愛「57」

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━━━ ཹ։ Tengo un sueño donde estás tú

Cuando el cetro cayó al suelo se hizo un silencio en la sala. Todos miraron el artefacto que había quedado a los pies de Milae. Después subieron la mirada e intentaron comprender lo que había pasado.

— ¡¿Qué mierda ha pasado?! ¿¡Dónde está Jeongin!? — Seol Jin rompió el silencio mientras atrapaba a Renjun entre sus brazos para protegerlo del toque de Changjo. Se llevó su mano libre a la cabeza y después señaló al dios. — Ya... Viejito... ¿Qué has hecho con Jeongin? — Preguntó de manera intimidante, oscureciendo su rostro y manejando el tono de voz más bajo que podía poner.

— No lo sé... — Respondió con el rostro totalmente serio, falto de paciencia, y no por las palabras de la chica, sino por el momentáneo acto que había llevado a cabo el chico.

— ¿¡Aah!? — Sonaba como una abusona de instituto, acercándose a él con Renjun en su espalda. Alzó su dedo para señalarlo. — ¿No sabes dónde está...?

Maum se interpuso entre los dos y agarró a la chica para evitar cualquier percance.

Todos estaban tan enfrascados en la reacción de Seol y su creador que no se habían dado cuenta de cómo Milae estaba inclinado en el suelo, tomando su cetro lentamente.

— Lo voy a matar... — Se escuchó su voz de fondo. La chica giró su cabeza para responder a la amenaza, pero se hizo pequeña en los brazos de Maum al ver la expresión que había conseguido provocar la huida en el dios del tiempo. Incluso a ella le había intimidado su cara. Se veía amenazante, más que ella. Su piel se puso de gallina, y la de JaeSan también, a pesar de que estaba igual de enfadado que Seol Jin. — ¿Cómo se atreve a tocar mi cetro? — Examinándolo detenidamente comprobó que aquella vez no se le había roto. — Falsa alarma chicos, está bien. 

Changjo respiró un tanto aliviado y después miró a las dos mujeres frente a él, junto al pequeño Dokkaebi que se seguía resguardando detrás de la más joven. 

— ¿De verdad que no sabe dónde está Yang Jeongin? —Preguntó haciendo que Seol reaccionara y se diera la vuelta para levantarlo entre sus brazos. 

— Eso es imposible, no dejes que te mienta, Renjun. — JaeSan se escuchó al lado de los dos. — ¿Esto es parte de "lo que debería pasar"? Ya me tienes cansado, estoy harto... ¿Qué más tiene que ocurrir? ¡Déjalos ya! ¡Esto pudo ser cien veces más sencillo y ya hemos llegado al punto de que Jeongin está desaparecido en el remoto espacio tiempo! — El señor de las monedas se cruzó de brazos. — Si tan solo te hubieras callado, sino te hubieras puesto en modo místico y sabio podríamos habernos ahorrado muchas cosas.

— Como se nota que tú también eres humano. Todos prefieren las mentiras blancas a las verdades, pensáis que es más noble mentir para evitar hacer daño que contar la verdad y terminar haciéndolo. — El creador se llevó una mano a la frente, molesto. — Y lo que digo ahora también es verdad, esto no estaba planeado, no formaba parte de nada, lo único que me quedaba hacer era tocar sus cabezas, chasquear los dedos y volver el tiempo atrás. Ya había incluso reescrito sus recuerdos y los acontecimientos que debían suceder en su vida para explicar los recuerdos y relaciones que han formado en estos ocho meses, para que así nada cambiase si hablamos de su vida normal... Pero Jeongin se niega a escucharme y ahora se ha desaparecido... — Su voz se iba haciendo más amarga cuanto más hablaba hasta acabar dejando salir un gruñido de pura irritación. 

— Teniendo en cuenta lo que puede hacer el cetro de Minho... — Dasan empezó a hablar algo preocupado. Milae supo a que se refería y comenzó a afirmar con la cabeza. 

— Jeongin ha podido regresar al pasado, viajar a otra línea temporal o haber creado la suya propia, todo depende de lo que haya pensado al tocar mi cetro. Por desgracia, no creo que Hyunjin se estuviera parando a leer sus pensamientos o Changbin a interpretar su alma. — Ambos dioses le dieron la razón, puesto que ese estado de tensión anterior, ninguno estaba pensando en que podía pasar algo como aquello. 

𝐓𝐡𝐞 𝐋𝐨𝐯𝐞𝐥𝐲 𝐠𝐨𝐝𝐝𝐞𝐬𝐬 𝐨𝐟 𝐋𝐨𝐯𝐞〡 Yang JeonginDonde viven las historias. Descúbrelo ahora