LO QUE ES DEL CURA, VA A LA IGLESIA - FERNANDO

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Fernando odiaba con todo su ser hacer filas, mientras esperaba siempre fantaseaba tener algún pase milagroso y todopoderoso que se lo evitase

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Fernando odiaba con todo su ser hacer filas, mientras esperaba siempre fantaseaba tener algún pase milagroso y todopoderoso que se lo evitase. Siempre había sido así desde niño y aunque no se lo había dicho a nadie, una parte de que estuviese estudiando esa carrera, era para tener un pase diplomático y no tener nunca que esperar en ninguna fila. Menos en la de los aeropuertos.

Los parlantes retumbaron con un anuncio:

—Se le informa a los pasajeros del vuelo 7209 con origen Venezuela que el equipaje ha sido desviado a la cinta 13.

Y luego, un anuncio más...

— Se le informa a los pasajeros del vuelo 871 con origen Portugal que el equipaje ha sido desviado a la cinta 12.

Fernando estaba concentrado en la lectura, así que no escuchó el cambio que hicieron en la cinta de equipaje.

A unos cuantos pasos de él, un chico rubio acababa de pasar por inmigración. Estaba sudando y completamente nervioso. Era la primera vez que salía de su país y hablaba un inglés bastante básico que lo hizo pasar bastantes problemas con el oficial que lo recibió. Como se demoró en salir de emigración tampoco escuchó el anuncio, solo caminó a donde le dijo la amable aeromoza antes de bajar del avión.

Si los chicos hubiesen escuchado, no se habrían llevado por equivocación el equipaje del otro. Porque la vida era así de caprichosa, cuando dos personas estaban destinadas a conocerse, sus caminos se cruzarían, y los de estos chicos comenzaron a cruzarse desde el día que escogieron en aquellas tiendas tan distintas y tan lejanas la una de la otra, la misma maleta.

Hayden Michia subió a un autobús que lo llevó hasta el centro de la ciudad donde su tío lo estaría esperando para acompañarlo el fin de semana previo a comenzar las clases. Le daría un pequeño tour por la ciudad y se aseguraría que quedase lo más cómodo posible en su residencia. Por trabajo tuvo que mudarse de la ciudad, por lo que no podría hospedar a su sobrino como le prometió a su hermana.

Tenía años sin ver a su hermana y aunque se sentía bastante distanciado de su familia, no podía negarse. Su sobrino era inteligente, talentoso tal como lo evidenciaban todas las notas que su hermana le envió para sustentar su caso. Así que presentó todas las postulaciones de beca, quería ayudarlo a tener un mejor futuro, así como lo tuvo él cuando llego al país.

Fue así como Hayden consiguió la beca parcial de estudio y como su tío asumió un compromiso de ayudarlo. Su familia en Venezuela enviaría una parte del dinero y él ayudaría con el restante. Pero entonces tuvo que mudarse de estado y los gastos planificados aumentaron, dejándolo en una posición económica difícil, pero no imposible.

Tío y sobrino se abrazaron con fuerza cuando se vieron por primera vez. Hayden era tan parecido a su mamá que le dolió el pecho. Y su tío era tan parecido a su abuelo, que hizo al rubio llorar un poco.


Fernando, en cambio, subió al auto que su familia contrató. Estaban felices de que su hijo comenzara el futuro prometedor por el cual ellos habían trabajado tan duro. Verlo marcharse a la universidad fue agridulce, porque se sentían orgullosos, pero a la vez tristes. Pero era hora de que Fernando comenzara a vivir sus propias experiencias, creciera, madurara. Y ellos por fin podrían descansar un poco de tanto trabajo, una buenas vacaciones para recorrer en auto el país como siempre quisieron, un sueño de juventud que apartaron cuando tuvieron un hijo, porque si querían que él tuviese lo mejor, debían dar su mejor esfuerzo.

JUEVES CURIOSOS de No Juzgues La Portada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora