JUEVES CURIOSOS de No Juzgues La Portada.

SUSANA

Susana no tenía la vida perfecta que todos imaginaban. Estaba muy lejos de serlo.

Las discusiones entre sus padres no eran nuevas, pero desde algún tiempo habían empeorado considerablemente. Eran infelices juntos y no había que ser ni muy inteligente, ni muy mayor para saberlo.

Su papá era miserable con su mamá. Ella no era la persona con la que él se había casado, no era ni siquiera la misma mamá. Había dejado de ser una persona fuerte, empoderada y dueña de sí misma, a depender de una bebida alcohólica para todo.

Y su mamá tampoco era feliz, pero con ella no lograba dilucidar el por qué. A simple vista parecía inconforme con lo que tenía: con su trabajo, con su esposo doctor, con su hija, con su casa perfecta, con su auto del año. Nada la satisfacía.

Era cierto que su papá siempre estaba trabajando, era médico y sus horarios eran complicados, pero cuando estaba en la casa se desvivía por pasar tiempo de calidad con ella y su mamá.

Pero mientras empeoraba la bebida de su mamá, también se comenzó a alejar su papá de ella. Ahora el tiempo que Hayden tenía libre se lo dedicaba a Susana y aunque quisieran incluir en sus planes a su mamá, ella se negaba a ir a cualquier lugar donde no pudiese tomarse "alguito" para "refrescarse".

Además, francamente era bien incómodo salir con ella, porque cuando cruzaba la pequeña línea de ese trago que la catalogaba como ebria, se acababa la diversión para todos.

Y, por encima de todo con lo que Susana debía lidiar, había descubierto que era adoptada. Su papá, Hayden, no era su padre biológico, y esto la llenaba de tantos sentimientos encontrados que no sabía cómo abordarlos.

La reunieron en la sala de su casa. Su mamá se había sentado frente a ella, por primera vez sobria en mucho tiempo. Su papá, en cambio estaba parado cerca de la ventana, sostenía un vaso de con whisky en sus manos. Un extraño cambio de roles.

—Tenemos algo que decirte. No hay buena forma de decírtelo, así que solo lo diré. Tu papá y yo te amamos con locura, eres nuestra vida, lo mejor que nos ha pasado—comenzó a decirle su mamá y Susana estuvo segura de que le diría que se divorciarían, algo que reconfortó a Susana, para su propia sorpresa—. Hace muchos años... yo... ehm. Bueno, cuando tu papá y yo....

Y su mamá comenzó a enredarse con cada palabra que decía, sin terminar una idea, sin comenzar otra. Fue su papá quién la sacó del aprieto.

—Susi—Hayden se acercó hasta ella y la tomó de las manos—, tú eres mi hija. Me quedo despierto cuando te enfermas, te espanté y espantaré todas las veces que desees las pesadillas. Te cambié pañales, te curé heridas, te enseñé a andar en bicicleta. Eres mi hija porque así lo siento aquí—y tocó su propio pecho—, pero no soy tu padre biológico. Cuando conocí a tu mamá, ya existías en este mundo y eso no me impidió amarte.

Susana lo entendió todo, pero no sabía cómo procesarlo.

—Yo te adopté Susi, te escogí como mi hija una vez y te escogeré todas las veces que sea necesario.

Susana no dejó de llorar en varios días, por más que intentase disimularlo.

Y en medio de todo lo que estaba sintiendo: amor incondicional más que nunca por su padre, rechazo por parte de su padre biológico, dolor por la mentira, tristeza porque se sintió perdida, emoción porque Hayden la escogió como su hija, curiosidad por quién era su padre; tuvo que lidiar con saber quién era su verdadero padre.

Llegó temprano un día del colegio, sus padres discutían. No era extraño, sobre todo porque su mamá estaba tomando a las 2 de la tarde y su papá acababa de llegar. Ella también le hubiese discutido. Sin embargo cuando pasó por la sala rápidamente, tratando de evitar que la notasen, se dio cuenta de la verdadera razón de la discusión.

—¡No! No estuve de acuerdo en decirle y me echaste en cara que era tu hija y tu decisión. Pero no, no es solo tu hija, también es mía y fui un imbécil por dejar que se lo dijeras.

—Es lo mismo decírselo ahora que después. El orden de los factores no altera el producto—respondió la mujer.

—¡Claro que si!. ¿Para qué causarle tanto dolor? Tuvimos que decirle del divorcio, y después lo del mamaguevo que es su padre.

—¿Querías mantenerlo oculto?

—No, pero ¿para qué decirle quien era, lo que hizo?.

—Que se entere de una buena vez, lo sabrá tarde o temprano. ¿Cuánto tiempo crees que pasará antes de que Susi comience a hacer preguntas? ¿Qué googlee su apellido?. En cuanto coloque su nombre en el buscador aparecerá todo sobre su muerte y todo sobre Alexa y lo que le hizo. La investigación que se vino después. ¡Maldición Hayden! ¿Acaso olvidas que las fotos de ella están en la web?.

—¡No me he olvidado de eso!—gritó mi papá.

—Yo no quiero que sepa lo que su papá le hizo a Alexa, mi amiga, su madrina, porque lo vea en algún informe impersonal de internet, lo que algún idiota opina sobre la relación de ellos. Y en el medio de todo eso: mi embarazo. No quiero que se entere de esa forma, quiero decírselo yo.

Susana caminó tan sigilosamente a la puerta como pudo y salió de la casa antes de ser descubierta. Caminó hasta el pequeño parque que se encontraba a algunas manzanas de su casa y se sentó para analizar las palabras de sus padres. Su mamá no se equivocó, Susana tardó solo 15 minutos en googlear el nombre de su mamá, y solo 5 minutos más en conseguir el nombre de su padre biológico.

Pero le llevo 2 horas leer todo lo que pudo conseguir, ver los videos que existían y las fotos de su tía Alexa, brutalmente golpeada, lo que le produjo arcadas. Incluso identificó algunas de las cicatrices que había notado en Alexa.

Suicidio. Así fue como su papá había muerto, luego de violar y casi matar a golpes a la que era su pareja, Alexa Lassen, su madrina y una de las mejores amigas de su mamá, a quién ella conocía como tía. Y en el medio de todo eso, tal como dijo Idania, la mamá de Susana, estaba ella, la amante de su padre embarazada.

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¿Quieren leer la historia de Alexa? 

APRESADA, es su historia y se encuentra publicada aquí en wattpad y en Amazon.