Definitivamente más que atracción [BB #2]

Capítulo 11

BLAKE

Le di un sorbo a mi café mientras escuchaba a Gordon Fletcher relatar una de sus infinitas anécdotas como actor. El hombre tenía casi sesenta años y había comenzado su carrera a los diecisiete, así que historias por contar no le faltaban. Nos mantenía a todos atentos cada que hablaba.

—Tenía veinte años —dijo tras darle una calada a su cigarrillo y expulsar el humo por la boca—. Había tomado un par de clasecillas de artes marciales y me creí lo suficientemente listo. «Lo haré yo mismo, no necesito al doble de riesgo» le aseguré al director. Trataron de disuadirme, pero claro que fui terco hasta conseguir lo que quería.

—¿Y qué pasó? —preguntó Cole, otro de los actores que formaba parte del elenco.

—Pasó la mierda que tenía que pasar, muchacho. Me paré delante de las cámaras dispuesto a grabar una pelea contra el doble del antagonista. Me salieron bien los primeros tres segundos, luego acabé inconsciente en el hospital por una mala caída. Aprendí mi lección por las malas, así nos va a los obstinados en la vida.

Las risas no se hicieron esperar. Poco después alguien hizo una pregunta específica sobre una de las películas que Gordon había protagonizado en su juventud y la conversación tomó otro rumbo. No me quedé a escuchar lo que Gordon decía porque vi llegar a Mike y éste me hizo una señal para que me acercara a donde se encontraba en compañía de Helen Mendler, su eterna novia.

Dejé mi café sobre una mesita que hallé en el camino y, frotándome las manos por el frío, arribé a los recién llegados.

—¡Helen! —abrí los brazos hacia ella cuando estuve a unos pasos de distancia.

Ella rio y recibió mi abrazo.

—¿Qué tal todo, Blake? —preguntó mientras palmeaba mi espalda.

Ella era tan alta como Mike, así que su cabeza solo se hallaba unos centímetros por debajo de la mía.

—Me alegra verte —aseguré sin romper el abrazo—. Qué bueno que estás aquí con el tío Mike, él es menos malvado cuando estás alrededor.

Michael rodó los ojos.

—¿Así que ahora soy malvado?

—Pero así te amamos, no te preocupes.

Helen rio y Mike rodó los ojos.

—¿Cómo van las cosas por aquí? ¿Qué tal Dempsey y el resto de la gente?

Eché un vistazo detrás de mí y luego volví la vista a Mike al tiempo que me encogía de hombros.

—Bastante bien, para ser honesto. El ambiente es agradable. Dempsey es algo excéntrico, pero inofensivo. Ahora, ¿Gordon Fletcher? Él es el puto amo. Ese hombre hace que ame hacer esto.

Una lenta sonrisa se instaló en los labios de Mike. A su lado, Helen también sonreía.

—Solo vine hasta aquí para escuchar esas palabras.