Dante
Anna me permite leer la carta dejada por su madre, mientras avanzo percibo como poco a poco un sudor frío se agolpa en mi espalda. Esto es malo, muy malo. Intento controlar mi expresión para no preocuparla y tal cómo se me ha instruido desde pequeño repito en mi mente aquel mantra: un alfa no tiene permitido manifestar sus emociones. Una vez percibo que mi cuerpo se encuentra más sereno levanto la vista hacía mi mate, observo como delicadamente contempla el relicario y lentamente una tierna sonrisa surge por su rostro, desearía tener la certeza de cuales son sus sentimientos, no hay día en que me arrepienta haberla rechazado, a pesar de que nuestra conexión se mantiene es más débil por ese estúpido hecho, solo se restablecerá una vez la marque, es más, existen miembros de la manada que son capaces de hasta escuchar a sus almas gemelas independiente de las distancias físicas, lo cual palidece con lo que percibo actualmente, que solo son retazos y simplemente debo guiarme más por mis deducciones que por lo que recupero a través de dicha unión. Simplemente quisiera tener la seguridad de que esa expresión es genuina. Finalmente decido dejar de sobre analizar lo que pudo haber sucedido y prometo enmendar el tiempo perdido, como primera medida debo confesarle lo que sucedió con Christina, pero como ha sucedido últimamente no encuentro el momento adecuado. Me topo con su mirada y en ella percibo un leve deje de inseguridad en sus ojos, tímidamente tomo su mano, termino por envolverla en un abrazo—. Nada ha cambiado, te sigo viendo igual continuas siendo mi hermosa y bella mate —susurro. Percibo como sus hombros se relajan, suelta un sonoro suspiro, el olor a chocolate me invade, y me dejó envolver por él. Quisiera que este instante fuera eterno, solo nosotros dos en esta habitación.
—Te creo —contesta Anna—, gracias Dante, sé que no iniciamos de la mejor manera —dice mientras el lentamente el rubor invade su rostro e inevitablemente sonrió por el espectáculo, que malo soy —... soy una persona que se deprime con facilidad, estos últimos meses han sido un verdadero torbellino de emociones, siempre he tenido a Ed conmigo en esos momentos —al escuchar esto último los celos me embargan, pero los mando a silenciar, porque como dicen la verdad duele, así que simplemente me enfoco en sus palabras—, pero gracias a tu apoyo y a tus incontables consejos ahora puedo decir que soy un poco más fuerte, no importa la sangre que corra por mis venas, seguiré siendo Anna Becket, Omega mate de Dante futuro alfa de la manada de Lucine —pronuncia esto último con una seguridad que conmueve mi corazón.
***
Sé que el capítulo es algo corto, quería que fuera más largo, y es que me encuentro con un leve bloqueo de escritor, y no sé como ordenar las ideas que rondan en mi cabeza sin que suenen forzadas, así que preferí publicarle hasta la parte donde tengo para no alargar más la agonía, me costó un poco tomar la decisión :(.
Esperando que les guste, deseosa de leer sus comentarios y teorías, me despido.
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Redención
WerewolfAnna es adoptada y fue criada en el pueblo de Lucine, una localidad de hombres lobos, y teme por el día en que encuentre a su mate, porque tiene la certeza de que será rechazada. Dante es el futuro alfa de la manada de Lucine, y sueña con el día en...