Darkness II ©️ ✔️

Capítulo 3 - Sumido en la oscuridad

Dark.

Los ojos de Mary me observan cargados de una mezcla de miedo y rencor que solo me divierte, esta estúpida cree que por ser la esposa de Seth me voy a contener. Me da justamente lo que quiero y si no lo hace le pasara lo mismo que al resto.

— ¿Y bien Mary? — ella respira profundo y cierra sus ojos removiéndose incomoda en el sillón.

— ¿Qué coño quieres? — me espeta.

Recordándome que estoy delante de la hija de un cabecilla de la mafia Italiana y que todos absolutamente todos los miembros de estas putas familias creen que son más que los demás, solo porque tienen asesinos entre ellos.

— Mary, no lo provoques mas ¿quieres? — murmura Claus con fastidio desde el rincón donde permanece intentando colocarse la franela.

— Vete a la mierda Claus...— suelta tajante.

— ¿Dónde está Griffin? — insisto en la puta pregunta.

— Ya te dije que...— no la dejo continuar, ya que estampo el dorso de mi mano en una de sus mejillas.

El golpe la hace girar el rostro nuevamente hacia un costado, un sollozo se escapa de sus labios y la frustración comienza a hacerse camino en mi pecho.

— No me mientas...— le espeto acercando a su rostro, tomándola de la mandíbula y obligándola a verme.

— No tengo idea de donde coño esta...— suelta mirándome con fuego en la mirada.

Tomo el arma una vez más y hago presión en su mandíbula obligándola a abrir su boca, ella forcejea un instante pero en cuanto me ve a los ojos se tranquiliza, cuando lo hace coloco el cañón de mi arma dentro de su boca.

— Te dije que podíamos hacer esto rápido o malditamente doloroso...— sus ojos se abren como platos cuando meto un poco más el arma en su boca y esta choca con sus dientes — ultima vez Mary, no pienso repetirme — le quito el seguro al arma.

— Dark...— la advertencia en la voz de Claus me hace mirarlo un instante antes de sonreír en su dirección y volver a fijar mis ojos en la pelirroja.

— ¿Dónde está el hijo de puta de Griffin? — por un instante su mirada me desafía y me veo tentado a volarle la cabeza incluso antes que responda.

Pero sus ojos se anegan en lágrimas y logro ver finalmente el terror que siente, intenta hablar pero al tener su mandíbula sostenida con mis manos y el arma en su boca se le hace imposible.

— ¿Qué? — pregunto solo por humillarla un poco más, intenta responder una vez más sin lograr hacerlo.

Cuando saco el arma de su boca, respira agitada y suspira mirando el suelo.

— No sé nada de Griffin desde hace meses...— suelta de sus ojos comienzan a caer lágrimas y de pronto busca mi mirada — desapareció de la noche a la mañana, estaba reuniéndose con unos hombres que venían a buscarlo, cada vez esas reuniones se hicieron más frecuentes y finalmente una noche no regreso — mi ceño se frunce.

— ¿Qué hombres? — pregunto, consciente que estamos hablando de los rusos o a los que Claus le dio caza.

— No lo sé...— suelta sin mirarme.

Respiro profundo y me pongo en pie sin dejar de mirarla, después de unos segundos su rostro se eleva y me observa.

— ¿Por qué estás buscándolo? — pregunta en un murmuro — Griffin nunca represento un peligro para ti, nunca si quiera lo llegaste a ver como un rival, ¿Por qué este repentino interés? — su pregunta no hace más que cabrearme, porque ciertamente Griffin nunca significo la gran cosa.