Capítulo 51 Entrenamiento

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Proseguimos el recorrido llegando al campo de entrenamiento, pude ver a Vasko y al vicecapitán Gabriel de lejos practicando con un grupo, mientras otros estaban formados en un círculo alcanzando a ver a Todd dentro de este.

Vivian le escribió a Vasko para avisarle de nuestra presencia y en cuanto nos observó de reojo le indicó algo a Gabriel quien se acercó con una bolsa de papel.

—Su alteza, conseguí este uniforme, lo usamos en los entrenamientos la acompañaré para que se integre —menciono extendiendo la bolsa que recibí analizando su contenido.

—Los vestidores son por aquí —dijo la señora Emily empezando todos a caminar.

—Este lugar no ha cambiado mucho —comentó Vivian observando alrededor.

—Solo modernizado —respondió la señora Emily, llegamos a los cambiadores y entré a uno con Vivian quien me esperó afuera.

Era un atuendo simple y cómodo, una camiseta holgada gris con pantalones negros, até mi cabello en una coleta y salí con mi ropa anterior guardada en la bolsa.

—Iré con la señora Emily a presentarme, vendré al finalizar para que tomes una ducha y tu cena ¿de acuerdo?

Asentí y se fueron en una dirección opuesta a la que íbamos Gabriel y yo acercándonos a los otros que entrenaban en parejas.

—Vasko dijo que no intervendríamos a menos que nos lo pida.

—Así es, debo conocerlos sin la capa de realeza, descuide soy moderada no creo que halla problema.

Una persona cayó justo frente a nosotros abriendo rápidamente los ojos, la mirada de Gabriel lo decía todo.

—Confíe en mí —susurré intentando tranquilizar su semblante y volvió en sí al notar las miradas curiosas de todos, incluido quien yacía en el suelo frente a nosotros.

—¡Atención! —llamó provocando la buena postura de todos —Tenemos una nueva integrante, estará trabajando en el palacio, intégrenla al entrenamiento.

Observé sus miradas fijas y atendí a mostrar una sonrisa de labios cerrados, tener a la guardia real frente a mí era un gran honor y estaba un poco nerviosa.

—Es todo, sigan —concluyó Gabriel dirigiéndose al lado de Vasko que me daba ánimos con la mirada.

En cuanto se fue relajaron su postura, la mayoría prosiguió como si nada hubiera pasado a excepción de una de ellos que se acercó.

—Lo siento Anthony, debí medir mi fuerza —se disculpó con el chico que había caído hace unos segundos.

—Descuida, no dolió, sigamos —dijo pasando su mano por su cuello dirigiéndose a un espacio vacío.

—Lo avergoncé frente al vicecapitán, pero no es mi culpa no lo vi venir —hablaba en voz alta soltando un suspiro —¡Oh! Hola, soy Jennie —me saludó —Es genial tener una chica, alguien más beneficiada con la nueva ley del duque de Carey —sonrió de manera amigable.

En búsqueda de una mayor equidad se autoriza el ingreso de mujeres que estén aptas para ingresar a la guardia real, se someterán a la misma prueba de los varones y si alcanzan la calificación mínima requerida podrán iniciar su formación, siendo capaces de esconder de puesto por sus méritos, incluido el de capitán si así lo mereciera.

Fue como lo redactó el duque de Carey interpretando muy bien mis escritos.

Para una mayor equidad las mujeres deben poder ocupar oficios calificados como "solo para varones" llegando a ocupar puestos que correspondan a su esfuerzo.

El Destino De La SeñoritaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora