capítulo 33: La víspera

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Toda la casa de Gryffindor estábamos obsesionados por el partido.  Gryffindor no había ganado la copa de Quidditch desde que el legendario Charlie Weasley (el segundo de los hermanos de Ron) había sido buscador. 

Harry y Malfoy se odiaban más que nunca. A Malfoy aún le dolía el barro que había recibido en Hogsmade, y le había puesto furioso que Harry se hubiera libreado del castigo. Harry no había olvidado el intento de Malfoy de sabotearle el partido contra Ravenclaw, pero era el asunto de Buckbeak lo que le daba más ganas de vencer a Malfoy delante de todo el colegio. Todo el mundo lo sabia.

Yo, yo quería venganza, no era justo todas esas cosas que me había dicho en la torre de astronomía, y lo iba a pagar caro, no permito que me hablen así.

Nadie recordaba un partido precedido con una atmosfera tan cargada como la que había. 

Cuando las vacaciones terminaron, la tensión entre los equipos y entre sus respectivas casas estaban al rojo vivo. En los corredores estallaban pequeñas peleas que culminaron en un desagradable incidente en el que un alumno de cuarto de Gryffindor y otro de sexto de Slytherin terminaron en la enfermería con puerros brotándoles de las orejas. Yo había tenido más de un enfrentamiento con Malfoy, Pansy, Crabbe y Goyle, incluso con algún chico de quinto, todos de Slytherin, aunque las discusiones con Crabbe y Goyle solían ser por ponerle la zancadilla a Harry cada vez que podían, esos chicos no sabían discutir, así que solían ser bastante cortas.

Wood había dado instrucciones para que Harry fuera acompañado a todas partes, por si los de Slytherin trataban de quitarlo de en medio. Toda la casa de Gryffindor había aceptado la misión con entusiasmo, eso provocaba que no llegáramos a tiempo a ninguna clase por estar rodeados de un montón de gente.

 Normalmente era yo quien lo acompañaba, y eso no me gustaba nada, tenia que hacerle de guardaespaldas y las conversaciones que intentábamos entablar no eran para nada cómodas. Las cosas entre nosotros no estaban bien del todo, de vez en cuando no podíamos evitar que el tema de la pelea que tuvimos saliera. Yo ya no confiaba en él, y eso no iba a cambiar, Harry solía preguntarme cosas personales o sobre como iba mi relación con Oliver, intentando volver a construir esa confianza, pero yo no soltaba prenda. Por lo menos el hecho de que fuera mi hermano, aunque él no lo sabia, me forzaba a tener una relación medianamente buena con él.



La víspera del partido por la noche, en la sala común de Gryfindor, se abandonaron todas las actividades habituales. Incluso Hermione dejó sus libros, y mira que eso era difícil.

- no puedo trabajar, no me puedo concentrar - dijo nerviosa.

Había mucho ruido. Fred y George Weasley habían reaccionado a la presión alborotando y gritando más que nunca.

Yo hacia compañía y miraba a Oliver mientras este estaba encogido en un rincón, encima de una maqueta de campo de Quidditch y con su varita mágica movía figurillas mientras hablaba consigo mismo, se veía muy adorable. Angelina y Katie se reían de las gracias de Fred y George. Harry estaba sentado con Ron y Hermione algo alejado del barullo tratando de no pensar en el día siguiente.

- ¿Qué me miras tanto? - soltó de repente Oliver, desconcentrándome, despegó la mirada de la maquea y me miró con las cejas alzadas y una sonrisa. - ¿tengo algo en la cara? - dijo mientras se pasaba la mano por la mejilla con la intención de quitarse algo que no estaba.

- ¿Ahora no puedo mirar a mi novio? - dije con una sonrisa.

"dios que raro suena eso"

- si te gusta lo que ves, mira todo lo que quieras.

- vale, si tú lo dices - dije divertida, luego desvié la mirada y miré a Fred, que estaba riéndose con su gemelo, me saludó feliz y yo hice igual.

- si sigues mirando voy a acabar ofendiéndome y me obligarás a tener una larga charla con mi golpeador, mejor dicho, con mis golpeadores - volví a mirarle.

- tentador.

Seguimos hablando y riendo durante horas, también pase un buen tiempo con los gemelos y otros poco con Hermione. hasta que se hizo demasiado tarde.

- ¡Jugadores! ¡A la cama! - dijo Wood alzando la voz por encima de los gritos de los demás. ninguno se quejó y cada mochuelo se fue a su olivo.

Narra Malfoy

Llevaba horas intentando conciliar el sueño, pero era imposible. Me revolvía entre las sabanas, daba vueltas de un lado a otro de la cama intentando encontrar una postura lo suficientemente cómoda. Pero nada.

Me levanté de la cama y caminé hacia el escritorio, me senté en la silla y apoyé los codos sobre la madera. Sólo había una cosa que no me dejaba dormir: la conversación; esa maldita conversación con Robin.

- la he llamado loca - susurró para él mismo mientras se frotaba la cara con la palma de las manos. Eso era lo único que hacia, torturarse una y otra vez por haber sido tan cabezota y terco como para alejar a la única persona que quería a mi lado.

Pero es que...

Me enfadaba, me enfadaba mucho que estuviera con ese obseso del Quidditch, no debería estar con él... debía estar conmigo.

Pero eso tampoco era bueno, ella nunca estaría conmigo, por que soy una mala persona, estoy podrido por dentro, por lo menos con Wood la puedo ver sonreír.

Escuché un golpe en la ventana, cuando me acerqué a ella no me hizo ninguna gracia ver a la lechuza negra de la familia Malfoy, pero no tuve otra opción que abrir la ventana. la lechuza dejó una carta sobre la mesa y volvió a salir volando por la ventana. Tomé la carta y la leí.

"Me estoy empezando a cansar de que no cumplas con tu deber, Draco. Debes poner el plan en marcha cuanto antes para que todo esté listo para cuando llegue nuestro señor. Tu fracaso se pagará caro.

L. M."

Arrugué la nota y la tiré a la basura. Volví a llevarme las manos a la cabeza.

A veces me pregunto porque tengo que ser tan capullo con la gente, tampoco es algo que pueda evitar. 

Mañana era el partido contra Gryffindor, y eso era lo último que quería ahora mismo.

CAOS... (Draco Malfoy Y Tú)//1°parte Finalizada//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora