Capítulo 50

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Dante

Al entrar a la casa noto que están todas las luces apagadas, grito el nombre de mi mate un par de veces, pero no recibo respuesta, percibo un olor extraño en el ambiente el cual no logro identificar. Preocupado subo las escaleras, la encuentro recostada en la pieza de sus padres, con la carta de Sophia a su lado.

—¿Estás bien? —pregunto.

Observo como dificultosamente sus labios se desprenden y murmura—. Yo...yo...pasaron varias cosas hoy —dice en un susurro. Aquella frase me deja intrigado, sin embargo no la presiono y espero, a pesar de que la angustia me carcome—. Hoy Ed encontró a su mate.

Ya veo, con que era eso, no puedo evitar que mi corazón se apriete, intento que el dolor no se vea reflejado en mi rostro. A pesar de todo lo que hemos pasado aún tiene sentimientos por él, y cómo no los tendría cuando Ed ha sido siempre la persona que la ha apoyado. Mi lobo ruge de rabia debido mi mate está preocupada por otro macho, pero lo mando a callar, recordándole que nuestra prioridad es su bienestar.

—Debió ser incómodo ese momento, lamento no haber estado allí para ti, yo...

En eso observo su rostro confundido, ¿será que empeoré la situación con mis palabras?, poco a poco observo como su rostro se tuerce en una divertida sonrisa, la escucho reír.

—Pensaste que estaba triste porque Ed encontró a su mate —dice divertida—. Dante, hace tiempo no tengo esa clase de sentimientos por él, al contrario me siento feliz por él.

—¿Entonces por qué estás tan triste? —pregunto intrigado, y nuevamente veo ensombrecer su expresión. Inmediatamente me arrepiento, no quiero incomodarla—, si no quieres contarme, no es...

—Tengo que —interrumpe con un dejo de desesperación en su voz—, si no lo hago no tendré el valor de decírtelo después —noto como comienza jugar con el relicario de su madre, me siento a su lado y muevo mi mano en dirección a su hombro intentando transmitirle que sea lo que me desee contar tiene mi apoyo—, Nicolas Lought vino a visitarme —cuando estoy a punto de lanzarle una secuencia de pregunta mi mate posa su dedo indice en mi labios, desvaneciendo cualquier posible  replica—, no vino con malas intenciones, solo quería conversar conmigo, él...él me pregunto si deseaba participar en la siguiente competencia entre las distintas tribus de cazadores.

—No puedes —digo tajante, luego observo la expresión dolida de mi mate y agrego—, es peligroso, si te descubren, yo...—moriría contigo, mataría a todos los cazadores, sin embargo esas palabras no salen de mis labios porque recuerdo la promesa que le hice, que la protegería como de lugar y que siempre la apoyaría, así que me retracto de mis palabras y comento—, de acuerdo si decides participar te apoyaré, pero...—digo antes que interrumpa—...no irás sin un plan de respaldo, ¿cuando es la competencia?

—Dentro de un mes, pero aún no me decido si participaré o no. 

—Anna, ambos sabemos que participarás —noto que desea contradecirme pero añado—, se sabe que los pueblos que pierden la competencia, son diezmados, familias que antes vivían juntas terminan separadas. Soy consciente que mi hermosa mate tiene un gran corazón —concluyo.

Observo como muerde sus labios fuertemente y dice—, Dante yo...no quiero que salgas perjudicado por mi culpa, quizás lo mejor sea...

—Anna —la interrumpo—, aunque me tenga que unir a los cazadores, no pienso despegarme de tu lado. Por favor no me alejes —suplico.

La tomo entre mis brazos. Inconscientemente mi mandíbula termina en su cuello, mi lobo me impulsa a que ya es el momento, percibo como Anna se inclina para darme un mejor acceso, sin embargo reprimo mis instintos, quiero que ella me lo pida, no deseo presionarla. Renuentemente me retiro, ya que de lo contrario es probable que termine por cometer una locura.

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⏰ Última actualización: Dec 28, 2021 ⏰

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