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Apareciendo de vuelta en casa, Syous y Rose aun intentaban procesar todo sobre lo que se enteraron. Aunque ahora lo hacían con cierto tono de entusiasmo, en especial ella.

Se pasó un buen rato hablando sin parar, haciéndose ideas sobre cómo debió ser la vida de sus padres y, en cierta forma, comparándola con lo que hacía.

Le fascinó saber que ambos resultaron estar unidos por toda una historia que comenzó incluso mucho antes de su nacimiento.

Pero cuando al fin terminó de hacer eso, le llegó el momento de querer resolver a fondo sus dudas sobre la situación actual.

– Entonces... ¿Este mundo fue creado por las reliquias?, ¿Esa es la razón de que terminaran aquí?

– Habrás notado que... a veces parecen tener mente propia.

– Si, supongo.

– Bueno, se ocultaron en su creación para evitar ser atrapadas, el problema es que este lugar no soporta su magia.

Syous se acercó al mapa, con un leve movimiento creó una copia exacta del mismo en sus manos y lo colocó delante de ella, así podría dar una explicación más detallada.

– Todas estas transformaciones – señaló las marcas rojas – atraen su ambiente natural hacia aquí, porque así estarían en un sitio que resiste su energía... intentan estabilizarlo, por decirlo de alguna forma.

– Ya entiendo, tiene sentido.

– Si quieren permanecer en este lugar tienen que replicar su hogar, y para que eso suceda...

Dando un chasquido, el mapa se llenó de esas marcas hasta cubrirlo por completo, dejándolo con un aspecto distinto, pues ahora representaba al mundo paralelo.

– Este ambiente debe desaparecer – afirmó ella preocupada.

– Exacto. Pero no permitiremos que eso suceda – añadió entusiasta.

– Por supuesto que no – sonrió – ¿Qué haremos ahora?

– Volver a mi mundo – vio el afiche con su dibujo – quiero saber que hay detrás de esto.

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Un par de kilómetros bajo la superficie, al interior de la aldea de elfos sombríos comandada por Aldegard, el ritual oscuro al que se sometió Foltnner estaba a punto de terminar.

Solo el comandante junto a dos guardias se encontraba ahí, esperando a que semi humano saliera del extraño capullo envuelto en raíces de árbol.

Pretendían mantenerse a la expectativa con ánimos, ya que tenían planeado fingir ser sus aliados y traicionarlo en el momento más oportuno.

Después de unas horas, el sonido de la madera cuarteándose indicó que su ritual concluyó. Poco a poco las raíces se rompieron hasta soltar una sustancia viscosa, dejando un charco celeste y negro.

En este mismo yacía Foltnner, quien tras unos segundos despertó tosiendo igual que si hubiera escapado de ahogarse.

– No pareces sentirte mejor – mencionó Aldegard sarcástico.

– Pero... al menos funciono... ¿No? – Respondió enfadado entre tosidos.

– Ahora que lo dejaste terminar, sí. El daño a tu cuerpo debería ser menor y no se presentará tan seguido.

– Bien, solo eso necesitaba – se reincorporó – ¿Cuánto tiempo estuve ahí?, ¿Algo de lo que deba enterarme?

– Unos cuantos años. Y no, no en realidad. Mis hombres han investigado pero nadie les dice nada.

Magical Chronicle : The Relics of CreationDonde viven las historias. Descúbrelo ahora