愛「51」

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━━━ ཹ։ Mi fortuna es estar aquí todavía

— Ya, Yang Jeongin ¿Cómo te puede quedar tan bien el arroz? Es algo que me sigo preguntando. — JaeSan alzó la voz mientras enterraba la cuchara en su bol. El mortal terminó de servir los platos y se sentó junto al dios y frente a su novia, quien se había colado en la casa para darse otro banquete de los que a ella le gustaban.

— Pedí prestado el truco durante mi estancia con Seungmin. He pedido prestado muchos trucos de cocina. — El dios subió la mirada, tragando duro. — Muchos trucos... — Se repitió al verle a los ojos. 

— ¿Seungmin lo sabe? — Le preguntó algo sorprendido.

— Es el dios del conocimiento ¿Tú qué crees? — Seol contestó desde su sitio para después negar con la cabeza. 

— Debe saber que Jeongin es un ladrón de secretos, y no parece importarle mucho. — El chico agarró la cuchara y negó.

— No soy un ladrón, solo leí los pergaminos interesantes que me iba encontrando. Mi mente se ha llenado de datos curiosos. — Llevó sus manos a su sien e hizo el sonido de una explosión, expresando así su admirable "clarividencia".

— Di uno. — Ella lo incitó.

— Los huevos son el cemento de la cocina. — Habló sin pensarlo mucho. Seol suspiró con amargura mientras dejaba su cuchara en la mesa. JaeSan solo los observaba mientras comía en silencio.

— ¿Es que solo has robado secretos de cocina o qué? — Le cuestionó con ese tono de macarra que la caracterizaba.

— Ya te he dicho que he mirado trucos de cocina. No es mi culpa que no me escuches cuando te hablo. — Hubieran continuado de no ser por el sonido de la puerta corredera del salón siendo abierta.

Maum apareció por allí y se sentó justo al lado de Seol. — ¡Ah! Todo tienen tan buena pinta. Muchas gracias Jeongin. — Habló felizmente para alzar sus palillos y comer primero de sus fideos fríos, para soportar el calor que iba trayendo mayo. Al meterse unos cuantos fideos en la boca, soltó unos sonidos de pura felicidad, haciendo sonreír a JaeSan en el momento. — ¡Delicioso!

— Parece que estás de buen humor. — El señor de las monedas se adelantó a decir.

— Sí, lo estoy. — Confirmó con esa misma sonrisa, solo que llevó sus manos a su cara para agitarse en el sitio.

— Son los movimientos de pez que hace el señor Yang Jeongin cuando está feliz. — La voz de Renjun se escuchó de fondo, y es que había visto la escena por la ventana de casualidad mientras jugaba en el jardín con Jaemin y Chenle. 

Jeongin se llevó un dedo a la boca con una sonrisa para mandarlo a callar y hacerle un gesto para que siguiera divirtiéndose.

— ¿Por qué estás tan contenta? — Seol preguntó para retomar su almuerzo. 

— Me siento bien, de estar aquí abajo de nuevo, por poder disfrutar de una buena comida con vosotros. Hoy se han unido unas parejas preciosas, mayo es un buen mes, todo empieza bien. — Canturreó al juntar sus manos. Jeongin sonrió con la comida llena y se encargó de servirle un poco más a la diosa para fomentar su buen humor. — Así tendrían que ser todos los días, felices y encantadores. — Soltó un suspiró armonioso y miró el cielo azul por la ventana. 

— Hace tan buen tiempo. — JaeSan exteriorizó los pensamientos de la diosa, sabiendo que estaba pasando por su cabeza. — Sería genial salir a comprar. — Continuó recitándola, conociendo que era lo que quería hacer como si estuviera dentro de su mente.

𝐓𝐡𝐞 𝐋𝐨𝐯𝐞𝐥𝐲 𝐠𝐨𝐝𝐝𝐞𝐬𝐬 𝐨𝐟 𝐋𝐨𝐯𝐞〡 Yang JeonginDonde viven las historias. Descúbrelo ahora