Capítulo 16

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Dante

Mientras espero que Anna finalice su terapia rememoro aquel abrazo que compartimos, no puedo evitar sentirme culpable, debí confesarle lo sucedido con Christina, pero finalmente me comporté como un completo cobarde, ha sido tan difícil quitar el miedo de sus hermosos ojos, por favor Diosa Luna dame un poco más de tiempo, permite que este humilde servidor disfrute un poco más antes de que esos luceros se tiñan de desprecio. Y cómo si la hubiese invocado a lo lejos veo a mi radiante mate aparecer.

—¿Has tenido que esperar mucho tiempo? —pregunta preocupada.

—Descuida, mi compañero me ha mantenido entretenido —señalo al gatito que llevo en el bolso para mascotas. Anna se acerca y este le devuelve un maullido lastimero cómo si suplicará que lo sacarán de su confinamiento. Mi mate inevitablemente se preocupa pero la tranquilizo, recordándole que solo es mientras estemos en el veterinario.

Tomás nos atiende inmediatamente y pregunta lo que he me estado cuestionando durante todo el camino —¿Cuál es el nombre de nuestro amigo? —percibo como el cuerpo de mi mate se tensa, los minutos pasan mientras observo como revisan al gatito, estoy por sugerirle algunos cuando anuncia que se llamará Yuki. Tomás lo vacuna y le da el antiparasitario, adicionalmente nos indica que se lo debemos repetir en quince días, el mismo tiempo en que mi pesadilla encarnada volverá al instituto, le solicité a mi padre que mientras se ejecutará la suspensión la mantuviera confinada en su domicilio, por lo que no existe el peligro de toparnos con ella en el pueblo, sin embargo a pesar de eso me siento inseguro. 

Anna no me abandones, como si leyera mis pensamientos sus delicados dedos rozan los míos e inmediatamente mi corazón se tranquiliza—, ¿sabías qué muchos hombres lobos creen el mito de que los gatos nos odian? —comento en un inútil intento de distraerla. 

—Probablemente sea incapaz de ayudarte, pero si existe algo por mínimo que sea yo...puedes confiar en mí —dice ignorando mi comentario.

Delicadamente poso mi nariz en su cuello, el dulce olor a chocolate me envuelve, y de fondo escucho su corazón latir desenfrenado al compás con el mío—. Lo tendré en cuenta, por el momento deja quedarme así solo unos segundos más. 

 A lo lejos escucho pasos, lamentablemente este mágica ocasión ha concluido, pero me prometo que no será la última. Y reanudamos nuestro camino hacia la casa de Anna, junto al pequeño Yuki que se encuentra dormido.

—Gracias, por ...—noto como mis mejillas se sonrojan—, gracias por consolarme, sé que somos mates, aunque me rechaces en el futuro, si llegas a tener algún problema, necesito que me prometas que me pedirás ayuda, ¿de acuerdo?

—De acuerdo —murmura Anna confundida por mis palabras, soy consiente que en estos momentos no tienen mucho sentido, pero me destrozaría pensar que por culpa de mis errores alguien se aproveche y la hiera—. Dante, está pregunta te va a parecer extraña, pero...¿crees soy una aberración?

—¡No! —grito horrorizado—, ¿por qué piensas eso?, ¿alguien te ha molestado?

Ella lo niega inmediatamente, la miro fieramente tratando de comprobar que no esta mintiendo, mientras intento controlar a mi lobo que solo desea destrozar aquel que haya puesto esas ideas en mi mate. 

—Olvídalo, sólo fue una...

—Anna —interrumpo, le acaricio la coronilla intentando calmarla—, cuéntame por favor.

—Sabes que soy incapaz de transformarme, pero Diego mencionó que me he curado milagrosamente rápido, desde pequeña cada vez que fui herida a los minutos estaba como nueva, no es que me esté quejando, simplemente quisiera saber el por qué.

Lastimosamente conozco la causa, me preparo para entristecer nuevamente a mi alma gemela—. Te prometí una clase teórica pero, antes de contestar a tu pregunta tienes que comprender que el poder de un lobo esta basado en tres pilares que son: potencia, velocidad y resistencia. La gran mayoría presenta un balance entre los tres, pero en tu caso eso se encuentra desequilibrio, lo que trato de explicar es que dado que sufriste de múltiples lesiones, tu habilidad de curación que directamente asociada a la resistencia se desarrolló más de lo usual, descuidando las otras dos. —contemplo como se encorva y su rostro poco a poco se aflige—. Tranquila, se puede reparar yo personalmente te ayudaré.

Mis palabras cambian alegran un poco su semblante, finalmente llegamos a la casa casi al anochecer estuve tentado a besarla, sin embargo me encontraba inundado por la culpa, porque cada segundo que intento ignorar este remordimiento que me embarga, es como si escuchara el tic tac de un reloj que me recuerda que cada segundo que transcurre se acerca cada vez más rápido hacia mi condena, así que simplemente le bese la coronilla.


***



Le doy la bienvenida a los nuevos lectores que se han unido, no sé cómo pasamos las 4000 :O. Muchas por sus comentarios y votos. :)

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