愛「45」

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━━━ ཹ։ Quiero escuchar cosas bonitas

El final de Marzo trajo consigo el buen tiempo, además de que el clima comenzaba a ser el óptimo para la floración de los cerezos que había repartidos por la ciudad, aunque en Yeolcheon, como cuna del romanticismo, había calles y calles llenos de ellos, por lo que a principios de abril, había un evento muy popular entre las familias y parejas del país, donde iban a ver los cerezos en flor que quedaban en cierta parte de las afueras de la ciudad que era protegida por la diosa del amor.

Jeongin sonreía frente la puerta del club de debate. Aquel año había empezado su penúltimo curso antes de ir a la universidad, por lo que ahora formaba parte de los mayores de la escuela, haciendo sus cursos de formación superior, por supuesto que por la rama de letras, porque él nunca fue bueno en los estudios. Aunque ese año estaba seguro de que le iba a gustar más ir todos los días en bici a la escuela, porque ese año había entrado al club de debate, había abandonado a Hye Rim y al resto de sus compañeros de club y había hecho su sueño realidad, asistir en cuerpo y alma a una de las clases de la profesora Shin. 

La mejor profesora de toda la escuela, la más simpática, la que hacía las clases más amenas y la que mejor conseguía motivar a sus alumnos. Si Jeongin hacía memoria, podía recordar como se empezó a interesar en el club de debate al escuchar a la profesora Shin debatir con Minsoo cuando tuvo que llevarle unos papeles en su primer año de secundaría. Aunque declinó el unirse porque Hye Rim, quien era la chica que le gustaba en ese momento, se había unido al equipo de mantenimiento, para organizar eventos y limpiar la escuela. Así que él siguió sus pasos, esperando a coincidir con ella.

Pero con su mala suerte, a Hye Rim la ascendieron rápidamente a presidenta del club, y Jeongin quedó relegado al chico de la escoba que limpiaba el ala de la biblioteca y las aulas de los clubs. 

— Buenos días. — Minsoo le saludó al ver que se posicionaba en el atril de su lado izquierdo. — ¿Cómo ha ido el día? — Preguntó mientras sacaba sus libros, llenos de apuntes sobre el tema que estaban tratando. Aquella primera semana de clases estaban hablando sobre los efectos de los uniformes en las escuelas públicas.

Jeongin sacó su estuche llenó de bolígrafos de colores y su cuaderno con los apuntes que había tomado. — Oh, bien. Ya nos han dado los horarios. Este año parece interesante. Aunque dicen que la historia de este curso es un poco aburrida. — Respondió con una sonrisa, sintiendo como Renjun subía por su espalda para acabar en su hombro.

El guapísimo y perfectísimo chico del club de debate sonrió al escucharlo. — Pero eso no debería ser problema para ti. Siempre puedes pedirle a Kyun que te ayude. — Le recordó mientras saludaba a otra de sus compañeras que acababa de entrar. Esta hizo el mismo gesto para los dos chicos.

— Sí, cierto. Si algo se me atraganta, puedo pedirle ayuda a Seol. — Afirmó mientras leía sus notas.

— ¿Cómo le va por allí en Japón? ¿Le queda mucho para volver? — Preguntó con curiosidad, ya que había surgido el tema, no le costaba nada preguntar. — Hye Rim y Jisung hicieron el otro día una videollamada, y se veía un poco malhumorada.

El mortal procedió a reír, y Renjun colocó su expresión de orgullo, porque por algo adivinó en su día que era la diosa de los cambios de humor. — Oh, es que se aburre mucho en Japón. Sus padres ni siquiera le dejan hacer turismo. La han arrastrado con ellos y va del museo al hotel y del hotel al museo. Me dijo que quería ir a Akihabara para comprarme algo. Espero que pueda. De todas formas, no sé cuando regresará, solo lleva una semana fuera, pero se siente como meses.— Se llevó una mano al pecho con añoranza.

— Suele pasar cuando la persona que se va es tu novia. — Respondió con cierta burla en su voz por lo ñoño que podía ser el chico al contrario que él. —  ¿Qué están investigando sus padres? — Inquirió con una media sonrisa.

𝐓𝐡𝐞 𝐋𝐨𝐯𝐞𝐥𝐲 𝐠𝐨𝐝𝐝𝐞𝐬𝐬 𝐨𝐟 𝐋𝐨𝐯𝐞〡 Yang JeonginDonde viven las historias. Descúbrelo ahora