XXII

51 11 42
                                    


Herido y agotado, Foltnner apareció a través de un portal oscuro afuera de la fortaleza de los elfos sombríos, una enorme roca que parecía una montaña con forma de tubo, con decenas de agujeros a lo largo de ella, señal de los golpes que recibió con el tiempo.

Al pie de la misma se encontraba una entrada que conducía a una cueva subterránea, tan profunda que la luz del sol se perdía antes de siquiera llegar a mitad del camino.

Aunque al llegar a donde habitaban, el lugar estaba iluminado por antorchas y esferas luminosas creadas con magia.

Dentro, había cientos de miembros de esa tribu, que con sorpresa vieron llegar al maltrecho semi humano, tambaleándose mientras cargaba con esfuerzo el cuerpo de su fallecido comandante.

Muchos se aproximaron a ellos apenas los vieron. Ya no podían hacer nada por Alrein, pero al haber recibido órdenes de aliarse a Foltnner, lo ayudaron a sanar sus heridas.

No obstante, el daño que le causó el hechizo – Spatial Rend – dejó marcas irreparables, pese a no sangrar, su cuerpo lucia como si le hubieran arrancado pequeños trozos, incluso podría poner un dedo en esos huecos y este encajaría a la perfección.

Aun así, la resistencia que demostró ante ese brutal ataque fue sorprendente, pues durante su entrenamiento, Syous logró controlarlo a la perfección y el modo en que lo usó debió hacerlo perder una de sus extremidades.

Cuando se recuperó por completo, sin pensarlo dos veces comenzó un discurso para utilizar la muerte de Alrein a su favor.

– Escuchen todos, su comandante y muchos de los suyos cayeron en la misión que emprendimos juntos.

El coraje y la frustración invadieron a la tribu de inmediato. Foltnner notó que cayeron en su trampa y que le sería muy fácil manipularlos.

– Sé que no necesito decirles quienes fueron los responsables, solo les pido que continúen apoyándome.

Los elfos parecían considerar sus palabras, pero la duda en sus rostros era evidente. No estaban convencidos de ayudarlo, antes lo hicieron por seguir a su líder – quien nunca les explicó las verdaderas razones de su alianza –.

Al notar su cambio de actitud, sabía que debía decir algo para ganárselos y utilizó la mayor mentira que se le ocurrió.

– Todos vieron el estado en que llegué. Esos humanos hicieron lo que quisieron con nosotros, con mis últimas fuerzas apenas logré salvarme...

Escuchaban con atención su extraño discurso, aunque no se convencían con lo que oían.

– No logré salvar a su comandante, nos superaban en número, la única solución que encontré fue escapar para salvarnos a ambos...

La situación parecía cambiar conforme seguía hablando.

– Pero cuando llegue con él ya estaba mortalmente herido. Con su último aliento me pidió que lo trajera ante ustedes.

>> Pude notar la sed de venganza que lo invadía, deseaba que nuestra alianza continuara incluso sin él. Por desgracia, murió antes de llegar aquí.

Los elfos no confiaban del todo en las palabras de Foltnner, pero habló con una falsa sinceridad que incluso despejó sus dudas, en especial por lo que dijo de Alrein, pues era claro que esa era su forma de actuar.

Con esto terminaron cayendo en su trampa y decidieron continuar luchando bajo sus órdenes directas.

– ¿Qué me dicen? ¿Están conmigo?

La tribu alzó sus armas dando un grito de guerra al unísono. Ovacionaron al semi humano en señal de apoyo a sus planes de acabar con los humanos que mataron a su comandante.

Magical Chronicle : The Relics of CreationDonde viven las historias. Descúbrelo ahora