Capitulo 3 Conociendo a alguien nuevo

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Empecé a sentirme muy triste por Celeste ya que estaba muy enamorada de Felipe, se llevaban muy bien y no había ninguna señal de que estaban tan cerca de terminar. 

Para ese momento yo tenía claro que mis sentimientos por Felipe debían ser solo de amigos y mi relación con él se quedaría en una amistad por lo que me dediqué a ser una buena amiga y brindarle el mayor apoyo que pudiera. El asunto era que tenía una nula en experiencia en eso, sin saber que palabras eran las adecuadas.

Además, Celeste tenía lo que Alicia y yo llamábamos "corazón de pollo", no solo era frágil físicamente, cualquier evento dependiendo del tipo la emocionaba o la deprimía mucho convirtiendo todo en un campo de cristal

El silencio se prolongó sin mencionar nada sobre los motivos de su rompimiento, pero a su tiempo y sin darse cuenta empezó a dar pequeños detalles entre las lágrimas que resbalaban de sus rosadas mejillas.

—Me dijo que seamos amigos.

"Algo usual de todos los chicos"

—No tiene claro sus sentimientos.

"Era claramente una excusa"

—Está... enamorado... de otra.

"Eso ... espera ¿qué?"

¿Cómo reaccionas ante una revelación como esa? ¿Acaso estaba loco para decirle algo así? Me quedé perpleja

No es que hablara muchísimo con Felipe, pero sin duda nunca había notado su interés por alguna otra chica, además, era muy difícil que le gustara otra persona ya que no pasaba el tiempo con nadie más que con Celeste y cuando estaba con ella sus ojos brillaban como nunca en señal de que estaba muy enamorado. 

Me quedé hasta que llegó su autobús y luego seguí mi camino a casa. Al principio la hora en que llegué les disgustó a mis padres.

—¿Por qué la tardanza? —preguntó mamá que me esperaba sentada en el sillón de la sala. La escena se sentía novedosa.

—Yo... encontré a Celeste en el paradero a dos cuadras y... —su mirada fija no colabora poniéndome nerviosa a pesar de no haber hecho nada malo —ella pasaba por un mal momento, no puedo explicártelo ahora, iré a cambiarme —manifesté con rapidez subiendo los peldaños de dos en dos.

—Lya,... Lya vuelve aquí.

Llegando a mi habitación le expliqué sentadas ambas sobre la cama y comprendió reflexionando internamente.

—Bueno, a veces estas cosas pasan sin que puedas evitarlo, lo mejor para ella será pensar que fue lo mejor y seguir adelante.

—Sí, pienso lo mismo, pero no sabía cómo decírselo en el momento. Hablará con Alicia tal vez pueda ayudarla mejor que yo.

—Estoy segura que estará bien ya verás —sonrió acariciando mi cabeza como una niña.

Luego del almuerzo y un momento de descanso, hice mis tareas y hablé con Celeste.

—Mi corazón de pollo se volverá un corazón fuerte, uno de gallina, espera no, eso no suena bien, un corazón de león es mejor —sonaba tan animada con por la mañana.

—Es muy bueno, ¿hablaste con Alicia?

—Aún no la pensaba llamar más tarde no quiero arruinar su celebración familiar, ¿sabes? él era un tonto a veces, y creo que solo necesito golpearlo en la cara una vez, y ya está, pero tal vez  saldría más lastimada yo.

Me confundió un poco su gran cambio en un par de horas, aunque ella era muy fuerte luego de unas horas de reflexionar por supuesto, quise también hablar con Felipe ya que me causaba intriga todo lo que pasaba pero no se conectó.

El Destino De La SeñoritaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora