Jodido egoísta - [Riren] - (Levi x Eren)

Capitulo: 11

Espero que lo disfruten y sea de su agrado ♥

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Una mano se poso en mi rostro, y yo sentí calma por algún motivo; me removí incomodo, el lugar donde estaba acostado no era para nada cómodo. Abrí mis ojos, algo perdido. Reincorporándome, note que no estaba donde había ido, ni era remotamente parecido.

¿Dónde estaba?

Mire alrededor, notando que no estaba en ninguna habitación de paredes de color rojo intenso, si no en un cubículo de paredes blancas. Note aparatos a mí alrededor, algo me ayudaba respirar por la nariz, como una mascarilla, también algo estaba conectado a mi pecho y un suero en mi mano.

Una luz volvió a cegarme, intente cerrar mis ojos pero alguien los abrió de nuevo. –Ya está estable, está consciente. –dijo una voz algo lejana. –Bajen la dosis, debemos limpiar su sistema y luego hacerle un examen.

Note finalmente al enfermero a mi lado, revisando mis brazos, mis costados y mi cuello. Al parecer estaba en el hospital, pero ¿Cómo llegue aquí? Sonreí automáticamente, al ver que era mi enfermero favorito. –Hola. –dijo con voz rasposa y extraña.

Me quito la mascarilla, dejándola a un lado.

–No hables. –dijo, acercándose a uno de sus colegas. Hablo de algo, pero no logre oírlo. Apoye mi cabeza en la incómoda almohada, mientras intentaba recordar cómo es que llegue aquí, yo estaba absolutamente seguro que había ido a ese sitio al que fui con Reiner y Bertolt.

¿Lo imagine todo? ¿Fue todo un sueño? ¿Morí de nuevo?

Los otros enfermeros que estaban a mí alrededor se alejaron, dejándome solo en ese cubículo; mientras yo veía el techo de emergencias. Mi cabeza me dolía. Mi enfermero favorito llego, revisando mi pecho con el estetoscopio. – ¿Qué ocurrió? –pregunté.

Él ni siquiera contesto, anoto algo en una especie de carpeta e iba a alejarse, pero tome la parte de arriba de su uniforme, impidiéndoselo. – ¿Qué me ocurrió? –pregunté de nuevo, insistiendo.

–Alguien te encontró de camino aquí, y te trajo inconsciente. –dijo neutral. –No sabemos si fue un robo, colapso o simplemente te desmayaste. Lo que si notamos son tus pupilas dilatadas, tu nariz sangro y tienes los ojos rojos, rastros blancos en la parte interna de tu nariz y algo en tu sistema, lo que indica que consumiste.

Sus mejillas se tiñeron de un suave rosa, mientras el enfermero enumeraba todo lo que habían encontrado en su sistema y bolsillos. – ¿Me desmaye? Yo nunca me desmayo, gozo de nueva salud.

–Ve a decir mierda a otra parte. –dijo Levi anotando algo en los papeles. –Los indicios son claros: Tienes los ojos rojos, las pupilas dilatadas, tu ritmo cardiaco es alto y te sangro la nariz. Mal aspecto, ojeras bajo tus ojos e indicios de que aspiraste cocaína.

–Solo consumí un poco. –dije en voz baja. La mirada del enfermero no era ni amigable ni paciente, era de molestia. –Lo juro, estos días estuve a mil con los ensayos, tengo una gira dentro de poco y un concierto en pocos días.

–Morirás antes de llegar a los treinta. –dijo Levi. –No estás teniendo una vida saludable, sin un buen descanso o alimentación saludable no duraras mucho. Es más que obvio que todo tu sistema está contaminado. Necesitas dejar esa mierda, o no, así podrás morir antes de tiempo.

Eso me había sonado a resignación, como diciéndome que siguiera con mi vida actual hasta que termine por morir joven. –Te preocupas por mí. –dije con una sonrisa tímida. Baje mis dedos lentamente hasta llegar al inicio de sus pantalones, tocando apenas su piel con la yema de mis dedos. –Pero solo necesito de un beso sanador, uno que venga de ti. Seguramente me curare de todo.