Capítulo 52 [Último]

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LIA

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LIA

Sabía que Zara era capaz de muchas cosas, pero aun así me sorprendí cuando el administrador del edificio donde rentaba me llamó para notificarme lo que ella hizo. En realidad, él no señaló el nombre de Zara como tal, claro, pero bastó la descripción breve que me dio para saber que se trataba ella.

Tuve que volver a Nueva York con Blake, Ashton y mis padres a primera hora esta mañana. Jim, el guardaespaldas que ahora parecía ser más cercano a Blake, nos recogió en el aeropuerto y nos llevó directo a mi edificio. Blake no se apartó de mi lado desde que bajamos del auto, cosa que le agradecí en mi interior. El administrador estaba ahí para recibirnos y enseguida nos guio a la entrada de mi apartamento como si se tratara de una visita guiada a algún museo.

—La policía ha estado investigando con los vecinos —dijo el hombre bajito y calvo—. Hace seis días el señor Carroway, del 14C, llegaba al edificio cuando se encontró con la mujer. Dice que ella le saludó y le comentó que venía a visitar a su hija, entraron juntos y se despidieron cuando él subió a su piso.

—Pero ¿cómo diablos entró ella al apartamento de Lia? —preguntó papá, que miraba al administrador con indignación.

El hombre esbozó una mueca.

—Tal parece que consiguió un cerrajero bajo el argumento de haberse dejado las llaves dentro y, lamentablemente, no fue algo que pareciera sospechoso para quienes se dieron cuenta. Una vez que ella consiguió entrar al apartamento de la señorita Banfield, no hay muchos detalles de lo que la mujer hizo hasta el día de ayer, que el humo alertó a los vecinos.

—¿Ella lo provocó? —cuestionó Ashton.

Me llevé una mano a la frente, agobiada.

—No, todo indica que fue un accidente por negligencia. —El hombre agachó la mirada—. Creo que lo mejor será que contacten a los oficiales a cargo del caso, ellos seguro tienen más información para brindarles. Les han dejado un número de contacto —alargó una tarjeta hacia mí—. El fuego se controló, señorita, pero muchas de sus cosas no corrieron con buena suerte. Tendrá que comunicarse también con la compañía de seguros...

Blake afianzó el agarre con el que me sostenía mientras escuchábamos hablar al administrador. Luego, con una llave que no era mía, abrieron la puerta de mi apartamento. El rastro que dejó atrás el fuego era evidente. La mayoría de mis cosas no servirían más.

En compañía de Blake, di un breve recorrido por el lugar que había consumido el fuego. Todo estaba lleno de hollín. La cocina y mi habitación habían sido las zonas menos afectadas. Ver mi casa de esa manera me puso un nudo en la garganta.

—¿Lia? —Blake me miró con preocupación.

Parpadeé en su dirección y, sin decir nada, fui a tomar la esfera de navidad que se hallaba en mi mesita de noche. Esa que él me obsequió tanto tiempo atrás.

Definitivamente más que atracción [BB #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora