Al interior del castillo de los maestros, Syous y los demás continuaban entrenando en la misteriosa habitación capaz de crear ambientes o enemigos en base a sus pensamientos.
El hechicero y Fasha estaban juntos en ese momento, ya que les propuso a todos un escenario donde por separado podría ayudarlos a explotar sus talentos individuales al máximo.
Después de eliminar a una manticora, la oscura cueva donde luchaban se transformó en una soleada pradera, adornada con un cielo azul y vientos suaves que se sentían como una caricia en el rostro.
Ambos se dejaron caer de espalda al suelo a tomarse un merecido descanso. Habían estado peleando durante más de cinco horas consecutivas.
– Apenas puedo creer que hagas esto por diversión – dijo ella entre jadeos.
– No llevamos ni medio día, ¿Tanto lo resientes? – Preguntó a manera de burla, pero haciendo notar que bromeaba –. La última vez que estuve aquí no salí en casi dos años.
– ¡¿Dos años?! Empiezo a cuestionarme tu cordura – rio.
– Es una bella tortura personal – bromeó –, aunque necesaria si queremos salir victoriosos.
Esa declaración tornó seria la situación – para ella al menos –. Se olvidó de relajarse y se irguió hasta terminar sentada.
– Ese semi humano ha hecho de todo para deshacerse de ti... sé que todo es por las reliquias pero, ¿Por qué tenías que ser tú? – Preguntó, dándole a entender que le preocupaba su bienestar.
Syous tomó la misma posición, entonces le contó lo que sabía sobre Foltnner. Qué lo llevó a tener tal odio contra los humanos, que fue parte del grupo causante de la anterior guerra y – lo que él creía – era su objetivo.
Al mismo tiempo añadió la historia de sus padres. En ese momento, Fasha comprendió que la batalla por iniciar sería un intento de ambos bandos por terminar lo que comenzó hace tantos años.
– Es como si estuviéramos destinados a ser rivales – opinó él.
– Así parece – admitió resignada –. Por cierto, ¿Aun debes encontrar alguna reliquia?, No has dicho nada al respecto.
– ¿Eh?, No. Ya las encontramos todas – respondió con duda al no saber si contarle los detalles.
Notándolo un tanto extraño, ella dijo:
– No pareces feliz de haberlo hecho.
– Lo estoy, solo que...
– Estas ocultándome algo – lo interrumpió –. Está bien, no tienes que decirme nada si no quieres hacerlo – añadió dolida, desviando la mirada.
Las dudas de Syous se basaban en el amor que sentía por Fasha y su deseo de no herir sus sentimientos. Irónicamente, eso era lo único que estaba logrando.
Colocó su mano sobre la de ella, lo que la hizo volverse hacia él. Tenía una mirada que parecía explicar sus razones para no hablar del tema. Aun así, sentir la confianza entre ellos deteriorándose lo motivo a decirle todo, aunque le preocupaban los posibles resultados.
– Fue un reto obtener las últimas dos, pero la cuestión es el papel de Rose en eso... de hecho, recuperarlas me hizo darme cuenta de algo...
– Te enamoraste de ella – afirmó con tristeza.
– Si – admitió con culpa –. Pero eso no cambia lo que siento por ti, lo que dije antes es verdad, solo que...
– Somos diferentes – terminó de hablar por él.
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Magical Chronicle : The Relics of Creation
FantasyRose es una chica de preparatoria común que tiene una gran afición por las historias de fantasía y posee un antiguo libro desde la niñez. Un día, tras salir tarde de la escuela, este comenzó a brillar en sus manos, llevándola a encontrar una misteri...