CAOS... (Draco Malfoy Y Tú)//1°parte Finalizada//

capítulo 44: giratiempos

Maratón 6/7

- vi a mi padre - escuché la voz de Harry en la cama de al lado, pero todavía no quería abrir los ojos.

- ¿Que? - dijo Hermione.

- expulsó a los Dementores, al otro lado del lago.

- Harry, han capturado a Sirius, pronto los Dementores le darán el beso - un dolor punzante empezó a incrementar en mi pecho, causado por las palabras de Hermione.

- ¡¿Qué?! - escuché el crujir de los muelles de la cama, los cuales indicaban que se había incorporado.

- Hermione - susurré mientras abría los ojos, la morena se giró hacia mi.

- Ro ¿Cómo te encuentras?

- Sirius - dije con dolor en la voz soltando un pequeño sollozo. - ¿Lo van a matar? - pregunté incorporándome en la cama.

- no, es mucho peor, le van a absorber el alma - Hermione no pudo seguir explicando, el profesor Snape entró de golpe por la puerta, detrás de él iba el director Dumbeldor. - ¡Señor tiene que evitarlo! ¡Se han equivocado de hombre! - gritó Hermione dirigiéndose al director.

- es cierto señor, Sirius Black es inocente. - Harry se levantó de su cama y ambos caminaron apresurados hacia Dumbeldor.

- Scabbers es quien lo hizo - dijo Ron desde su camilla en el otro lado de la habitacion.

- ¿Scabbers? - dijo Dumbeldor confuso.

- es mi rata señor, no es una rata, bueno, era una rata, la de mi hermano Percy, pero al regalarle una lechuza... - Ron empezo a salirsa del tema y tube que interrumpir mientras me sentaba en el borde de mi cama.

- el caso es que sabemos la verdad... créanos por favor - dije desesperada, me estresaba mucho que la expresión de Dumbeldor no cambiara, que siempre pareciera que estaba tranquilo, al igual que Snape siempre parecía serio y amargado con la vida.

- les creo - dijo Dumbeldor mirándonos a los cuatro. - pero me temo que la voz de cuatro magos adolescentes a pocos convencerá - pasó entre Hermione y Harry y se acercó a Ron - la voz de un niño, por sincera que sea... - posó una mano encima de la pierna vendada de Ron haciendo que este soltara un gemido de dolor - poco servirá para los que han decidido no escuchar - siguió palmeando la pierna de Ron una y otra vez y este aguantaba el dolor que le causaba mirando con algo de odio al director. - misterioso asunto el tiempo - dijo dejando al pelirrojo y volviendo hacia nosotros, yo ya me había levantado y estaba junto a Hermione escuchando. - - poderoso y cuando se juega con él, peligroso - dijo pasando de largo junto a nosotros, dándonos la espalda y sin dejar de caminar hacia la salida. - Sirius Black esta en la celda mas alta de la torre oscura,  - se giró de golpe y miró a Hermione - conoce las leyes Granger, no debe ser vista, haría muy bien en regresar antes de esta ultima campanada - volvió hacia nosotros  - si no,  las consecuencias serian espantosas para todos... y si todo va bien, mas de una vida inocente se salvara hoy - estaba apunto de girarse cuando se paró en seco, alzó la mano con un gesto extraño - tres giros bastara - se alejó apresurado, agarró las puertas y las empezó a cerrar, pero antes de eso volvió a girarse - ah, por cierto, ante la duda, desandar lo andado suele ser siempre la opción mas sabia, suerte 

- ¿se puede saber a que venia ese embrollo? - pregunto Ron acojonado.

Por suerte yo ya sabia a lo que el hombre se refería, le eché una mirada a Hermione y ella hizo lo mismo dando por supuesto que ambas sabíamos lo que había que hacer.

- lo siento Ron, pero tu no puedes caminar - dijo Hermione apresurada, sacó de dentro de su chaqueta el giratiempos y agrando la cadena dorada para que pudiera rodearnos a los tres, Harry intentó coger el giratiempos al igual que Hermione, pero esta le dio una cachetada en la mano para que no tocara nada.

-  tres vueltas - repetí las palabras de Dumbeldor y Hermione comenzó a girar la pequeña ruleta haciendo que el reloj dorado de arena del collar comenzara a girar cada vez mas rápido, Harry miraba todo confundido, al igual que Ron que intentaba levantarse o conseguir alzar la vista lo suficiente para ver lo que pasaba.

Entonces todo empezó a cambiar, Dumbeldor volvió a entrar por la puerta retrocediendo sobre sus pasos a gran velocidad, varias personas empezaron a aparecer en nuestro entorno, estábamos retrocediendo en el tiempo, cuando todo dejó de moverse, Hermione nos quitó el collar del cuello y lo volvió a guardar seguro bajo su chaqueta.

- ¿Qué ha pasado? - dijo Harry confundido e impresionado a la vez. - ¿Dónde esta Ron? - dijo mirando a todos lados en busca de su amigo.

- las siete y media - dije al escuchar las campanadas que indicaban la hora. 

- ¿A dónde íbamos a las siete y media? - dijo esta vez Hermione mirándonos a los dos, no había tiempo para responder las preguntas de Harry.

- no lo sé, ¿A casa de Hagrid?

- vamos, no nos pueden ver - dijo Hermione agarrando el brazo de Harry y empezando a correr, yo les seguía por detrás.

Salimos del castillo hacia el montículo de piedra, donde habíamos tenido el percance con Malfoy y sus amigos...

- ¡oh! ¿vais al espectáculo? - se escuchó la arrogante voz del platinado, escucharlo me revolvió las tripas.

- tú, asquerosa, falsa y sucia cucaracha - dijo Hermione

- somos... nosotros - dijo Harry atónito.

- Hermione ¡No! no merece la pena - dijo esta vez Ron.

En ese momento deje de prestar atención a lo que decían, ya sabia lo que iba a pasar, tampoco prestaba atención a la conversación que tenían Harry y Hermione, imagino que la morena le estaría explicando lo que ocurría.

- Robin... - escuche un extraño susurro que provenía del final del pasillo por el que habíamos llegado - Robin... - volvió a sonar, entonces reconocí la voz, era ella, la misma que me había gritado junto al lago. - shh...-hizo la voz en otro susurro, como si me estuviera callando porque hablaba muy alto, empecé a caminar por el pasillo, ninguno de mis amigos se dio cuenta de que me alejaba de ellos, entonces lo vi, vi esos mechones negros y el final de su capa escapar por una esquina.

- ¿Aliana? - pregunte en un susurro, pero nadie contesto.

- ¡¡Robin!! ¡¡NO!! - escuché sus gritos, empecé a correr tras ella, intentando adivinar que camino había cogido, corría sin rumbo alguno, buscándola, no quería volver a perderla.