Capítulo 41

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BLAKE

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BLAKE

Cerré la maleta una vez que terminé de meter todas mis pertenencias en el interior y miré alrededor para ver si algo me hacía falta. Hice un rápido repaso mental de lo que llevaba y concluí que tenía todo para pasar el verano en Los Hamptons.

Eché mi billetera en el bolsillo de la camisa que vestía y me aseguré de que el cordel de caucho con el anillo seguía colgando de mi cuello. Tal vez no debía usarlo dada mi situación actual con Lia, pero me negaba a quitármelo. Llevarlo conmigo era una cosa que ya se me había hecho costumbre.

Suspiré y traté de no pensar en ella, en las ganas que tenía de verla.

Mi teléfono comenzó a sonar, era Jim. Le atendí enseguida solo para escucharlo decir que se encontraba fuera, tal como habíamos acordado un par de horas atrás, cuando me dejó aquí luego de que terminara el convivio con la gente de la película. El día había sido un tanto agitado.

Suspiré y arrastré la maleta conmigo hasta la entrada. El hombretón me ofreció un breve saludo antes de tomar el equipaje y decir que se adelantaría al auto.

Me tomé unos minutos para asegurarme de haber cerrado todo antes de salir de casa y bajar donde él me esperaba, en el aparcamiento. Jim ya había guardado el equipaje en el maletero y había dejado la puerta trasera abierta para mí.

—¿Todo listo, señor?

No pude evitar la pequeña mueca que su tono formal me provocó, pero asentí.

Luego, en lugar de subir por la puerta que él abrió para mí, la cerré y ocupé el asiento de copiloto. No supe qué cara puso, porque tenía su usual expresión hermética cuando subió tras el volante.

—Parece que dejaremos de vernos un tiempo, Jim.

—Eso parece, señor.

—¿Qué harás durante estos dos meses?

—Seguramente la agencia me asignará clientes eventuales hasta que usted me necesite de nuevo, señor. Tengo contrato para trabajar a su servicio todo este año.

—Planeo viajar en auto a Toronto después del verano y Daniel prefiere que no vaya solo.

—Le acompañaré si es lo que desea.

—Bien. Puede ser como un viaje en carretera entre amigos. ¿Me llamarás por mi nombre de pila entonces?

—No, señor Walker. Le pido una disculpa. Para usted puede ser un simple viaje en carretera, pero para mí será mi trabajo.

Auch.

—Eres un hueso duro de roer, Jim.

—Eres un hueso duro de roer, Jim

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Definitivamente más que atracción [BB #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora