V

142 29 10
                                    


Explorando el sitio, ahora libre de amenazas – o al menos así parecía –, no tardaron mucho en darse cuenta que les sería muy difícil encontrar la siguiente reliquia... si es que se encontraba ahí.

No había indicios de nada en los alrededores, solo una interminable planicie de tierras inexploradas. El lado positivo, de aparecer otro enemigo podrían verlo a lo lejos antes de que llegara ante ellos.

Dejando de lado esto, Rose ahora no dudó en expresarle sus pensamientos a Syous con respecto a su magia, que aún la tenía sorprendida.

¬– Por cierto, fue increíble lo que hiciste – lo elogió.

– ¿A qué te refieres?

– Quiero decir, tu magia, apenas puedo creer que seas capaz de todo eso – dijo con la voz un poco quebrada –, no imaginaba que incluso pudieras hacer que lloviera.

– Ah, eso, hasta el momento solo presenciaste hechizos que ayudan a superar obstáculos. Los que hice contra esa cosa eran para combatir.

– ¿incluso la lluvia?

– Si, se llama "Conjure elemental". No se trata de una simple lluvia, pero no lo desaté por completo, su efecto invoca un dragón de agua que libera una tormenta que electrifica a los enemigos, pero solo lo utilicé para intentar detener a esa cosa.

– Entonces, ¿Ni siquiera sabias si con eso la detendrías? – Preguntó sorprendida.

– No tenía la menor idea – respondió despreocupado – imaginé que al mezclarse el agua y la arena el tornado desapareciera al no girar con la misma velocidad y así fue – explicó mientras la miraba con tranquilidad.

– No puedo creer que te lo tomes tan a la ligera – reprochó molesta.

– No me lo estoy tomando a la ligera, pero ¿Qué esperabas que hiciera? Nunca había enfrentado a una de esas, ningún aventurero nace sabiendo como eliminar a cada monstruo que se encuentra por ahí.

– ¿Y convertirlo en piedra era tu plan de emergencia?

– Eso si fue con más certeza, hay criaturas cuyo poder sale de sus cuerpos. Si separaba su cola supuse que acabaría con ella, y ya que la roca no podría conducir el viento...supongo que el resto es obvio.

– Bueno, aunque tu método no me parezca de lo mejor, me alegro que hayas podido detenerla.

– Es parte de una aventura Rose, acabas de experimentar uno de los peores lados, sabias que este no sería un viaje de placer... aunque la verdad no esperaba que algo así apareciera tan pronto.

Después de vagar por casi una hora, llegaron a un punto en que la tierra comenzó a tener altibajos, sobre todo pequeños montículos de arena acumulada creados por las tormentas de arena.

De un momento a otro, el libro comenzó a brillar, algo que para este punto ya ni siquiera a ella sorprendía. Por lo que solo lo colocó sobre sus manos y esperó que algo sucediera.

Justo como esperaban, este se abrió y comenzó a mover sus páginas hasta llegar a una que se encontraba en blanco para escribir un mensaje.

[Una reliquia se encuentra cerca de aquí]

– Vaya, entonces este lugar si apareció a causa de una reliquia – dijo él – vamos, debemos encontrarla.

– El problema es cómo.

Continuaron explorando con atención pero no parecía que fueran a encontrar nada.

Al paso de unos minutos notaron que la arena actuaba de manera peculiar. Los pequeños montículos en los alrededores se elevaron poco a con vientos ligeros. Entonces Rose tuvo una idea.

Magical Chronicle : The Relics of CreationDonde viven las historias. Descúbrelo ahora