愛「47」

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━━━ ཹ։ Siempre me preocuparé por ti

Jisung y Hye Rim habían decidido hacer una llamada grupal justo después de salir de la biblioteca del gran Yesul. Su último día de trabajo había sido llevado con éxito y había terminado con sus tareas de forma sobresaliente a ojos de todos los miembros de la corte del conocimiento. Ryujin le animó a seguir con aquella idea de ser locutor de radio y Taehyun lo felicitó justo al salir, puesto que se había dado un poco de prisa para poder verlo una última vez.

— Umh, Jeongin. — La voz de Hye Rim se escuchaba interrogante. — ¿No has notado rara a Seol Jin desde ayer? — Al escuchar esa pregunta, Renjun y él se miraron algo tomados desprevenidos. — No sé, como apática y sin energía. He estado desde ayer intentando contactar con ella, y cuando lo conseguí se escuchaba como enferma, hablaba sin ganas. ¡Eso es, esa es la palabra que busco! ¡Desganada! Se siente como si estuviera muy desganada.

El chico se acordó de la conversación que tuvo el día anterior con Renjun y soltó, con fuerza, el aire por la nariz. Se llevó una mano a la frente y suspiró.

— Oh, ¿Tú también estás desganado? ¿Os habéis peleado? — Jisung se animó a preguntar ya que conocía las cuarenta y siete entonaciones de suspiros que tenía Jeongin y que significaban cada una de ellas. 

— No, claro que no. Ayer ni siquiera nos vimos. La última vez que estuvimos juntos fue... — Justo el día que fueron a tomar el te con Dasan. — hace dos día, cuando fuimos de cita a una tetería. — Hye Rim pensó que ella también quería ir a una. — He estado ocupado y no nos hemos podido ver. 

— A lo mejor es por eso. Deberías ir a echarle un vistazo. Ella no es muy expresiva verbalmente y seguro que no quería decirte que te extrañaba un poco. — Teorizó la chica mientras chasqueaba sus dedos. Jisung procedió a darle la razón.

— Eso, eso. Y también se nota que tú también necesitas ir a verla. ¿Ya estás cansado de la escuela? Solo llevamos unos días. Vamos, que si se puede, Jeongin. — Le animó alzando su puño, aunque él no lo vio.

— Sí, bueno, mañana iré a verla después de clases, ya es tarde y no puedo saltarme el toque de queda. Mi abuelo me mataría. — El ferry llegó al puerto y en ese momento cayó en un detalle. — Ah, un momento. ¿Para qué queríais ver a Seol ayer? ¿Queréis algo de ella? — Y antes de que la pregunta fuera respondida, el teléfono se colgó. 

Pestañeó un par de veces y después miró a Renjun. — El hombre ardilla es raro. 

— Los dos son raros de por sí, seguro que querían sacarle algún cotilleo. Eso es muy típico de Jisung. — Colgó su mochila de su hombro y sacó su bici rodando del barco.

—Eso también es muy típico de usted. — Respondió haciendo que Jeongin agachara la cabeza.

— Renjun... — La criatura se coló en la cesta del caballo de metal y retomaron su camino a casa. Sabiendo que ya no tendrían que tomar más el tren y hacer día a día los viajes a la capital. Había tenido suerte de no encontrarse a su padre allí, si le hubiera visto no habría sabido como explicarle lo que había ido a hacer a Seúl, sus amigos pensaban que estaba trabajando allí, sus abuelos pensaban que estaba ocupado con sus amigos o actividades del club. 

Suspiró, y mientras sentía la brisa fresca del atardecer, comenzó a pensar en Seol Jin. Debía haber pasado algo, y como tenía un tiempo libre antes de que otro de los dioses se plantara en su casa para recordarle que tiene que seguir trabajando hasta el final, decidió pasarse por su casa el sábado por la mañana.

Quería hablar con ella sobre como se sentía, porque después de todo, ella era la que parecía tener más dudas respecto lo que estaba pasando y él no sabía que estaba pasando por su cabeza, por lo que se estaba llenando de preocupaciones. 

𝐓𝐡𝐞 𝐋𝐨𝐯𝐞𝐥𝐲 𝐠𝐨𝐝𝐝𝐞𝐬𝐬 𝐨𝐟 𝐋𝐨𝐯𝐞〡 Yang JeonginDonde viven las historias. Descúbrelo ahora