Anna
Observo como Luisa rompe el papel que hace solo unos pocos segundos había firmado Dante. Quiero preguntar qué sucede, pero las palabras no salen y antes de que pueda preguntar mi mate se me adelanta y comenta—. Ya tuvimos suficiente de ustedes, si me disculpan iré a tratar la herida de Anna.
Cuando lo menciona me percato de que el pañuelo se encuentra empapado de sangre, así que nos dirigimos a la salida.
—No le interesa saber por qué rompí el documento —dice Luisa enigmática.
—No—responde categóricamente Dante a modo de despedida.
Mientras nos alejamos escuchamos a Luisa soltar un suspiro de frustración y somos detenidos por sus siguientes palabras—. Puedes curar a tu mate en la enfermería del gimnasio —indicando a una de las puertas que se encuentran al final del pasillo—, te sugiero que no pongas más a prueba la paciencia de este consejo lo que tenemos que comunicarte es trascendental para esta manada así que no tardes.
Dicho esto todos los miembros se retiraron del lugar dirigiéndose a la una sala de reuniones. En el momento en que nos quedamos solos Dante me pregunta—. ¿Quieres irte?
—Sí, pero creo que es importante que los escuchemos—susurro de vuelta.
Así que resignados entramos a la sala de primeros auxilios, dentro Dante revisa uno de los estantes y toma un par de gasas, me levanto la camisa siento mis mejillas arder mientras me echa desinfectante, delicadamente mi mate retira la sangre seca y una vez limpia me percato que se han soltado un par de puntos, creo que deberé ir a visitar a Juliette más tarde, finalmente coloca un parche sobre la herida, me pide que la sujete mientras va buscar algo de adhesivo, cuando regresa la comienza a pegar e inevitablemente nuestros dedos se rozan y enseguida mi corazón se acelera.
Mi mate se percata de mi incomodidad, sin embargo la interpreta de manera incorrecta—. Aguanta un poco más terminaré rápidamente este asunto para que podamos ir donde Juliette—susurra Dante.
Avergonzada respondo—. No te preocupes por mí, estoy bien casi ni me duele.
Dante no parece muy convencido por mi respuesta y a pesar de nuestros deseos salimos de la habitación. Jacob y el resto de los integrantes nos esperan en la sala de conferencia al parecer están igual de impacientes que nosotros.
—Seré rápida el consejo ha deliberado y ha llegado a la conclusión de que la señorita Anna y el joven Dante han pasado la tercera prueba —anuncia Luisa, mi mate y yo nos miramos desconcertados, pero no tenemos tiempo para preguntar, ya que inmediatamente añade—, sin embargo a pesar de que reconocemos tu valía al superar los tres desafíos este consejo sigue creyendo que no eres la luna que está manada necesita.
En seguida percibo como el cuerpo de Dante se tensa, le tomo las mano en un intento de transmitirle que esas últimas palabras no me han dolido, a pesar de que es una completa mentira, no necesito que me lo recuerden, pero intento que aquello no se vea reflejado en mi rostro, sin embargo cuando contemplo fugazmente los iris azules del lobo de mi mate compruebo que fui incapaz de engañarlo.
Probablemente en estos momento este ideando algún plan para vengarse de ello, así que decido interrumpir su tren de pensamientos homicidas y pregunto—. ¿Cómo es posible que la haya superado?, dado que no conseguí obtener la llave a tiempo.
Jacob posa su vista en mi, en su rostro puedo observar el desprecio que me tiene y lo molesto que es para él tener que dirigirme la palabra—. Lo que usted realizó solo era una fachada, una prueba imposible que dada su situación actual —remarcando esto último, como si necesitará un recordatorio constante de aquello—. Esté consejo quería comprobar cómo se comportarían como pareja en una situación crítica, si realmente las palabras de nuestro futuro alfa eran ciertas, si efectivamente se apoyarían o simplemente se limitarían a culparse entre ustedes.
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Redención
Hombres LoboAnna es adoptada y fue criada en el pueblo de Lucine, una localidad de hombres lobos, y teme por el día en que encuentre a su mate, porque tiene la certeza de que será rechazada. Dante es el futuro alfa de la manada de Lucine, y sueña con el día en...