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Había pasado cerca de un mes desde que Syous regresó al castillo de los maestros. Todo ese tiempo estuvo en esa extraña habitación cambiante, entrenando sin descanso.

Se encontraba en la cima de una montaña, decenas de cuerpos, desde goblins hasta gnolls yacían muertos en los alrededores.

Algunos cadáveres carecían de brazos o piernas, otros incluso estaban partidos a la mitad. Lo curioso era que de ninguno brotaba sangre.

Aun salía humo desde la cima, era la marca de un dragón negro con el que luchaba en ese momento.

Una criatura no tan grande, de entre cuatro y cinco metros de largo, con un cuerpo un gordo a comparación de sus musculosas extremidades. Atacaba con su aliento de llamas color verde, el cual tiene un efecto toxico que paraliza al contacto en lugar de incinerar.

Syous esquivaba sus ataques con facilidad. No parecía tener intenciones de responderle, solo se movía de un lado a otro evitando ser golpeado. Giraba su bastón al frente para protegerse.

Hizo lo mismo durante horas hasta que por fin se dispuso a atacar. Aunque no parecía ser un monstruo poderoso, si era muy resistente, pues los ataques del hechicero no le ocasionaban un daño considerable.

Le tomó algo de tiempo debilitarlo lo suficiente para usar un hechizo y acabarlo. Cuando sus heridas lo volvieron más lento, él retrocedió mientras acumulaba energía mágica en sus manos.

Su capa ondeó como si el viento la moviera, entonces dibujó una línea en el aire dejando un rastro de magia.

Spatial Rend.

Esta se resquebrajó y un manto igual al cielo nocturno salió de ella, cubriendo la mitad del dragón. Se podían escuchar sus quejidos de dolor, además de un extraño sonido de lo que parecía estarlo golpeando.

Cuando el hechizo terminó, desapareció y el monstruo cayó muerto.

– Bien, por fin encontré la forma de controlar la cantidad de poder – dijo con satisfacción.

Después de esto, todo se distorsionó igual a cuando entró en la habitación hasta convertirse en un cuarto similar a los pasillos del castillo.

Segundos después, su árbol de habilidades se desplegó frente a él, mostrando un mensaje que decía:

Level Up

El listado de sus hechizos brilló. Cada uno tenía un número junto a su nombre – el cual representaba su límite de usos –. Esto hizo que todos subieran.

En la esquina superior izquierda, unas líneas de color verde y azul indicaban su nivel de magia. Estas aumentaron su tamaño, lo que se traducía en un mayor tiempo para utilizar hechizos como el vuelo.

– Perfecto.

Syous obtuvo excelentes resultados en el poco tiempo que llevaba ahí, incluso si algo lo orillaba a retirarse antes de lo planeado, sentía que eso era una ganancia considerable, aunque aún tenía mucho por hacer.

Como se la pasó peleando sin parar, tomó ese momento para dejarse caer al piso y descansar – o al menos dejar que su cuerpo lo hiciera –.

Incluso estando recostado se puso a escribir en un pergamino los parámetros del nuevo hechizo que quería crear a base del poder de la reliquia del tiempo.

Tenía en mente una idea clara de que hacer, pero aun así anotó y corrigió durante días hasta obtener un resultado aceptable que pudiera ser añadido a su árbol de habilidades.

Entonces llegó el momento de ponerlo a prueba.

La habitación se transformó de nuevo, ahora tomando la apariencia de un bosque.

Magical Chronicle : The Relics of CreationDonde viven las historias. Descúbrelo ahora