preocupación, obviamente aún no existía cuando surgieron los hechos, pero con solo escucharlos esas personas me desagradan por completo, actuó con inocencia y delicadeza esperados de una dama, pero en el momento que uno dijo algo con tal altitud de descaro no pudo mantener las apariencias.

Retroceso en el tiempo

—El informe fue perfectamente redactado, señora, nosotros trabajamos muy duro para el bienestar de la familia que deberíamos recibir un aumento, si es tan amable de solicitárselo al señor estaríamos muy agradecidos.