Extra 4 - Máscaras de muerte.

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Chloe.

Ubicación: Chicago.

Hora: 10:30 pm

(Una semana después de haber sido liberada)

Me despierto de golpe en medio de la oscuridad, una mullida y suave cama me sostiene al mismo tiempo que un cálido cuerpo se encuentra a mi lado. Mi piel esta bañada por una ligera cama de sudor y mi corazón martilla rápidamente dentro de mi pecho. Cierro mis ojos y trato de tranquilizarme, estar fuera de esas cuatro paredes que me mantuvieron cautiva durante tanto tiempo me desestabiliza.

Giro mi rostro para ver el torso desnudo de Sam quien duerme a mi lado tan tranquilo sin darse cuenta de todos los conflictos internos con los que tengo que lidiar ahora que estoy lejos de él y Darkness. No se cómo demonios paso, pero no puedo dejar de pensar en Claus. Niego con la cabeza y salgo de la cama con cuidado de no despertar a Sam.

Camino descalza por el frio suelo sintiéndome cómoda, recordando la frialdad de la habitación en la que estaba. Sé que es enfermizo, sé que no está bien que extrañe ese lugar y todo lo que pase allí pero la verdad es que de alguna retorcida forma lo hago. Suspiro deteniéndome frente al refrigerador y lo abro. Lo primero que encuentro es una caja llena de dulces, de inmediato la tomo y me acomodo sobre la encimera.

Al abrirla noto los distintos dulces en ella, tartaletas, torta de chocolate pero mis ojos se detienen de inmediato en el volcán de chocolate que está en la esquina. Inevitablemente sonrió al recordar las constantes quejas de Claus sobre no poder comer dulces porque Dark se lo había prohibido.

Tomo el dulce y dejo la caja a mi lado, contemplándolo con anhelo. No puedo decir que lo que viví allí fue agradable porque ahora me faltan algunos dedos, y una mano, tengo una enorme cicatriz en el rostro que me recuerda mi error y además tengo muchas imágenes en mi cabeza de cosas que me aterran y que ellos me obligaron a recordar. Pero no todo siempre fue tan malo. Claus siendo la persona que es y habiéndome hecho daño siempre encontró la forma de hacerme sentir tranquila y a gusto con él.

Claus tiene algo que simplemente te conquista, su elocuencia, sus ocurrencias... suspiro llevando el postre a mi boca y dando un bocado que me sabe a gloria. Mastico con los ojos cerrados disfrutando del sabor y la textura del chocolate en mi boca, cuando abro los ojos siento como un par de lágrimas se deslizan por mis mejillas.

Salir de Darkness sin despedirme de Claus fue extraño, no sé dónde estaba ni porque había dejado de ir a verme. Pero hacía más de un mes que no le veía la cara y eso era realmente extraño. Termino de comer el dulce y bajo de la encimera acercándome al bolso que reposa sobre la mesa, donde está un teléfono que me dejo Dark.

Allí me contactaría cuando tuviera todo listo para desaparecer. Sam le consiguió toda la información que necesitaba pero no la compartió conmigo. Así que no tengo idea de que rayos iba. Desbloque el teléfono y entro a los contactos el único numero registrado es el suyo. Deslizo mi dedo sobre el icono de llamada y le marco.

Quiero hablar con Claus aunque sea una última vez antes de desaparecer. Tras el cuarto repique la gruesa y fría voz de Dark responde.

— Chloe...— mi piel se eriza como cada que lo escucho.

— ¿Dark?

— Te dije que te llamaría cuando todo estuviera listo, ¿Qué quieres? — mi cuerpo se tensa y mis piernas empiezan a temblar.

— Claus...— murmuro nerviosa.

De alguna forma tengo más miedo de Dark, que de Claus porque aunque el segundo puede ser impredecible es solo cuando está enojado y pocas cosas enojan a Claus. Con Dark nunca se sabe.

Darkness II ©️ ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora