Jodido egoísta - [Riren] - (Levi x Eren)

Capitulo: 29

Espero que lo disfruten y sea de su agrado ♥

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Mire por sobre el hombro de Levi, ocultándome, aunque era obvio que ya me habían visto. – ¿Sabes cuánto te estuve buscando? –preguntó Hannes. Me negaba a soltar a Levi, aunque este ya me había dicho que lo hiciera. –Ven aquí, o te saco a la fuerza.

–No hay que exagerar, ni montar un espectáculo. –dije, repitiendo las mismas palabras que Hannes me dijo, una de las veces en las que había intentado, y fallado, escapar y me habían capturado en frente de todos.

Vi un tic en la ceja de Hannes, mientras me indicaba que subiera al auto. Podía ver a Onyankopon adentro. –Entra. –dijo Hannes. Por fin me ocurre algo interesante, excitante, y vienen a arruinarme el momento. Maldita sea mi suerte.

Solté a Levi, bajándome finalmente de la moto.

Acaricie el brazo de Levi, antes de caminar hacia el auto. Me senté junto a Onyankopon, Hannes dijo algo a Levi, seguramente una disculpa, luego camino hasta entrar en el auto. La puerta se cerró, y yo me estire para saludar a Levi con mi mano. El auto arranco, Levi acelero y dio vuelta en U, yendo en dirección contraria.

Vi cómo se alejaba, con mi mano aun contra el cristal del auto.

Fui regañado todo el maldito viaje a mi piso. Hannes dijo que cambiaría mi llave y pondría más seguridad, solo para vigilar que no vaya a incomodar a Levi. Aunque de incomodo no tenía nada, ya que nos habíamos besado con intensidad.

Cerré mis ojos ante el recuerdo, acariciando lentamente mis labios con mis dedos.

Por fin había conseguido que no me rechazara, que correspondiera a mis besos con intensidad. Había sentido sus manos en mis muslos, había rodeado mis extremidades contra su cuerpo como su fuera un Koala, y aparece esa doctora y lo arruina. Luego aparece Hannes y lo arruina de nuevo.

Pareciera que todos quieren arruinar nuestros momentos.

Proteste en cuanto salí del auto, Onyankopon me cargo cual bolsa de papas en su hombro y me llevo a mi piso, siendo guiado por Hannes. Proteste dentro del ascensor, quejándome de que arruino mi oportunidad con Levi, por fin había cedido a besarme con intensidad y pasión, y vienen y nos arruinan nuestro momento.

En cuanto me dejaron en el sillón, me cruce de brazos de forma infantil y fruncí el ceño. Esto no podía estar pasándome a mí. Pareciera que todo fuera apropósito, pareciera que todos están en contra de que estemos juntos. –Esta es una maldita injusticia. –me queje.

–Deja de quejarte, Eren. –dijo Hannes masajeando su frente. –Tenemos mucho que hacer, y tú huyes y complicas más las cosas. ¿Es que quieres hacerme trabajar el doble? No puedo estar detrás de ti a cada rato, tengo una esposa de la cual ocuparme también.