Jodido egoísta - [Riren] - (Levi x Eren)

Capitulo: 9

Espero que lo disfruten y sea de su agrado ♥

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Estaba en mi cama, esperando la cena.

Tenía mi cuaderno de bocetos cerca, dibujando el contorno del rostro del enfermero. Tenía un rostro fuerte, varonil y hermoso. Miraba la fotografía de mi teléfono, mientras movía el lápiz suavemente por el papel; dibujaba el contorno de sus labios.

Hace muchos años que no dibujo, casi lo había dejado por completo. En realidad, casi no tenía tiempo para dibujos. Casi siempre a esta hora estoy componiendo, o rodeado de personas, o sumergido en mi bañera, preparándome para consumir alguna pastilla para, luego, salir a algún club. Así había sido mi rutina desde hace algunos años, no se desde hace cuántos.

Perdí la cuenta.

Alguien golpeo a mi puerta, voltee cuando esta se abrió dejando ver a mi madre. –La cena esta lista, cariño. –dijo. Asentí, tomando mi teléfono para ir detrás de ella. La sala tenía ese delicioso olor a comida casera.

Me senté en la barra del desayuno, para finalmente comer lo que mi madre había preparado.

Estaba acostado en mi sillón, mientras Hannes tecleaba algo en su computadora portátil. Mi madre ya había lavado todo lo usado y guardado lo que había sobrado, estaba junto a mí bebiendo té. Yo estaba con mi cuaderno de letras, escribiendo unos párrafos que se me habían ocurrido para una canción.

Alguien golpeo la puerta, Hannes se levantó, ya que ninguno tenía la intención de hacerlo, y fue hasta allí. Al abrir se encontró con uno de los guardias de la entrada, había llegado un sobre de manila con imágenes para mí.

Casi caigo del sillón, corriendo hasta quitársela a Hannes de las manos.

Al abrirla, veo las imágenes que Connie me había conseguido. Mordí mi labio, viendo en tamaño más agrandado, al enfermero bajando de su moto. Era casi la misma que me había enviado, solo que esta vez, el enfermero tenía otra ropa. Estaba vestido con camisa y pantalón ajustado, jodidamente sexy.

– ¿Qué son cariño? –preguntó mi madre.

Hannes y ella estaban esperando saber cuál era el motivo de mi carrera hasta la puerta, el quitarle el sobre a Hannes de sus manos y mi cambio de humor. Metí mis labios hacia adentro, desviando mi mirada. Ojee las imágenes, definitivamente este hombre es hermoso por donde lo mires.

Saque una, mostrándosela a mi madre. –Observa, madre. –dije. –Este sexy hombre será mío dentro de poco. –Hannes abrió mucho sus ojos, al saber que se trataba de una fotografía de tamaño algo grande del enfermero.

Carla no comprendió, así que miro a Hannes intentando encontrar una explicación. No la había. –Dime que no lo mandaste a investigar. –dijo. –Ese hombre no quiere verte ni en pintura, te meterás en problemas. Y grandes.