Definitivamente más que atracción [BB #2]

Capítulo 39

LIA

Le di un sorbo a mi té de manzanilla antes de dejar la taza en mi escritorio y presioné suavemente la compresa térmica en mi vientre. Era mi segundo día del periodo y los cólicos eran un fastidio, pero el calorcito de la compresa era agradable y consentirme un poco no estaba de más porque últimamente mi descanso había sido nulo.

Todavía no me reponía de la semana en Newark y todo el asunto con Blake, Lexi Bride y Zara no había hecho más que hundir los ánimos que comenzaba a recuperar con el avance positivo del estado de salud de papá.

La decisión que había tomado sobre mi relación con Blake quizás no era la mejor, las últimas noches que había derramado lágrimas tontas sobre la almohada podían ser una prueba de ello, pero no iba a echarme para atrás y arruinarlo todo.

Papá me había protegido siempre y ahora él se encontraba en una situación vulnerable, no podía permitir que una desquiciada como Zara perturbara su tranquilidad cuando todo lo que él necesitaba era concentrarse en su recuperación.

Di un respingo y solté la compresa cuando el teléfono fijo comenzó a sonar. Sacudí la cabeza y me apresuré a atender. Era Lori, que llamaba para avisarme que Daniel quería verme.

Le di otro sorbo a mi té, que solo estaba tibio, y deposité la compresa en mi cajón antes de dejar mi oficina, separada de las otras por paredes y puertas de vidrio esmerilado, para subir a la de Daniel.

Lori me hizo entrar apenas que llegué, Daniel ya esperaba por mí. Me saludó con una sonrisa y me invitó a tomar asiento.

—¿Estresado? —señalé con la mirada su mano, donde apretujaba una pelotita que, según sabía, había sido regalo de Logan tiempo atrás.

—Bueno, un montón —admitió con una mueca—. Te has enterado, ¿no? BadBoy va a disolverse y eso me hace sentir como un jodido incompetente que no ha sido capaz de mantenerlos juntos. Con ellos fue la primera vez que estuve tan involucrado en la formación de una banda.

—Acabas de decir exactamente lo mismo que Michael me dijo ayer.

—Sí, compartimos el sentimiento. Es que me niego a dejarlos ir, Lia. Si supiera que esto en verdad es lo que ellos quieren no me importaría, pero han tomado esta decisión solo porque el problema que tienen delante parece demasiado grande. Y no niego que lo es, porque sí, es un golpe del que costaría mucho recuperarse. Más ahora que ellos no son la unidad sólida que solían ser al inicio...

Me acomodé en la silla. Lo bueno de tener de jefe a alguien como Daniel Johnson, era que él no necesitaba intimidar para hacerse respetar y te daba la confianza de mantener una conversación relajada con él.

—¿Qué piensas hacer al respecto?

Se dio unos golpecillos en la sien con el dedo índice.

—Sigo pensando —hizo un pequeño gesto y luego sacudió la cabeza—. Pero no te llamé para hablar sobre eso, son otras cosas de las que quiero platicar contigo. En primer lugar: tu padre. ¿Cómo se encuentra Anthony? Michael me ha comentado lo que sucedió.