Darkness II ©️ ✔️

Capítulo 60 - Al final del camino

Hola mis darklings este pequeño apartado es para dejar en claro que este capitulo NO ES APTO PARA TODO PUBLICO, si eres una persona sensible te advierto que este capitulo no es para ti. Ya que contiene escenas de violencia explicita FUERTES y PERTURBADORAS por lo que se requiere discreción. Antes que vayan a empezar los gritos, esto es MERA FICCIÓN. ahora sin mas... vamos a ello.

Zarek.

La sonrisa que me dedica Nish me calienta el pecho y me hace saber que a pesar de todo lo que ha pasado de alguna forma, siente algo por mí. No es amor, gratitud mucha, pero también puedo ver que me tiene cariño.

— Gracias...— murmura tomando la bolsa de mis manos.

— Para lo que necesites...

— Genial ahora también tengo que competir con el ratón por ella...— escucho al idiota de Claus murmurar y Dark asesinarlo con la mirada pero no dice nada.

— Bien, antes de entrar necesito agua helada, preferiblemente con hielo...— mi ceño se frunce y ella sonríe.

— ¿Para qué quieres agua con hielo? — pregunta Claus con curiosidad.

— Solo busca lo que necesita...— le espeta dark lo que lo hace poner los ojos en blanco y bufar.

— Claro el tipo de los recados...— se queja mientras se gira y se va por el pasillo.

Minutos después regresa con cuatro sujetos cargando un contenedor con agua. El cual meten a la habitación y luego salen, dejándonos solos. Nisha cierra sus ojos y respira profundo dando un paso pero se detiene.

— ¿Qué temperatura hay dentro? — pregunta y la veo con curiosidad mientras Dark dibuja una sonrisa lenta pero maliciosa.

— ¿Qué temperatura quieres que tenga? — ella medita unos segundos y sonríe.

— Lo más baja pero tolerable posible...— el asiente y se gira para entrar a la puerta continua donde se demora unos minutos y luego regresa.

— ¿Quince grados está bien para ti? — ella suspira y asiente.

— Si hace mucho frio aun puedo usar tu saco...— comenta con cierta coquetería en su dirección cosa que me sorprende.

Luego se gira hacia mí y suspira para luego sonreírme, gesto que regreso. Me tenso cuando da un paso al frente y luego otro, no puedo evitarlo y la llamo.

— Nish...— ella se detiene y mira sobre su hombro.

LO que veo en sus ojos es la seguridad que necesito para saber que sea lo que sea que ha planeado lo llevara a cabo en su totalidad. Aunque tengo una idea de lo que hará, no sé si solo sea eso, porque no tiene sentido haber pedido el agua. Sonrió y niego con la cabeza.

— No es nada...— ella asiente y vuelve a poner la vista al frente.

Y entra al quirófano con la seguridad que necesita para enfrentar a su peor pesadilla pero tan consciente que las pesadillas se acaban cuando las enfrentas.

Nisha.

Mi corazón late desbocado dentro de mi pecho al punto de sentir los latidos detrás de mis oídos. En cuanto estoy en el umbral de la puerta me detengo un instante sintiendo el frio del interior. Mis ojos están en el suelo gris.

— Por fin te dignas a venir a verme...— su voz carrasposa y pausada, eriza cada uno de los vellos que cubre mi cuerpo uniéndose a un estremecimiento.