Definitivamente más que atracción [BB #2]

Capítulo 51 [Penúltimo]

BLAKE

No estuve muy al pendiente del caso de Hank los últimos días, decidí dejar que los abogados se hicieran cargo de todo, pero ayer después del desayuno tuve que ir a firmar algunos documentos para terminar con el asunto. Por lo que se me informó, Hank se había ganado una orden de alejamiento y un año de servicio comunitario por lo que hizo. También tendría que escribir una carta de disculpa para mí porque el juez se lo ordenó, pero la verdad es que no esperaba honestidad de su parte, así que no me interesaba mucho leerla.

Sharon, su novia, me llamó para preguntar cómo me encontraba y luego me contó que decidió posponer de forma indefinida su compromiso con Hank después de lo que pasó. Seguro que ese sería un fracaso más del que Hank me echaría la culpa, ¿no?

Suspiré y me mordí los labios al ver a Lia quitarse la bata para quedar en bikini y entrar al agua. En verdad resultaba difícil creer que ella estaba embarazada porque el suave abultamiento en su vientre era mínimo. Pero nuestra galleta apenas tenía alrededor de tres meses, así que seguro que ya se haría notar más adelante.

—¡Uf! La mujer embarazada más sexy que he visto, señores. No sé si pueda manejarlo —comenté mientras le ofrecía ayuda para entrar al agua.

Ella sonrió y tomó la mano que le ofrecí.

—Esto es lindo —dijo—. Me alegra que esta vez sí consiguiéramos llegar, Walker.

Ayer por la tarde tomamos un vuelo directo a Alberta. Preparé todo para que nos hospedáramos en una de las acogedoras cabañas escondidas en el corazón de las Montañas Rocosas de Canadá, desde donde gozábamos de una vista preciosa que a Lia le fascinó. El plan inicial era ir a las aguas termales al llegar, pero terminamos por quitarnos la ropa y calentar la cabaña por nuestra propia cuenta. No era algo de lo que me iba a quejar.

La abracé por detrás, cuidando de no poner en riesgo la muñeca que llevaba inmovilizada con una férula, y besé su hombro.

—Lo de ayer también fue agradable.

Lia rio.

—¿La parte donde me besaste delante de los reporteros del aeropuerto para responderles cuando nos preguntaron si estamos en una relación o lo que sucedió cuando nos instalamos en la cabaña? —Ella se dio la vuelta para verme de frente con picardía—. Porque creo que eso último podría describirse con alguna otra palabra.

—Sí. Caliente, delicioso, intenso... se me ocurren varias más específicas, pero estamos en un sitio público y, aunque no hay muchas personas por ahora, será mejor contenerme de decirlas.

Puso sus manos en mis mejillas con suavidad y presionó un beso en mis labios.

—En unas semanas más es el aniversario de Beat —recordó de pronto.

—Uh... eso me trae recuerdos. ¿Crees que vayamos al resort de los Steinberg otra vez?

—No me quejaría.