Capitulo 10 Mi vecino

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Luego de obtener el permiso de mis padres le dije a papá que le preguntaría a Todd si quería salir con Felipe y conmigo.

—Me parece buena idea —dijo y casi susurrando cerca de mamá agregó —Si está con él estará segura —le iba a preguntar por qué había dicho aquello, pero mamá actuó primero golpeándolo con el hombro haciendo que recordara que iban a reunirse con otros padres de mi aula siendo los representantes para preparar un pequeño presente a la profesora que estaba por jubilarse.

—La profesora Anamelba fue quien te guió en tu primer día ¿cierto? 

—Sí, no sabía su nombre ni que les había enseñado a Vivian y Vasko —recordé su amable actitud —No imaginé que estuviera cerca de jubilarse.

—Es lo que me han dicho, parece ser que es antes de lo usual —comentó mamá buscando la mirada de papá para confirmarlo.

—Ha enseñado por mas de cuarenta años allí, recuerdas que en una reunión del aula de Vivian lo mencionó, tiene el respeto de todos en la escuela.

—Entonces organicen una bonita despedida para ella, terminen temprano para llegar a tiempo a la reunión —mencioné con energía con una sonrisa.

Mi madre continuó cocinando el almuerzo, mi padre continuó su trabajo misterioso en la computadora y yo me dirigí a la casa de Todd a preguntarle si quería acompañarnos, pero al salir vi que las flores y el jardín necesitaban un poco de agua, tomé la regadera al lado de la puerta para empezar por las rosas y el resto de flores, delicadamente les dejaba un poco de agua, al terminar tomé la manguera que estaba enrollada al lado de una maceta vacía en el jardín y empecé con la mitad de la derecha.

Estaba por continuar con el lado izquierdo del jardín cuando noté que a una cuadra en frente había una mujer de pie enfocándose en mi dirección, voltee la mirada algo nerviosa, pero la continuaba observando de reojo, sentía algo muy extraño en ella. Estaba vestida con unos botines grises, jeans negros con una blusa suelta de color azul y la cubría un abrigo del mismo color hasta las rodillas, además estaba usando su capucha impidiendo que viera su rostro su rostro, dejé de verla esperando que se fuera en algún momento, pero se mantuvo allí sin haer ningún movimiento.

Estaba por terminar de regar el jardín sintiéndome realmente incómoda cuando de pronto Todd salió de su casa y al verlo la mujer se alejó rápidamente, él la observó y luego se acercó a mí deteniéndose al borde de la cerca.

—¿Te encuentras bien? —preguntó y volteó otra vez asegurándose de que se haya ido.

—Sí, solo me afectó su inusual aura —afirmé tranquila —De hecho ni le vi el rostro —agregué.

—Mejor así —murmuró.

—¿La conoces?

Se quedó viendo a la dirección en que se fue la chica, luego volteó y cambió lentamente su expresión seria a una mucho más cálida y sonriente sin escuchar mi pregunta.

—¿Y qué estás haciendo? —preguntó.

—Me dirigía a tu casa, pero me detuve a regar las plantas —las señalé con la mirada, terminé de regar el césped, él tomó la manguera que sostenía e iba a dejar en el suelo y lo hizo en mi lugar, le pregunté a qué había salido y me dijo que tenía algo importante que decirme —¿De qué se trata?

—Ibas a decirme algo primero, adelante—me cedió apoyándose en la cerca, le conté lo de ir al cine con Felipe y que si quería podía acompañarnos, él permaneció pensándolo un segundo.

—Ir al cine con Felipe, bueno creo que... 

Analicé mis palabras y reaccioné a tiempo para evitar que un malentendido cruzara por su mente —Sería bueno salir como amigos, tuve una pequeña diferencia con él, pero me gustaría agradecerles por ayudarme ese día en el parque de diversiones. 

—Gracias, pero estoy algo ocupado —me rechazó con una expresión tranquila sin ninguna indicio de mentira.

—Entiendo, no te preocupes —le dije —¿Y tú qué querías decirme? —pregunté, me miró algo nervioso se frotó la nuca con nerviosismo.

—Quería invitarte... y a tus padres al cumpleaños de mi mamá —me informó, debía preguntarle a mi padres antes y entonces le pregunté cuando sería—. El 23 de agosto- —respondió.

—Le avisaré a mis padres aunque me parece que si están libres —mencioné calculando que día de la semana era, entonces una leve sonrisa apareció en su rostro, tenía una linda sonrisa mostrando ligeramente sus dientes.

También sonreí y volví a ofrecer mi invitación pero amablemente me volvió a decir que estaba ocupado entonces le pregunté que haría por curiosidad —Iré con mi padre a entrenar —me respondió emocionado.

—¿Entrenar qué?

—Defensa personal —respondió —Papá me lleve con uno de sus amigos desde pequeño para... bueno siempre sirve de algo, además luego mi madre va a enseñarme a bailar para su cumpleaños —comentó sonriendo, yo lancé una pequeña risa —¿Qué pasa? —me preguntó sonriente.

—Es que no te imagino bailando.

—Soy un buen bailarín, solo que no practico hace mucho—confesó imitando la pose de donde deben ir las manos, en ese momento salió mi mamá para avisarme que ya estaba servida la comida y saludo a Todd, él bajó los brazos devolviéndole el saludo muy respetuosamente.

—Enseguida entro —le dije con cortesía y voltee a verlo  —Ya debo irme, hasta luego.

—Nos vemos —dijo volviéndose a su casa lentamente, llegué a la puerta y volví a voltear igual que él, moviendo la mano de un lado a otro, Todd lo hizo también y después entré a casa.

Fui a la cocina, ya estaban sentados mis padres y los tres juntos empezamos a comer, luego de un momento le dije a mi padre que le había pedido a Todd acompañarme pero tenía cosas que hacer.

—Entiendo, bueno, entonces ten mucho cuidado.

—Sabes que puedo cuidarme sola —dije —Cinco años aprendiendo defensa personal no son nada —agregué sonriendo, él sólo sonrió entonces mi madre me preguntó a qué cine iríamos —Al del centro comercial, es el más cercano —le dije luego de probar mi último bocado de tallarín, me levanté de la mesa, lavé mi plato, me serví un vaso de limonada y me dirigí a mi cuarto para elegir lo que iba a usar, revisé mi teléfono y habían 2 mensajes de Felipe:

—Holaa
—Qué tal??

—¿Bien y tú?-le escribí

—Super, ¿nos vemos a las 3 en el centro comercial?

—Está bien —escribí.

—Nos vemos más tarde —me escribió con caritas felices.

Dejé mi celular y fui a la sala de estudio a leer mi libro y terminar de beber mi limonada, al acabar dejé un marca páginas en el libro para luego empezar a vestirme con la ropa que había elegido, unos jeans azul, una blusa a cuadros larga color celeste  con mangas hasta los codos junto con un cinturón marrón y mis zapatillas blancas.

 Eran cerca de las 2:30pm entonces me apresuré, sequé mi cabello y me peiné dejando una línea al costado derecho sujetando el otro lado con un broche, tomé mi cartera guardé $40, mi teléfono y mis llaves, bajé y les dije a mis padres que ya me iba mi mamá se despidió de mí no sin antes recordarme que me pusiera bloqueador porque la luz del sol era muy fuerte.

Salí de casa y tomé un taxi hasta el cine, le agradecí al taxista luego de pagarle.

—De nada señorita— me respondió, entré a buscar a Felipe, pero mientras caminaba sentí un ligero aire frío desde el techo que bajaba hasta mi espalda, era el aire acondicionado y me di cuenta que no había llevado una chaqueta, planeaba regresar a casa rápido para luego volver, salí del centro comercial y me encontré con Felipe que estaba a unos metros a mi lado derecho se dio cuenta de que estaba allí y alzó el brazo para hacerse notar al mismo tiempo que se acercaba caminando.

El Destino De La SeñoritaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora