Capítulo 52 - El peso de la realidad.

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Claus.

Silencio.

Es todo lo que nos rodea después de la confirmación de Nish a mis palabras, por un momento sus lágrimas dejan de caer y sus ojos se concentran única y exclusivamente en Dark que simplemente no reacciona, demasiado impactado por la revelación.

Trago duro cuando veo como parpadea pero nada más, ni un ruido, ni una mueca, nada. Nunca en mi vida había visto a Dark tan perplejo e impactado ante alguna situación. Nish da un paso en su dirección y el retrocede uno en automático como por inercia, lo que hace que ella se detenga y la expresión de dolor en su rostro me comprime el pecho.

Sé que hacer esto iba a traer consecuencias irremediables, pero fue lo único que se me ocurrió hacer para mantenerla aquí y segura. Dark jamás la dejaría ir a enfrentarse a Griffin si está consciente de lo que hizo, si se entera de lo que paso y el saber que hubo algo o mejor dicho alguien producto de su unión en su vientre y ella misma lo mato gracias al dolor y el miedo irracional que Griffin despierta en ella, lo volvería aún más sobreprotector.

— ¿Dark? — murmura dolida.

Pero mi mejor amigo niega con la cabeza y da otro paso hacia atrás, como si su voz le asestara un fuerte empujón alejándolo de ella, sus dedos se abren y se cierran en torno al mango del arma y puedo ver como sus nudillos se tornan blancos con la fuerza que ejerce sobre este.

— Dark no...— Nish insiste pero el vuelve a negar con la cabeza girándose, evitando el contacto con ella.

Mi cuerpo se contrae ante su reacción, mis puños cerrándose y unas ganas locas de estrellarle la cabeza contra el cristal del escritorio se apoderan de mí. ¿Está rechazándola, en serio? doy un paso para acercarme más a ella, tratando de llenar el espacio que él ha decidido dejar vacío, pero la mano que sostiene el arma se mueve con más rapidez que yo impidiendo que me acerque más a ella, termina apuntándome de nuevo. Me mira sobre su hombro y su rostro no refleja ninguna emoción, pero sus ojos si y hay tanto en ellos que no dudo en detenerme, porque lo que veo no me agrada.

— Largo...— suelta entre dientes, cuando doy otro paso. Su voz carrasposa y gruesa me indica que está conteniéndose y no sé qué es lo que contiene o hacia quien.

— No voy a dejarte solo con ella...— le dejo claro para que vaya haciéndose a una idea que de aquí me saca con un tiro.

— Claus por favor...— me suplica Nish mirándome implorante, sus ojos están llenos de lágrimas, dolor y desesperación.

Algo que me lacera el pecho y me hace sentir como una mierda por exponerla a esto, por hacerla pasar por este momento, porque aunque Dark la sometió al cuarto negro, ella no tiene recuerdo de lo que paso y yo acabo de abrir la caja de pandora no solo para ella sino también para Dark.

Pero es lo mejor, me repito mentalmente tratando de convencerme que no ha sido una mala idea y que realmente esto evitara que Nish vaya Sicilia. No está lista para enfrentarse a Griffin y no quiero ver como se rompe delante de ese maldito hijo de puta porque le dará el poder y la satisfacción de saber que a pesar del tiempo sigue afectándola, sigue jodiendola y la verdad no se merece tener ese poder sobre ella.

— No...— me niego pero el chasquido del seguro del arma de Dark me hace mirarlo.

Frialdad.

Es esa clase de frialdad que solo hay en los ojos de alguien sin emociones, alguien que es capaz de controlarlas a tal punto que se vuelve un tempano de hielo y nada le afecta y en este instante sus ojos ya no muestran nada más que eso.

Darkness II ©️ ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora