CAOS... (Draco Malfoy Y Tú)//1°parte Finalizada//

capítulo 46: Adiós

Cuando dejamos la enfermería, el día siguiente a mediodía, el castillo estaba caso desierto. El calor abrasador y el final de los exámenes invitaban a todo el mundo a aprovechar al máximo la última visita a Hogsmade. Sin embargo, después de todo lo que había pasado, ninguno teníamos ganas de ir. Nos dedicamos a pasear por los terrenos del colegio, sin mencionar nada de lo que había pasado la noche anterior y preguntándonos dónde estarían Sirius y Buckbeak en ese mismo momento.

"Me hubiera gustado poder despedirme de Sirius"

Nos sentamos junto al lago, viendo como el calamar gigante sacaba los tentáculos fuera del agua.

Me resultaba hasta increíble pensar que hace unas horas estaba tirada en la orilla de un lago como éste.

Una sombra nos cubrió a los cuatro. Al levantar la vista vimos a Hagrid, medio dormido, que se secaba la cara sudorosa con uno de sus enormes pañuelos y nos sonreía.

- ya sé que no debería alegrarme después de los sucedido la pasada noche... Me refiero a que Black se volviera a escapar y todo eso... Pero, ¿A que no adivináis?

- ¿Que? - preguntó Harry fingiendo curiosidad.

- Buckbeak. ¡Se escapó! ¡Está libre! ¡Lo estuve celebrando toda la noche!

- ¡Eso es estupendo! - dijo Hermione, dirigiéndola una mirada severa a Ron que parecía a punto de reírse.

- sí, no lo atamos bien - explicó Hagrid, contemplando el campo satisfecho - está mañana estaba preocupado, pensé que podía tropezarse por ahí con el profesor Lupin. Pero Lupin dice que no comió nada.

- ¿Cómo? - preguntó Harry.

- caramba, ¿No lo has oído? - preguntó Hagrid borrando la sonrisa. Bajo la voz, aunque no había nadie cerca - Snape se lo ha revelado esta mañana a todos los de Slytherin. Creía que a estas alturas ya lo sabéis todo el mundo: el profesor Lupin es un hombre lobo. Y la noche pasada anduvo suelto por los terrenos del colegio. En estos momentos está haciendo las maletas por supuesto.

- ¿Que está haciendo las maletas? - pregunté alarmada, levantándome del suelo de un salto - ¿Por qué?

- porque se marcha - dijo Hagrid, extrañado de que le preguntará - lo primero que hizo esta mañana fue presentar la dimisión. Dice que no puede arriesgarse a que vuelva a suceder.

- voy a verlo - dije emprendiendo el camino.

- voy contigo - dijo Harry rápido levantándose el también de la hierba.

Harry y yo caminamos hacia el despacho de Lupin en un silencio bastante incómodo.

La puerta del despacho estaba abierta. Ya había empaquetado la mayoría de sus cosas. Junto la depósito vacío del Grindylow, la maleta vieja y desvencijada se hallaba abierta y casi llena. Lupin se inclinaba sobre algo que había en la mesa y sólo levantó la cabeza cuando llamé a la puerta.

- os he visto venir - dijo Lupin sonriendo. Señaló el preguntó sobre el que estaba inclinado. Era el mapa del merodeador.

- acabamos de estar con Hagrid - inició Harry - nos ha dicho que ha presentado usted la dimisión. No es cierto ¿Verdad?

- me temo que sí - contestó Lupin. Comenzó a abrir los cajones de la mesa y vaciar sus contenidos.

- ¿Por qué? - preguntó Harry - el Ministerio de Magia no lo creerá confabulado con Sirius, ¿Verdad?

Lupin fue hacia la puerta y la cerró.

- no, el profesor Dumbeldor se las ha arreglado para convencer a Fudge de que intenté salvaros la vida - suspiró - ha sido el colmo para Severus. Creo que ha sido muy duro para él perder la Orden de Merlín. Así que él... Por casualidad... Reveló está mañana en el desayuno que soy un licántropo.

- ¿Y se va solo por eso? - volvió a insistir Harry, yo rodé los ojos cansada por sus preguntas. Lupin sonrió con ironía.

- mañana a esta hora empezarán a llegar las lechuzas enviadas por los padres. No consentirán que un hombre lobo de clase a sus hijos, Harry. Y después de lo de la última noche, creo que tienen razón. Pude haber mordido a cualquiera de vosotros... No debe repetirse.

- ¡Es usted el mejor profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras que hemos tenido nunca! ¡No se vaya!

- ¡Harry, ya basta, deja de insistir! - lo regañé.

Lupin negó con la cabeza, pero no dijo nada. Siguió vaciando los cajones. Luego, mientras Harry buscaba un argumento para convencerlo. Lupin añadió:

- por lo que el director me ha contado esta mañana. La noche pasada salvásteis muchas vidas, Harry y Robin. Si de algo estoy orgulloso es de lo mucho que habéis aprendido. Háblame de tu Patronus, Harry.

- ¿Cómo lo sabe? - preguntó Harry anonadado.

- ¿Que otra cosa podría haber puesto a la fuga a los Dementores?

Harry le contó a Lupin lo que había sucedido. Cuando terminó, volvió a sonreír.

- si, vuestro padre siempre se transformaba en ciervo. - confirmó - lo adivinaste. Por eso lo llamábamos Cornamenta. - Lupin puso los últimos libros en la maleta, cerró los cajones y se giró hacia nosotros - toma, la traje la otra noche de la casa de los gritos - dijo entregándole la capa de invisibilidad - y... - titubeó, a continuación nos entregó el mapa del merodeador. - ya no soy profesor vuestro, así que no me siento culpable de devolveros esto. A mi ya no me sirve. Y me atrevo a creer que vosotros dos, Ron y Hermione le encontrareis mayor utilidad.

Yo cogí el mapa.

- usted me dijo que Lunático, Colagusano, Canuto y Cornamenta me había tentando a salir del colegio ..., Que lo habrían encontrado divertido.

- si, lo habríamos hecho - confirmó Lupin, cerrando la maleta. - no dudo que a James le hubiera decepcionado que su hijo no encontrara ninguno de los pasadizos secretos del castillo.

Alguien llamó a la puerta, guardé rápidamente el mapa en mi túnica. Era Dumbeldor.

- tu coche está en la puerta, Remus - anuncio.

- gracias director.

Lupin cogió su maleta y el depósito del Grindylow.

- me dejarían un momento para hablar con Robin - dijo tranquilamente, yo le mire con el ceño fruncido. Dumbeldor asintió y salió del despacho, Harry lo siguió confundido.

- ¿Que ocurre?

- tu también hiciste un Patronus, ¿Me equivoco? - bajé la cabeza al recordarlo.

- no sé si se le podría llamar así - dije nerviosa.

- ¿Quieres contarme lo que pasó? - dudé durante unos segundos, pero no veía razón para esconderse lo, si alguien podía decirme el por qué de lo ocurrido, era él.

- era un lobo negro - dije tranquila.

- ¿Negro? Explícate.

- no era plateado como el de Harry, era oscuro, negro - dije simple, no sabía cómo explicarlo mejor. Lupin se quedó en silencio pensativo. - ¿Acaso me pasa algo? ¿Estoy enferma? - dije empezando a asustarme por su silencio.

- Verás, Robin - dijo sin mirando al suelo, se apoyó en su mesa - los Patronus negros no tienen el mismo efecto que los plateados... Estos salen de las personas que han hecho algo malo en su pasado, algo que no pueden cambiar y que es más fuerte que el recuerdo más feliz que tenga.

- ¿Que quiere decir eso? - pregunté, aunque ya creía saber a lo que se refería.

- será mejor que me vaya ya, no quiero perder el coche - dijo dirigiéndome una amable sonrisa, no me dejo volver a preguntar - me alegra que seas parte de nuestra familia, Robin - dijo posando una mano en mi hombro. Luego salió por la puerta dejándome sola en el despacho.